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Historia de Cádiz

Las fuentes clásicas cifran su fundación tras el final de la Guerra de Troya, lo cual nos llevaría a cifrarla entre los siglos XIII y XII a. C, por marineros procedente de Tiro (Libano). Una referencia que convierte a Cádiz en la ciudad más antigua de Europa Occidental.

Sin embargo, esta consideración no encuentra confirmación en la Arqueología gaditana, ya que los restos más antiguos documentados no llegan más allá el siglo VIII d. C.

La fundación de la ciudad responde a diversos motivos, sobresaliendo entre todos ellos su excelente posición estratégica para participar en las rutas comerciales atlánticas del estaño y el cobre. Además, de con el interior del valle del Guadalquivir. Las factorías de pesca gaditanas alcanzan un gran renombre durante el período Protohistórico, logrando la salsa garum gaditana un gran reconocimiento en los mercados del Mediterráneo oriental. La ciudad contaba, también, con diversos templos, especialmente importante fue el templo de Hércules.

Entre los siglos VI y III a. C. la ciudad entra en una etapa de decadencia que terminará a partir del año 237 a. C., momento en que Cádiz pasa a estar bajo el dominio de la ciudad norteafricana de Cartago. En este tiempo, arriba a la ciudad el general cartaginés Amilcar Barca y su hijo Anibal, que jurará en el templo de Hércules odio eterno a Roma.

La ciudad fue conquistada por el general romano Escipión el Africano en el 206 a. C., aunque este cambio político no significó una pérdida de la intensa actividad comercial de la ciudad. Además, el senado gaditano firmó un acuerdo con el romano que le permitía conservar parte de su autonomía política y económica.

Entre finales del siglo I a. C. y el siglo II d. C. la Cádiz romana alcanza su máximo esplendor comercial, económico y arquitectónico. En este tiempo, se construyó un teatro, un acueducto, un circo y diferentes templos.

A partir del siglo III d. C. la ciudad entra en un período de decadencia agravado durante el dominio visigodo y bizantino, acentuándose este proceso tras la conquista islámica en el año 711.

La conquista cristiana de la ciudad en el año 1262 por Alfonso X el Sabio supone la revitalización de la economía y de la vida urbana. Esta recuperación facilitó que Cádiz fuera uno de los principales puertos de la península en el momento en que se produce el descubrimiento de América.

En el siglo XVI la ciudad se convierte en uno de los puertos más importantes de España, destacando la estrecha relación que mantiene con las colonias americanas. En este tiempo, Cádiz sufre diferentes ataques de piratas ingleses y berberiscos, siendo especialmente grave el saqueo de la ciudad por una flota anglo-holandesa en 1596: el denominado Saco Inglés.

A partir de 1598 la ciudad es reconstruida por orden del rey Felipe II. Así pues, en el siglo XVII la ciudad está totalmente recuperada y con un sistema defensivo lo suficientemente fuerte como para aguantar los ataques de 1625, 1640 y 1656.

En el siglo XVII el traslado de la Casa de Contratación de Sevilla a Cádiz supone el comienzo de una época dorada para la ciudad. El aumento de las relaciones comerciales y el auge de la burguesía gaditana estimulan el desarrollo urbano, protegido en todo momento por un sistema defensivo que servirá de ejemplo para la arquitectura militar americana.

En el siglo XIX la ciudad se convirtió durante la Guerra de la Independencia en uno de los símbolos de la resistencia del pueblo español frente al invasor francés, promulgándose aquí en el año 1812 la primera constitución española, conocida popularmente como La Pepa. Durante el resto de la centuria, Cádiz no estará exenta de los convulsos acontecimientos que sacuden la historia española, incluso llegó a proclamarse como cantón independiente en 1873.

El siglo XX comienza con una Cádiz casi arruinada tras el Desastre del 98, situación que fue transformándose gracias al dinamismo de los astilleros gaditanos y el aumento del turismo.

En el último cuarto del siglo XX la ciudad ha vivido un profundo proceso de desmilitarización, aunque ha sabido integrar este patrimonio dentro de su tejido urbano dedicándolo, fundamentalmente, a fines culturales.

En las siguientes imágenes puedes ver en color azul, señalizados restos de esa historia de murallas y baluartes que han sido parte de Cádiz.

El Casco histórico, como puedes ver en la imagen de detalle, es un complejo de restos de fortificaciones.

A continuación estudiaremos la "vida" de estas huellas de nuestro pasado.

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