Martín
González y Blas Moreno, dos ejemplos de coleccionismo en los Capitanes de la Flota de Indias durante la segunda mitad del siglo XVII
RAFAEL RODRÍGUEZ-VARO
ROALES
Universidad Pablo de Olavide. Sevilla
atrio, 15-16 (2010)
ISSN: 0214-8289 p. 157 - 166
“El Archivo de protocolos encierra infinidad de documentos...
...No es tarea de un solo hombre agotar esta cantera”
Antonio Domínguez Ortiz1
Resumen: La revisión de los inventarios de los capitanes, Martín
González y Blas Moreno, nos acercarán
a la relación de dos capitanes
de la Flota de Indias con el
arte. La búsqueda de estos hombres de una “nobleza por
honor”, les hará utilizar el
arte y los acercará a los gustos del coleccionismo oficial del siglo XVII.
Palabras Clave: Sevilla, Siglo XVII, Capitán de la Flota de Indias, Coleccionismo, Martín
González, Blas Moreno.
Abstract: The review of
the inventories of the captains, Martin Gonzalez and Blas Moreno, will bring us
over to the relation of two captains of the Flota de Indias with the art.The
search of these men of a “nobility for honour’s sake”,
it will make them use the art and will bring them over to the tastes of the
official collecting of the 17th century.
Key Words: Sevilla, 17th century,
Captain of the Flota de Indias,
Art collecting, Martín González, Blas Moreno.
Este trabajo que ahora presentamos se basa en la investigación realizada en el Archivo de Protocolos Notariales de Sevilla2, en
busca de inventarios de bienes y testamentos de Capitanes de la Flota de Indias, que esperamos concluir con un trabajo de mayor profundidad. Pretendemos introducir a un grupo profesional, que si bien ha sido ya analizado por algunos historiadores, nos invitan a continuar “dándolos
a conocer”3.
En nuestro trabajo
se analizarán los bienes de
varios capitanes que vivieron en la ciudad en Sevilla,
durante la segunda mitad del siglo XVII, con el recuerdo de la Peste Negra de
1649, que provocó la pérdida de, aproximadamente, un 50%
de la población de la ciudad y aceleró una crisis que
a posteriori conduciría a la revuelta por la carestía del precio de la hogaza de pan de 1652
y los continuos problemas de
la depreciación de la moneda que comentaremos posteriormente.
Un capitán de la Flota de Indias era el dirigente máximo de una nave (bien comercial,
bien de guerra) que participaba
en una (o más) expediciones hacía los puertos de Nueva España y Tierra Firme. Este continuo viajar hizo que no fuera
mero “transportista” de la mercancía,
por lo que solía reservarse
espacio dentro de sus galeones
para sus propias transacciones, con la consiguiente
sobrecarga de las naves. Ello le reportaba tan grandes beneficios económicos como sociales, por lo que no es de extrañar
que hicieran exhibición de su rango4.
Investigaciones previas5 han demostrado las relaciones, incluso de consanguineidad, de
los capitanes de la Flota de
Indias con el Cabildo Catedralicio.
Por supuesto es ya más que conocido el papel que este grupo tuvo en
obras piadosas y representaciones de fe que han llegado hasta nuestros días, como es el hecho de la instauración de la celebración de
la festividad de la Inmaculada Concepción por el Capitán Gonzalo Núñez de Sepúlveda en el año de 16556, o las donaciones realizadas por el Almirante
Pedro Corbert al Hospital de los Venerables
en la segunda mitad del siglo, entre otras muchas obras
que no es quizás éste el lugar para ser analizadas.
En un examen realizado
en la Casa de Contratación se
obtenía el rango de Piloto Mayor, luego una Real Cédula
confería el título de Capitán. Serrano Mangas7
nos muestra otras posibilidades de ascenso, ya en la segunda mitad del siglo XVII, como es la que “consistió en la construcción de galeones a cambio de la merced del puesto de Capitán de Mar y Guerra. Este sistema
consistía en que el ofertante fabricaba un vaso a cambio de la licencia para realizar dos viajes consecutivos con él, comandándolos, para lo cual previamente, había recibido la merced de la jurisdicción sobre marinería
e infantería”8.
