El director de cine Mateo Cabeza ha asegurado, al hablar sobre el género documental, que “trabajar con la realidad es de los elementos más complejos a la hora de filmar”, ya que “hay que estar abiertos a una incertidumbre de cambios constantes” donde el tiempo es el “mayor valor”, a sabiendas de que “son más las películas que no salen que las que termino proyectando porque el estado natural de las películas es que no se hagan, que no salgan, y que se tarda mucho en hacerlas”.
El cineasta, que fue nominado a un premio Goya, ha hecho estas declaraciones en el marco del curso ‘Filmar la realidad: el retrato cinematográfico’, que se ha inaugurado hoy en Carmona y que se imparte bajo su dirección hasta el miércoles con el objetivo de orientar la mirada personal del alumnado y desarrollar sus competencias técnicas y narrativas en un proceso completo de creación, para lo cual trabajarán sobre el retrato cinematográfico ahondando en las principales influencias del cine ensayístico.
A juicio de Mateo Cabeza, “precisamente ahora con más urgencia es necesaria una cultura audiovisual que nos enseñe a reflexionar sobre lo que vemos”, pues advierte una “zombificación social” que ejercen las plataformas comerciales y las redes, por lo que ha instado al gobierno a implantar una “cultura cinematográfica de calidad” dentro y fuera de las aulas frente a un público joven “ansioso de experimentación” que no encuentra proyectos interesantes.
El director del curso ha señalado la “libertad de creación” como principal diferencia entre el cine documental y el de ficción, donde él mismo comenzó su carrera y del que se alejó al considerarlo un “formato más encorsetado, rígido y controlado” a la hora de crear, cuando a Cabeza le interesa “lo que está fuera de esos sets, donde está la vida, irrepetible e impredecible, un material increíble para trabajar”.
El cineasta ha subrayado que la evolución de la tecnología hace que sea más fácil para todos “acceder a las herramientas para filmar”, y que el documental es el único arte donde “cada elemento estético casi siempre tiene aspectos éticos y cada aspecto ético se puede utilizar estéticamente”.
Por último, Mateo Cabeza ha afirmado que “la historia es importante, pero la percepción lo es aún más”, al tiempo que ha aseverado que el cine es un lugar “donde proyectarnos emocionalmente, no sólo conocer las vidas o historias del otro, sino conectar con ello con todo lo que significa, un espejo que nos transforma en un corto espacio de tiempo”, ha concluido.
Fuente: Fundación Universidad Pablo de Olavide