Enclavada en el extremo
norte de Perú, Piura y su puerto, Paita, siempre han jugado un papel
de vital importancia en la historia de Perú. Fue en el actual Departamento
de Piura donde desembarcó Francisco Pizarro con sus huestes en 1532
y fue también aquí por donde entrarían las primeras
ideas revolucionarias previas a la independencia. Aunque la costa norte
de Perú es desértica, sus habitantes han sabido aprovechar
los ríos que la cruzan para generar una rica agricultura. Fueron
esta actividad agropecuaria y su posición estratégica en el
camino hacia Lima las que hicieron florecer a la ciudad durante la colonia
y la temprana república. Fruto de esta época de esplendor
son algunas de las casonas coloniales que aún se conservan. Este
plano esta contenido en el Atlas Geográfico del Perú
de Mariano Felipe Paz Soldán, uno de los primeros atlas confeccionados
tras la independencia del país andino. El atlas contenía cuarenta
y cinco mapas y planos completados con una profusa información estadística
sobre las localidades topografiadas. Como complemento a los mapas y planos
el atlas incluía veintitrés fotografías y dibujos sobre
las zonas que visitaron los autores.