Esta merced debió ser muy bien recibida por los armadores, de hecho
el Rey al poco tiempo tuvo una lista de espera de galeones dispuesto a partir hacía las Indias, de los que “sólo” tenía que abonar la carena y la artillería.
El Rey nombraba a los Capitanes de la flota tras el juramento que prestaban en el que se obligaban a no rendirse jamás y si fuera
necesario perder la vida por la nave, algo que en muchas ocasiones
quedaban en papel mojado. Los hombres que optaron al cargo eran viejos pilotos que habían destacado
su pericia en el mar y era un cargo que si bien, siempre se intento que fuera otorgado a navegantes españoles, la ausencia de estos hombres experimentados hizo que muchos extranjeros juraran el cargo, algo que poco a poco fue cambiando9.
Destacaremos también sus principales funciones, que iban más allá del mantenimiento
de la disciplina y la verificación
de las provisiones, aparejos,
anclas arboladura, velas, etc. Cuando había batalla, se aseguraban de que los artilleros disponían de munición para ser lanzada y ordenar el ataque a otras naves. Además de encargarse de hacer confesar y comulgar a todos los marineros, antes de zarpar.
El hecho de
que los armadores estuvieran
tan interesados en la construcción de naves a cambio sólo de dos viajes, evidencia el potencial
de negocio de los mismos
para los capitanes.
Este será
el punto en que esperamos arrojar algo de luz y presentar a los hombres de mar, también
como amantes de las artes. Pero hay que poner en cuarentena la idea de que fueran coleccionistas, ya que su intencionalidad
acumulativa podría deberse a muchas otras cuestiones nada relacionados con la erudición. La
primera que podemos mencionar es la búsqueda del prestigio social10, una actitud
que no es exclusiva de la nobleza.
Está más que demostrado que familias de comerciantes como los Corzo, los Mañara o los Almonte11,
siguen una línea de crecimiento casi paralelo, una vez conseguida su estabilidad
económica, inician la ascensión hacía las cumbres de la nobleza por medio
de la obtención de cargos intermedios
en la Casa de la Contratación,
las Veinticuatrias de la ciudad y entroncando
con la Iglesia por medio del posicionamiento
de sus parientes dentro del cabildo de la Catedral, hasta alcanzar la consideración nobiliaria de sus linajes.
El comercio
de Indias tenía una doble cara, ruina
y opulencia se daban la mano
en cada partida
de la flota hacía el nuevo continente. Con la partida de la Flota, todo aquél
que tenía la opción de participar en el negocio, empeñaba, vendía o solicitaba préstamos a la espera de medrar al otro lado del Atlántico.Y tras la partida, la ciudad vivía en una constante
tensión aguardando las noticias sobre la flota, ya que en
las bodegas de los galeones no solo se transportaban mercancías, sino que la continuidad de la metrópoli dependía del regreso de las naves. Se estaba con
la respiración contenida hasta
que llegaban las noticias desde Sanlúcar de Barrameda, cuando se anunciaba la llegada de la Flota, lo que se confirmaba con el
maravilloso espectáculo producido por el ascenso de aquellos gigantes por el río Guadalquivir. Con el regreso de
cada expedición, la ciudad se
recomponía, volvía la plata que fluía de mano en mano, y los pactos y futuras oportunidades de comercio quedaban asentados para la próxima partida con una premura muy superior a la de la burocracia
y los intereses de la Casa de la Contratación,
cosecheros de Sevilla y el Colegio de Cargadores a Indias.Y al igual que los días de gloria, se vivían los desastres de la Flota, la pérdida de un galeón, o los imponderables
de la maquinaria estatal con
sus cada vez más comunes incautaciones,
cuyos pagos se hacían en juros
que convertían a los mercaderes
en rentistas del Estado, lo
cual no resultaba provechoso.Todos estos riesgos al que los inversores se enfrentaban eran muy altos, como alto era el precio del fracaso y alto el beneficio obtenido.
