Juan Francisco MOLINA ROZALEM

Fortificaciones de la Banda Morisca en la provincia de Sevilla

Sevilla, Dip. Provincial, Servicio de Archivo y Publicaciones, Arte Hispalense 109, 2016. 199 págs.

ISBN: 978-84-7798-397-2

 

Fortificaciones de la Banda Morisca en la provincia de Sevilla es una monografía en la que Juan Francisco Molina Rozalem sintetiza el grueso de su obra de investigación y tesis doctoral acerca de la red de construcciones defensivas del Reino de Sevilla en sus fronteras con el Reino Nazarí de Granada durante la Baja Edad Media.

 

Juan Francisco Molina Rozalem, doctor en arquitectura, actualmente ejerce su labor profesional a la vez que forma parte del grupo de investigación “Estrategias de Conocimiento Patrimonial” de la Universidad de Sevilla. Tras licenciarse en dicha universidad en 2006, cursó el Máster Universitario en Arquitectura y Patrimonio Histórico del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, obteniendo su Diploma de Estudios Avanzados con el trabajo Arquitectura defensiva en la Banda Morisca: el castillo Lopera como prototipo de torre vigía. En 2014 saltó al panorama nacional con su tesis doctoral Arquitectura defensiva en las fronteras del reino de Sevilla durante la Baja Edad Media. Implantación territorial de las fortificaciones y análisis de la Banda Morisca. Dicho trabajo, con calificación cum laude, obtuvo el galardón Premio Defensa por el Ministerio de Defensa a la mejor tesis doctoral leída y aprobada en 2014. Además de la publicación de esta monografía, el autor ha colaborado con publicaciones en revistas, capítulos de libros y participa regularmente en congresos y simposios.

 

La obra que reseñamos en esta ocasión conforma el 109 de la Colección “Arte Hispalense”. En ella, el autor aporta un conjunto de conocimientos claros y concisos, procedentes de su línea de tesis doctoral; aunque perfectamente asequibles para un lector medio. Se trata de un libro de temática muy novedosa, bien estructurado, con apartados diferenciados y que logra transmitir la totalidad de la información; completando así en cierto sentido el conocimiento existente anteriormente en este ámbito.

 

Fortificaciones de la Banda Morisca en la provincia de Sevilla se estructura en ocho grandes apartados. De esta forma, los tres primeros temas son introductorios. Ocupan, entre los tres, treinta y seis páginas, y ponen a disposición del lector todos los conocimientos históricos y geopolíticos del ámbito sevillano bajomedieval necesarios para el entendimiento del grueso de la obra, que lo conforma el cuarto punto, del que hablaremos más tarde. Tratan de aspectos tales como el contexto de la conquista de Sevilla y  su inmediata reorganización, el papel de las órdenes militares, el marco socioeconómico del reino y su organización interna.

 

Tras estas páginas introductorias, el autor comienza el mencionado punto número cuatro, donde desarrolla el aspecto principal de la obra: el análisis morfológico y situacional de diversas fortalezas de la denominada Banda Morisca y la zona fronteriza ubicada al sureste de Sevilla que colindaba con los musulmanes granadinos. Son ocho las edificaciones que analiza: las torres del Águila, Lopera, Bao, Gandul y la del homenaje del castillo de Morón, así como los castillos en su totalidad de Utrera, las Aguzaderas y Alcantarilla.

 

Este capítulo es el más extenso y donde se desarrolla el motivo de la obra. Cada una de estas fortificaciones tiene un subíndice propio: primeramente, se introduce la crónica histórica del emplazamiento, después desarrolla la descripción del edificio en todos los aspectos y termina con un apartado de situación y enlaces visuales, en el cual se ofrece una visión actual de la localización y estado del conjunto, así como de su relación geográfica con otras fortalezas. Al final se añade un dibujo del autor del alzado y la planimetría de la construcción en cuestión.

 

El volumen concluye su cuerpo de información con un tema dedicado al “análisis y comparación tipológica”, que viene a arrojar las conclusiones acerca del estudio anteriormente expuesto sobre las edificaciones defensivas en temas de morfología, posible autoría de los edificios, similitudes y diferencias y los motivos de estas, historia de las mismas durante el periodo medieval, etc.

 

Para finalizar, la monografía se complementa con dos apartados (además del necesario dedicado a bibliografía) que son absolutamente imprescindibles para la comprensión de la obra: el cuadro y las ilustraciones. A excepción de un dibujo del siglo XVI, todo el material gráfico aportado es de autoría propia. Se incluye un cuadro comparativo entre las edificaciones con el objetivo de vislumbrar de manera completa la información básica de las estructuras defensivas en caso de que queramos compararlas entre sí y ver sus rasgos definitorios. De la importancia de las ilustraciones poco podemos añadir, es fácil imaginar lo clave que es compaginar la descripción de un edificio con una fotografía del mismo. Se incluyen una o dos láminas de cada una de las construcciones analizadas, un mapa de la Banda Morisca e ilustraciones de otras construcciones de la Banda no analizadas, pero sí mencionadas en el transcurso de la monografía.

 

El libro mantiene en todo momento su principal premisa: estructuración y claridad. Gracias a ello, consigue que para el lector sea una tarea sencilla asimilar los conceptos y explicaciones propuestas. Por otra parte, el autor otorga a menudo explicaciones de la terminología arquitectónica y artística usada que facilitan su comprensión por parte del público menos especializado, haciendo de ella una obra accesible.

 

En las cuestiones de materia, el libro está muy completo y no deja cabos sueltos. Induce al lector a sacar conclusiones durante las explicaciones, avanzando alguna que otra durante las mismas (además de diversas anécdotas acerca de las torres y castillos que añaden un punto de interés) pero dejando el grueso para el final, lo cual beneficia el hilo narrativo y el seguimiento de la tesis del autor.

 

En cuanto a los aportes bibliográficos, la monografía muestra una cuantiosa cantidad de fuentes primarias obtenidas en multitud de archivos (Municipal de Sevilla, Ducal de Medinaceli, Municipal de Morón de la Frontera, Ducal de Frías…) así como de apuntes bibliográficos procedentes de personalidades estudiosas del ámbito sevillano y andaluz, como lo son Miguel Ángel Ladero Quesada, Manuel García Fernández, Antonio Collantes de Terán Sánchez o Rafael Sánchez Saus.

 

En conclusión, la obra reseñada se constituye como uno de los mejores aportes del ámbito arquitectónico medieval militar sevillano, doblemente meritorio por la ausencia de fuentes específicas sobre dichas construcciones y necesitándose una intensa labor de campo por parte de Molina Rozalem. Así pues, el libro aporta información muy importante, con una impresión de calidad y una estructura sencilla que facilitan la lectura y el entendimiento de los conceptos propuestos.

 

Agustín Díaz Romero

Universidad Autónoma de Madrid

 

atrio n.º 23 | 2017

ISSN: 0214-8293