La humanidad se enfrenta a problemas ambientales que, a escala planetaria, suponen una seria amenaza para nuestra propia supervivencia. El cambio climático es, quizá, la perturbación global que por sus consecuencias más inquieta a la comunidad científica.

Nadie discute a estas alturas la existencia del cambio climático ni su origen antrópico. Más complicado resulta, por el cúmulo de incertidumbres que aún hay que resolver, precisar los efectos de este fenómeno sobre un determinado territorio, aunque ya han comenzado a manifestarse algunas alteraciones, y también se juzgan como inevitables otras que, se pronostica, aparecerán a muy corto plazo.

Andalucía, por su posición geográfica, es particularmente vulnerable a estas modificaciones en las temperaturas y precipitaciones. Espacios y especies de gran valor, ya sea por su escasez, por su exclusividad o por los servicios ambientales que proporcionan, se enfrentan a serias amenazas derivadas del cambio climático.

Nos enfrentamos, pues, a un problema complejo, cuyas repercusiones afectan directamente a nuestro patrimonio natural, a nuestro modelo de desarrollo y, en última instancia, a nuestra calidad de vida. Afortunadamente hemos identificado el origen del problema y disponemos de la tecnología necesaria para enfrentar la emergencia. Lo que nos falta es, sencillamente, voluntad.

La voluntad que nace, sobre todo, del conocimiento. Y es ese el sentido último de esta muestra: favorecer la acción a partir del conocimiento.

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