Fernando Serrano Mangas12
nos adelantaba cómo se produce a lo largo de la segunda
mitad del siglo XVII un proceso ennoblecimiento paulatino de altos mandos de las Armadas
y Flotas de Indias. Hasta llegar a entroncar
con la nobleza los Capitanes
y Almirantes de la flota supieron jugar, al igual que otros comerciantes enriquecidos, las bazas que en el negocio de América tenían, por ello conjugaron sus ansias de prosperidad y las enfocaron en dos puntos concretos, la ostentación del poderío económico y del rango. Con el primero se abrían las
puertas de las élites sociales.
Con el rango se obtenía ese
prestigio social extra que el dinero
nunca podía otorgar, prestigio basado en la capacidad
individual, en el valor del caballero, la nobleza de carácter y la pureza de espíritu que se suponían a los grandes hombres,
es quizás por eso que la marina
trató de adoptar unos roles ya asumidos
y aceptados para las órdenes
militares.Así se lo hace ver Francisco Galán y Galán a don
Francisco de Amolaz el 30 de abril
de 1686 “...Ya que vamos
a perder las vidas en servicio de Su Magestad, tengamos
la honra de esta graduación...”13
Teniendo en cuenta
lo que podríamos considerar
“movimientos de impregnación
social”, la nobleza sevillana
asumiría los gustos implantados
por el rey. Y en este proceso de permeabilización
cultural las élites locales aceptarían el arte y la colección de objetos artísticos como un hecho propio.
Aunque no necesariamente se
reproduce el patrón coleccionista,
sino más bien un afán acumulativo. Por lo que esta idea que estamos manejando, es sin duda un proceso lento, y en muchos casos vamos
a ver como las fechas que hasta ahora son consideradas clave para el coleccionismo
cortesano, no significan prácticamente nada dentro de este ámbito.
Por todo lo expuesto anteriormente, hemos de considerar que el hecho de que los capitanes tengan en sus casas colecciones pictóricas, a nivel general solo puede entenderse como fruto de un proceso acumulativo, en la búsqueda del mimetismo con las clases poderosas.
Nuestro trabajo no pretende
redescubrir los modelos coleccionistas, que ya han sido tratados
por otros investigadores, sólo acercarnos a un tipo que queda alejado hasta ahora del análisis tradicional. Individuos que, en muchos casos, fueron
terratenientes, como el capitán Blas de Otero14, propietario
de dos haciendas de campo denominadas el Castillo
de la Zerrezuela, con viñas,
olivares y molinos de yeso, y una segunda, La Motilla, ambas situadas en el término municipal de Dos Hermanas.
De entre estos capitanes,
he seleccionado dos personajes
representativos, Martín González de Aguilar y Blas Moreno.
Del primero recabamos la
información aportada por el
poder para testar otorgado el 16 de septiembre de
165315. En él nombra por sus albaceas al capitán Manuel González de Aguilar, su
hermano, y al licenciado Francisco
de Ariño, al que llama compadre, presbítero de la
ciudad.
Por este documento sabemos
que era viudo. Su difunta esposa era doña María de Roxas, pariente, quizás, de otro capitán de la flota de Indias, Felipe de Rojas16.
Con ella tuvo tres hijos. Laureana
fue monja profesa del Convento de Santa Clara de
Carmona, en el que también profesaron tres hermanas del
capitán, Doña Beatriz, Doña Antonia y Doña Josefa de Aguilar.A
la primera le dejó cien ducados anuales
hasta su fallecimiento y a
las otras tres la misma cantidad a repartir.También en este poder
nombra por tutor y curador de
sus hijos a su hermano, el capitán Manuel González
de Aguilar, solicitando la no solicitud de fianzas.17
Del capitán
Blas Moreno nuestro conocimiento
es más pobre, limitándose a lo que nos aporta el inventario de sus bienes, entre otras cosas que, por las tierras que compró
pagaba una tasa a Doña
Catalina Bárbola Dávila18.
Ambos individuos acumularon
numerosas obras de arte, sobre todo pinturas. Entre ellas abundantes piezas de temática religiosa.
Como el cuadro grande19
de Nuestra Señora del Cetro,
que poseyó Moreno y que debe ser la advocación de la Virgen del Cetro
Real, próxima a la corona. En
poder del mismo individuo, y sin nominalizar de modo
concreto, pero si destacando su
procedencia, había otros diez cuadros
grandes de “debocion
y otras cosas” que no nos permite descubrir
su temática, pero define el gusto de este capitán por la pintura flamenca20.
