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[Montevideo, Uruguay. Balneario de
Carrasco]
1 fotografía
: byn. ; 20x15 cm
Uruguay :
[s.n.], [192-?]
Antes
de la creación de Carrasco ya existían en Montevideo dos balnearios
concurridos mayoritariamente por sectores populares, Pocitos y Ramírez,
donde la costa era utilizada como lugar de baños y esparcimiento.
Carrasco surgió como un nuevo y distinguido balneario para los sectores
de mayores recursos, producto de un emprendimiento privado impulsado por
Alfredo Arocena, quien se inspiró en los balnearios europeos que visitó
a fines del siglo XIX. Su lejanía y difícil acceso desde
la ciudad aseguraban su exclusividad, siendo inaccesible para quienes dependían
únicamente del transporte colectivo. El paisajista francés
Carlos Thays -quien era Director de Paseos de Buenos Aires-, estuvo a cargo
del trazado en 1911, mientras que la responsabilidad de las obras recayó
en el Ingeniero uruguayo Federico E. Capurro. Thays también realizó
en Montevideo el proyecto del Parque Central y el de ampliación
del Parque Urbano (actuales parques Batlle y Rodó respectivamente).
En Carrasco plasmó las concepciones pintoresquistas y de ciudad
jardín del urbanismo europeo de fines del siglo XIX, conjugando
criterios higienistas y estéticos. Estos principios se reflejaron
particularmente en la abundancia de áreas verdes y en la geometría
del trazado de calles curvilíneas con perspectivas cambiantes y marcada
simetría realzada por la localización de edificios jerárquicos
como el Hotel y la Capilla. Los predios amplios con construcciones exentas
y abundante vegetación definen las características del tejido,
en un conjunto urbano donde se integran visual y especialmente los espacios
públicos y privados. Las excepcionales calidades ambientales y espaciales
del entonces Balneario y hoy barrio costero de Montevideo, determinaron
su actual reconocimiento como área de valor patrimonial protegida
por una normativa especial.