El significado de la Semana Santa de Sevilla reside no solamente en su pasado, sino además en su posición geográfica. La belleza de Sevilla enamora a todos los visitantes que la recorren a lo largo de todo el año. No obstante, es posible decir que Sevilla luce su mejor cara cuando llega la primavera.
Durante la Semana Santa, desde el Viernes de Dolores hasta el Domingo de Resurrección, las calles se colman de nazarenos, costaleros, penitentes y el aroma del incienso. Ambos creyentes y no creyentes disfrutan de este período. La Semana Santa se caracteriza por ser una conmemoración religiosa con un gran enfoque en las obras de escultura más destacadas, también considerada un evento artístico y cultural.
Historia de la Semana Santa Sevillana
Al parecer, el comienzo de la Semana Santa de Sevilla se relaciona estrechamente con la fundación de las cofradías. Varios documentos históricos respaldan la existencia de hermandades en Sevilla desde el siglo XIII. Grupos de seguidores que adoraban en secreto en el interior de los templos.
Nacimiento de la Semana Santa Sevillana
Se cree que la primera procesión de Semana Santa en Sevilla comenzó con el Vía Crucis hacia la Cruz del Campo. Es una tradición iniciada por el Marqués de Tarifa, quien quedó impresionado por el Vía Crucis de Jerusalén y decidió realizarlo en Sevilla el primer viernes de marzo.
El trayecto comenzaba en su residencia en la Casa de Pilatos y finalizaba en la Cruz del Campo. Este recorrido simbolizaba los 997 metros que Jesús caminó desde el palacio de Pilatos hasta el lugar de la crucifixión en el Gólgota.
Evolución
Las imágenes visuales empezaron a aparecer en el siglo XVI, después de que el Concilio de Trento propusiera sacar las representaciones religiosas a las calles para llegar a más creyentes. En 1604, el Cardenal Fernando Niño de Guevara instruyó que las cofradías se dirigieran a la Catedral para llevar a cabo la Estación de Penitencia; mientras que las hermandades de Triana debían hacerlo en la Parroquia Mayor de Santa Ana por las complicaciones para cruzar el río Guadalquivir. Durante el siglo XIX, la Semana Santa de Sevilla pasó por diferentes dificultades a causa de hechos como la invasión francesa, la desamortización de Mendizábal y la Revolución de 1868. No obstante, Luisa Fernanda de Borbón consiguió darle vida de nuevo. La instauración de los Borbones promovió la formación de cofradías adicionales y convirtió la Semana Santa de Sevilla en un atractivo para visitantes.
Origen de La Madrugá
La Madrugá es la noche más sobresaliente. Durante años, diversas cofradías han llevado a cabo su penitencia durante la Madrugada. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre en la actualidad, esta jornada solía iniciar un poco antes de la salida del sol. En la actualidad, La Madrugá ha adquirido una gran importancia durante esta semana, comenzando a las 12 de la noche y terminando al mediodía del día siguiente.
En síntesis, explorar el arte de las hermandades y cofradías es apasionante, pero resulta aún más fascinante indagar en la historia para comprender el desarrollo y la vida de la ciudad.
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