Tema habitual en la pintura sevillana de este tiempo es el de la “Inmaculada Concepción elevada”21 que también
presenta ese mismo inventario. Sevilla en este tiempo vivía
peleando en varios frentes, su subsistencia a nivel vital tras el desastre de 1649, su persistencia a nivel estatal como metrópolis
del mundo y a nivel devocional peleaba en pos en la consecución
del dogma de la Inmaculada Concepción a la que tantísimo
esfuerzo dedicaron pintores y notables de la ciudad en este periodo.
Añadamos dos imágenes
devocionales de Cristo Crucificado22.Y ocho cuadros más
de devociones no indicadas de
un tamaño importante, y dos
que destaca de este mismo tamaño de la Virgen de Populo
y de la Magdalena23. También tres cuadros “a lo ancho”24
del Tránsito de San José, del tránsito
de Nuestra Señora y de la Natividad.
Asimismo encontramos dos cuadros de pequeño
formato25, uno
de Nuestra Señora y otro de
una Verónica. Y otro grande
de San Francisco Capuchino26, que se refiere a San Francisco de Asís, cubierto con la capucha de su hábito, santo
que por aquel tiempo recibía la devoción de la ciudad y
muestra de ello han quedado los lienzos que se encargaran a Valdés
Leal o a Murillo.
Temática recurrente es la
del Apostolado27. Menos
habitual es la historia de Jacob, compuesta por siete
cuadros28.
El capitán Blas Moreno tenía en su
colección un país grande con
el castigo de Sodoma y otros cuatro
con santos penitentes, todos ellos apreciados
en un total de 700 reales29.
Dentro de las composiciones puramente devocionales encontramos tres cuadros grandes
con las temáticas del martirio
de San Lorenzo, una Inmaculada Concepción y San Servando, con precios entre los 500 reales del primero
y 100 del último30.
Sin definir
tamaños, pero utilizando las apreciaciones del documento, hablaremos de cuadros de inferior calidad, al referir a otra Inmaculada
Concepción (60 reales), una representación
del Santo sudario (50 reales),
Santa María Magdalena (60 reales), y por último una imagen de Jesús con la cruz
a cuestas (8 reales, y otra
de Nuestra Señora de la O, con un valor de 12 reales31.
Por último
queremos destacar tres cuadros cuya
apreciación llega y supera los seiscientos reales, comenzaremos
por una representación de Santa Rosa, del que destaca además de la obra su moldura
ancha y dorada, tasado en 600 reales.También una Sagrada Familia, apreciada en 1000 reales y, por último, un cuadro de Nuestra Señora de los Ángeles, con una moldura descrita del mismo modo que la
primera, en 1100 reales.32
En cuanto a las pinturas
de temática profana hay que
decir que nuestro primer capitán tuvo un gran número
de países, hasta 36. Por desgracia
el escribano público no da noticias sobre procedencia33. Otro elemento a
tener en cuenta dentro de esta colección
debido a su cantidad son los
ramilleteros34.
Por si
solos destacan los cuatro retratos de los reyes y de las princesas35. Desde el punto
de vista social, la imagen de los Reyes en la casa de
este capitán debía considerarse como el gran espaldarazo
a esta burguesía adinerada que procuraba labrarse un hueco en la élite sevillana.
Dentro de la colección de nuestro segundo protagonista encontramos doce países pequeños cuya temática es de navíos36, que podrían asemejarse a los que realizara en el norte de Europa por esas fechas maestros flamencos como los Van de Velde. (Insertar imagen
2) También con temáticas fabuladas encontramos otros ocho países
de los que tres están pensados como sobre-puertas. Sólo
uno de ellos aparece identificado, como la fábula de Narciso37.
Finalmente, hay otros diecisiete países sin más especificación que el hecho de ser de diversos tamaños38.
