La UPO y el Ayuntamiento realizarán un estudio de diagnóstico de la población inmigrante en Sevilla

            El rector de la Universidad Pablo de Olavide, Juan Jiménez Martínez, y el primer teniente de alcalde delegado de Relaciones Institucionales, Antonio Rodrigo Torrijos,  han firmado hoy viernes un convenio de colaboración para la elaboración de un estudio de diagnóstico de la población migrante en la ciudad de Sevilla. En dicha firma también han estado presentes la profesora responsable del estudio por parte de la Universidad Pablo de Olavide, María Ángeles Huete García, y la directora de Relaciones Institucionales del Ayuntamiento de Sevilla, María Teresa Maqueda.

            En el proyecto participarán de forma directa los alumnos del Centro de Sociología y Políticas Locales de la UPO, en colaboración con el Consejo Municipal de Participación de Migrantes integrado en la Delegación de Relaciones Institucionales del Ayuntamiento de Sevilla.

            El trabajo comprende un primer análisis sobre migración y segregación residencial en Sevilla partiendo de los datos estadísticos censales y a través del estudio de las características sociodemográficas y de localización por zonas de la ciudad. También incluye una investigación posterior de la demanda de los servicios públicos y los patrones de uso por parte de la población migrante censada y no censada de ocho barrios de la ciudad de Sevilla previamente seleccionados.

            El objetivo final de este proyecto es la elaboración de un diagnóstico de la oferta y la demanda de servicios de atención a las personas migrantes de cara a implementar políticas municipales adecuadas a la realidad existente. Así, se pretende ajustar la realidad de la población migrante censada y no censada que reside en la ciudad de Sevilla a las necesidades que realmente tienen.
           
            Con este convenio, estudiantes y migrantes tomarían parte en el proyecto que, a su vez, implementaría nuevas políticas municipales que pudieran surgir y que se hayan detectado a través de este estudio. Así, los universitarios realizarán  prácticas sobre terreno real, y a los migrantes se les hará partícipes del estudio de forma directa, ya que son ellos quienes conocen de una forma más cercana la situación  real y todas sus necesidades.