Iniciada su construcción
en 1572 sobre las ruinas del antiguo templo mayor de Tenochtitlán,
la catedral de México constituye uno de los elementos más
representativos de la arquitectura de la capital azteca. La impresionante
fachada principal cuenta con elementos barrocos y neoclásicos (concluida
en 1813) que se funden para crear un conjunto de gran armonía y belleza.
La catedral de planta basilical cuenta con cinco naves, siendo de capillas
las extremas. El proyecto original contemplaba la construcción de
cuatro torres que enmarcarían la cúpula, aunque tan sólo
se construyeron dos de ellas.
La portada principal se abre al Zócalo, conformando con el Palacio
Nacional al este, los edificios administrativos gemelos del Departamento
del Distrito Federal al sur y al oeste los antiguos portales de mercaderes
el espacio público por excelencia del DF.