Es la pintura de países un tema recurrente en el coleccionismo de
nuestros capitanes, aunque no es temática única, así destacamos
la aparición de temática mitológica con una serie de 12 cuadros con la aparición de 12 sibilas
de cuerpo entero.39
En el inventario el capitán Martín González encontramos
un total de cuarenta y cuatro
láminas40 de distinto
contenido, algunas flamencas, entre las que destacan
países y batallas, de poco más de una vara de ancho, y dos crucificados,
una imagen del Divino Salvador y una Virgen del
Rosario. Por su parte el capitán Blas Moreno tiene doce láminas de la historia de la historia de
David manteniendo el gusto religioso que ya habíamos
intuido anteriormente, junto a una lámina de la
Natividad y otra de un Ecce
Homo41.
Toda la escultura que encontramos en ambos inventarios es de tipología religiosa, que es lo más común en
la época. Aparecen registrados en la documentación un San Miguel Arcángel42,
un Niño Jesús con su túnica
de gasa43, tres Crucificados, dos de marfil44,
uno de dos varas y perteneciente a González, y el otro
con la cruz de ébano45,
temática recurrente, propia bien del oratorio o bien del dormitorio
de una clase adinerada que
tras la contrarreforma “siente la necesidad” de introducir
imágenes en su casa, como símbolo
del buen cristiano, por lo que
junto a esta imagen encontramos
para un posible oratorio una imagen de la Inmaculada
Concepción, una imagen de San Antonio, otra del Arcángel San Miguel, una imagen de “un niño Jesús” y dos
angelitos de barro46.
Entre los elementos más significativos de los objetos suntuarios que poseían estos individuos hay que resaltar la custodia de plata con
su peana de más de una vara de alto, que el capitán González donó a la cofradía del Santísimo Sacramento
de la Iglesia de la Señora
Santa Ana de Triana47.
A modo de conclusión, me atrevería a considerar a la élite de los capitanes de la flota como algo más
que simples consumidores de un arte casi oficial, a todas
luces dirigido por los gustos
de los estamentos superiores,
como en todo
proceso evolutivo encontramos distintos estadios de evolución, y es
normal que alguno de los capitanes
pueden ser considerados coleccionistas, como podría ser el caso
de los dos que se han presentado,
pero hablar a niveles generales de un grupo tan heterogéneo como es el que estamos analizando, sería del todo punto precipitado.
Analizando ambas colecciones,
vemos como aparece un
modelo común en las piezas de nuestros protagonistas. A nivel religioso
se repiten los modelos de
la Inmaculada Concepción, así como
dos Imagen de la Magdalena, así como
el hecho de que la escultura
tenga una función meramente devocional.
La procedencia de las obras es desconocida, por lo que
no podemos valorar mucho más allá
de las aportaciones flamencas
que hemos encontrado en ambos testamentos, pero también hemos
encontrado piezas que pueden haber sido
importadas de otras partes del orbe. Como es el hecho de que encontremos una
imagen de Santa Rosa, temática indiana aunque desconozcamos
la procedencia y además de esta
pieza una devoción de marcado carácter italiano como es el de la Virgen
del Pópulo.
Estas imágenes nos
hablan del carácter que se les
supone a los capitanes de
la flota de Indias, como a cualquier otro miembro del sistema comercial sevillano, del que forman parte no solo como navegantes, sino también como
prestamistas. El comercio de
esta ciudad permitía fácil acceso a
obras de todas partes, incluso más allá de las colonias transoceánicas.
1. DOMÍNGUEZ
ORTIZ, A. Orto y Ocaso de Sevilla, Sevilla, (1946), Cuarta edición, p. 24
2. En
adelante AHPSe.
3. Así
nos lo hace ver Fernando Serrano Mangas,
titulando un artículo “Una historia por hacer: Generales y Almirantes vascos de la Carrera de Indias”. Itsas Memoria. Revista de Estudios Marítimos del Pais Vasco, nº 5, San Sebastian, 2006, pp. 187-192.
4. Las
ansias de notoriedad y equiparación con la nobleza son
las mismas que las
de cualquier otro burgués, al fin y al cabo en muchos casos
y en el que posteriormente analizaremos, la capacidad económica hará que estos capitanes, estos hombres de mar, puedan codearse con los más altos rangos de las instituciones sevillanas, bien sea el cabildo
catedralicio como los
caballeros veinticuatro.
