19 – 21 de octubre de 2011

Conscientes del reto civilizatorio que se avecina, los organizadores de la Convención de cambio climático y cambio global, presentan un encuentro para el intercambio de información e ideas.

La Consejería de Medio Ambiente y el CEI Cambio proponemos una convención diferente. No se trata tanto de transmitir información, sino de discutir ideas y de contribuir a un proceso de aprendizaje social colectivo. Queremos que los asistentes a esta Convención recuerden lo que en ella se dijo y se discutió y para ello proponemos un programa que dé cabida a personas que trabajan diariamente en estos campos, sean o no conocidos.

Así pues, los organizadores proponemos una Convención que atienda a los siguientes objetivos:

  • Construir un espacio para la discusión conjugando sesiones magistrales con mesas organizadas en torno a un proceso de diálogo entre dos o tres ponentes y conducidos por un profesional de la comunicación. La idea es que estas mesas sean dinámicas, promuevan la discusión y la puesta en común de ideas y argumentos entre los ponentes y también entre el público.
  • Revisar el conocimiento disponible en relación a los cambios globales y a su repercusión probable a los sistemas urbanos.
  • Reportar argumentos e iniciativas novedosas e imaginativas que afronten esos procesos de cambio global y los aprovechen para mejorar la vida de las personas. Consideramos, por eso proponemos este modelo de Convención, que estos procesos de cambio necesarios son fundamentalmente sociales. Estamos pidiendo a la población que cambie sus presupuestos éticos, sus hábitos y su relación conceptual con el mundo que le rodea.
  • Conectar el trabajo en los ámbitos social y económico, que se está llevando a cabo en las ciudades, con los aspectos más técnicos. Sólo las sinergias que puedan establecerse entre esos campos de trabajo podrán coadyuvar un cambio provechoso en términos siempre positivos y en un espacio de tiempo considerablemente reducido en términos históricos.
  • Exponer experiencias concretas que puedan aprovecharse y aplicarse en diferentes ámbitos, sobre todo aquéllas que utilizan la imaginación, más que grandes presupuestos, para ponerse en práctica y que están pensadas para mejorar la vida de la gente en el corto plazo, al mismo tiempo que contribuyen significativamente a las políticas de mitigación y adaptación a los cambios globales.

Los procesos económicos clásicos no tienen en cuenta la limitación natural de los recursos físicos, idea que se a trasladado al acervo ético de la sociedad y, por consiguiente, ha generado un modo de vida despilfarrador. Paradójicamente, este elevado ritmo de consumo no ha generado mayores cotas de felicidad. El Cambio global genera una responsabilidad, pero también una oportunidad para configurar una sociedad mejor. Ejercer nuestra responsabilidad histórica como colectivo significa, en este momento, acometer con éxito estos retos globales que inexorablemente se avecinan. La escasez de recursos energéticos, los efectos del cambio climático, los cambios en los ecosistemas, la pérdida de biodiversidad o de fertilidad de los suelos, todos estos aspectos son dinámicas globales consecuencia de un modo desenfocado de aprovechamiento y explotación de los recursos naturales. No obstante, los organizadores pensamos que, bien manejado e inteligentemente aplicado, el proceso de cambio puede ser una oportunidad manifiesta para llevar a cabo dinámicas de evolución social en positivo. Tenemos la oportunidad de transmitir que la respuesta al Cambio Global es y debe ser un argumento ilusionante que proponga una mejora sustancial de las condiciones de vida de la mayoría de la población.

Para todo ello os convocamos a participar en la próxima Convención sobre cambio climático y cambio global

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