5. QUILES,
F., Teatro de la Gloria. El universo artístico de la Catedral de Sevilla en el Barroco, Sevilla, Diputación Provincial-Universidad Pablo
de Olavide, 2007, pp. 290-298.
6. RESPETO
MARTÍN, E., “El Capitán
Núñez de Sepúlveda y la
Inmaculada Concepción”, El Correo de Andalucía, 10794, Sevilla, 10 de diciembre de 1930, Pag. 1.
7. MANGAS SERRANO, F., Los
galeones de la Carrera de Indias, 1650-1700, Sevilla, EEHA,
1986, pp. 139-143.
8. Si bien no tenemos conocimiento de cual fuera el método de obtención del título de Capitán de la Flota, queremos mencionar el hecho de que al menos, si estaba en posesión de una nao en el momento de su defunción. AHPSe 18631, 278r “...Una
nao que esta surta en el rio de esta ciud en el paraje de la horcada nombrada nuestra sra de la cumcepcion
de porte de trescientas toneladas poco mas u menos con todos los pertrechos y aparejos y diez presas de artilleria de fierro de sesay dos libras de bala y la dha nao con sus arboles y bergas anclas y los demas pertrechos necesarios (...) qual
dha nao el dho manl goncalez dixo tener de parte
la mitad y en dis pertrechos...”
9.
THOMAZI, A, Las flotas del oro. Historia de los galeones
de España, Madrid, Editorial
10.
Swan, 1985, Pag. 65
11. QUILES GARCÍA,
F.“La
clientela de los pintores sevillanos en la primera mitad del siglo XVIII”, CEHA, 551-556. “El ansia
de lujo y ostentación y su consiguiente inversión en bienes
sunturarios, supone, para
la nobleza, el aparentar como inexcusable actitud social, en la que el hábito si hace al monje”.
12. Para
más información sobre estas familias
de comerciantes vease de
Guillermo LOHAMNNVILLENA y Enriqueta VILAVILAR
“Familia, linaje y negocio entre Sevilla y
las Indias. Los Almonte” y de esta última “Los Corzo y los Mañara:Tipo y arquetipos del mercader con Indias”
13. Op. Cit.
14. SERRANO MANGAS,
F.“Una
historia por hacer: Generales y Almirantes vascos en la Carrera
de Indias”, Itsas Memoria. Revista de Estudios Marítimos del Pais Vasco, 5, 2006, 187-192, tomado de la nota nº 14,AGI Indiferente 2581.
15.
AHPSe, 3721
fol. 914-985. 1671.
16.
AHPSe,
18631, fol. 191-193
17. Se
aportará más información sobre este personaje en el trabajo de investigación que se está realizando.
18. AHPSe 18631, fol. 192v “...por la mucha satisfaçion que tengo de su persona
de que pondra
todo cuidado en la buena administracion
de la hacienda de los dhs mis herederos
y en su educacion
y buen gobierno...”
19. Difunta mujer que fue de Don Luis Davila,
Caballero de la orden de Santiago.
20. AHPSe 18631, fol. 271r “... de poco mas
de dos baras de alto...”
21. AHPSe 18631, fol. 272r “Diez quadros grandes de a dos baras poco mas o menos = por lo ancho pintura de flandes de diferentes pinturas de
debocion y otras cosas en bastidores
sin guarniciones”
22. AHPSe 18631, fol. 272r “Un
quadro grande de nuestra señora de la limpia concepcion elevada”
23. AHPSe 18631, fol. 272r “Una
hechura de un santo crucifixo de pintura en una cruz” y AHPSe 18631,
fol. 276r “...Un quadro de un santo crucifixo algo mas grande que los otros”... (algo mas de una bara y media de altura)
24. AHPSe 18631, fol. 276r “...Ocho quadros de diferentes debociones con sus molduras doradas de a bara y media poco mas o menos de alto = mas otros dos quadros de nuestra señora del popuilo y la magdalena algo mas pequeños”
25. AHPSe 18631, fol. 276r “...Tres
quadros a lo ancho del tránsito
de San Josph= y otro del transito de nuestra
señora y otro del nacimiento…”
26. AHPSe 18631, fol. 276r “... Un quadro de a bara
y quarta de alto usado y dos
quadros pequeños el uno de la santa beronica y el otro de nuestra señora...”
27. AHPSe 18631, fol. 277r
“...Un quadro de san francisco capuchino grande de a mas de dos baras en bastidor...”
28. AHPSe 18631, fol. 278v “... Un apostolado medios cuerpos en que ay catorze quadros de a bara y ma de alto en
sus bastidores...”
29. AHPSe 18631, fol. 278v “...quatro quadros de la historia de hacob y en ellos dos de a tres baras por lo ancho en sus bastidores...”, “...mas otros tres quadros
de la ystoria de Jacob en
sus bastidores de diferentes tamaños...”
30. AHPSe 3721, fol. 15r.“…ytt vn pais grande con el castigo de Sodoma apreçiado en trezos Rs…Ytt quattro paises con santtos penitentes apreçiados a cient Rs cada vno…”
31. AHPSe 3721, fol. 15v “…Ytt vn quadro grande con el martirio de san lorenzo apreçiado en quineitnso Rs…”, AHPSe 3721, fol. 15v. “…Ytt vn quadro grande
con nuestra señora de la consepçion con vna moldura Angosta…”, AHPSe 3721, fol. 16r “…Ytt vn quadro
grande con vn san Seuan apreçiado en
zient Rs…”.
32. AHPSe 3721, fol 16r “…Ytt vn quadro de nra
sª de la consepzon apreçaido en sesenta Rs...”, AHPSe 3721, fol. 16r ”Ytt vn quadro
de vna bara con el sto Sudario apreçiado en cinquenta
Rs…”, fol. 16v “Ytt
vn quadro con santa mª Magna apreçaido en sesentta Rs…”, AHPSe 3721, fol. 17r “Ytt vn quadro pequeño de Nra Señora de la o apreçiado en doze Rs…”, AHPSe 3721,
fol. 16r “Ytt vn quadro con nor sor con la cruz en los hombros
apreçiado en ocho Rs
33. AHPSe 3721, fol. 16r “…Ytt vn quadro de nra sra san Joseph y el niño Jesus en la cuna apreçiado en mill Rs...”,
fol. 16v “…Ytt vn quadro con nra sra de los Angeles con vna moldura Ancha y dorada apreçiado en mill y çient Rs…”, fol.
16v “Ytt vn quadro con santta Rossa con vna moldura Ancha y dorada apreçiado en seisçientos Rs…”
34. AHPSe 18631, fol. 277r.
“...doce paysitos pequeños...”, “...Tres
payses medianos...”, AHPSe 18631,
fol. 278r “...Un pais de mas de abara por lo ancho y en el un san pedro...”, “... dos payses
por lo largo el uno de a dos baras
y media y el otro mas pequeño
en bastidores...”“...Tres paises de a mas de la bara /278v/ en bastidores...”“otro pais algo mas pequeño...”, AHPSe 18631, fol. 278v. “...siete payses grandes
de a siete quartas por lo
ancho en bastidores...”
“...siete payses grandes los sinco en bastidores y los dos con molduras...” “...siete payses pequeños con sus moldiras ordinarias...”, AHPSe 18631,
fol. 279r “...Un pais de a una bara de ancho con su moldura...”
35. AHPSe 18631, fol. 278v. “...Dos ramilleteros de pintura con
sus molduras ordinarias de a bara de alto”... “...Otros quatro ramilleteros de pintura
con sus molduras ordinarias
de a bara de alto...”“...cinco fruteros
y rramilleteros pequeños...”
36. AHPSe 18631, fol. 277r “...Quatro
quadros de retratos de los reyes y princesas pequeños...”
37. AHPSe 3721, fol. 15r“ytt doze paises pequeños de nauios con molduras de negro apreçiados cada vno a ttreinta y ttres Rs…”
38. AHPSe 3721, fol. 15r “ytt çinco paises grandes de diferentes fabulas apreçiadas a doçientos y veinte reales cada vno…”, AHPSe 3721, fol. 16r “Ytt ttres paises para sobrepuertas con diferenttes fabulas apreçiado cada vno a ochenta y ocho Rs…”, AHPSe 3721,
fol. 16v, “Ytt vn pais de poco mas de vara en quadro con la fabula de narçiso apreçiado en sesenta Rs…”
39. AHPSe 3721, fol. 16r “Ytt tres paises de vara de Ancho
para entre puertas apreçiados en nouenta Rs...”, AHPSe 3721, fol. 16r Ytt quattro paisillos pequeños
apreçiados todos en veyntte Rs…”, AHPSe 3721, fol. 16v “Ytt vn paisillo
de vna terçia de ancho apreçiado en veintte
Rs…”, AHPSe 3721, fol. 16v “…Ytt seis paises
de vara y mª de largo apreçiados
a ttreinta y ttres Rs. Cada vno…”, AHPSe 3721, fol. 16r, “…
Ytt dos paises de vara y media de largo ttodo
de zelajes apreciados a ochentta y ocho
Rs cada vno…”, AHPSe 3721, fol. 17r “Ytt quattro paises pequeños de sombras apreçiados cada vno a ttreintta Rs…”
40. AHPSe 3721, fol. 15v “…Ytt doze quadros de doze seuilas de cuerpo enttero apreçiados a sesenta y seis Rs de vellon cada vno…”
41. AHPSe 18631, fol. 272r
“...catorce laminas
en cobre con sus molduras de ebano de pintura
de flandes de batallas y paises de a poco mas de bara con la moldura por lo ancho...”“... Otras cinco laminas en cobre de pintura de flandes con molduras de ebano las quatro de ellas de a media bara de
alto poco mas o menos y la otra de a tres quartas por lo ancho de un santo crucifixo con la cruz a
cuestas...”“Veinte
y dos laminas pequeñas con sus molduras contrahechas de ebano de paises y otras cosas...”, AHPSe 18631, fol.
278r. “Una lamina de cobre y en ella pintada unaYmagen de nuestra sa del rosario con su marco de evano y guarnicion de pta...”, AHPSe 18631, fol. 278v
“...dos laminas con sus marcos de ebano de a media bara de alto la una de un Sto Cristo y otro el salvador...”
42. AHPSe 3721, fol. 15r “ytt doze laminas
de cobre con la historia de
dauid de mas de çinco
43. quarttas de largo con molduras anchas de evano apreçiadas cada vna en
mill Rs de von…”, AHPSe
3721, fol. 17r, “Ytt
vna laminita pequeña con el Santto Nazimiento con vna moldura de evano apreciada en veintte
Rs…”, AHPSe 3721, fol. 15v “Ytt vna lamina con
vn exse omo
con moldura de evano apreçiado en treçientos
Rs…”
44. AHPSe 18631, fol. 272r “...Una
echura de San miguel dorado
y estofado con su peana dorada...”
45. AHPSe 18631, fol. 272r
“... Un niño jesus baciado encarnado con su peana dorada y una tunica de gasa
con sus puntas…”
46. AHPSe 18631, fol. 272r
“... Una hechura de un sto Cristo de escultura de margil de dos tercias en una cruz...”“Un
tabernaculo pequeño y en el un sto Cristo de una tercia
de alto...”
47. AHPSe 3721, fol. 16r
“…vna echura de vn cristo de marfil en vna cruz de evano apreçiado en dozientos Rs…”
48. AHPSe 3721, fol. 17r “…Ytt vna echura
de nra sª de la consepzon de madera con su peaña
dorada apreçiada en ttreçientos y ttreinta Rs…”, “…Ytt vna echura de san Anttº de escolttura apreçiada en ttreçienttos
y ttreintta Rs con su peaña dorada…”,“…Ytt vna echura
de vn niño Jesus de esculttura con su peaña dorada apreçiada
en ttreçienttos y ttrª Rs…”, “…Ytt vna echura de sn
Migl de esculttura con su peaña dorada apreciada
en trezos y
ttrª Rs…”, AHPSe 3721,
fol. 17v “Ytt dos Angelittos de varro dados de varnis y dorado apreçiados en çientto y cinquenta Rs…”
49. AHPSe 18631, fol. 279r “…Una
custoria de plata con su peana de mas de una bara de alto
que dixo el dho manuel gonçalez se de a la cofradia del smo sacramento de la yglesia de sra sta ana de triana…”