Montevideo - Uruguay
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  Fondo IHA (Montevideo, Uruguay)
                            

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[Montevideo, Uruguay. Estación del Ferrocarril Central "General Artigas"]
1 fotografía : byn. ; 23x16 cm
Uruguay : [s.n.], [s.a.]

La Estación del Ferrocarril Central, representa la fase de modernización económica transitada por el Uruguay en el último tercio del siglo XIX. Tratándose de un país con una economía esencialmente agroexportadora, la progresiva tecnificación del campo se complementó con la red ferrocarrilera de estructura radial con vértice en la capital, cuyo puerto centralizó las relaciones comerciales con el resto del mundo. El edificio, situado junto al puerto de Montevideo, no sólo materializó el acceso al país, sino que reflejó la modernidad imperante con el nuevo programa arquitectónico capaz de asemejar Montevideo a las grandes capitales europeas.El edificio es obra del ingeniero italiano Luigi Andreoni, autor de numerosas obras de alta significación y presencia en la ciudad. Para entonces era habitual la contratación de técnicos extranjeros, ya que aunque algunos uruguayos viajaban para estudiar en el exterior, el primer arquitecto formado en el país se graduó en 1894.

La Estación Central del ferrocarril, constituye un ejemplo relevante de la orientación arquitectónica del período, por su doble condición ecléctica manifiesta en las técnicas constructivas empleadas y en su lenguaje arquitectónico.Tipológicamente constituye un ensamble del tipo nave, con pabellones de mampostería que lo abrazan por tres de sus lados formando una U.La gran nave que contiene los andenes, fue concebida a escala de la máquina. Su cubierta -de las primeras en Sudamérica con tal extensión y altura-, evidencia la incorporación de nuevas tecnologías con una estructura de hierro de índole ingenieril, cuyo diseño resulta del cálculo. La iluminación cenital aportada por bandas de claraboyas longitudinales acentúa su liviandad. En tanto la cubierta apoya sobre el cuerpo de mampostería perimetral, éste define las fachadas interiores de la nave otorgándole el carácter urbano de plaza techada. En contrapunto con la nave, el pesado cuerpo de mampostería contiene las oficinas administrativas y servicios al público. Aún en su concepción a escala humana, el gran hall de espera evoca la espacialidad de los salones de fiestas, donde la sociedad burguesa del novecientos ostentaba su posición.

Sus fachadas obedecen a normas de composición académicas, con destaque volumétrico del acceso ubicado en el eje y estudiados ritmos en la disposición de vanos y en la galería que dialoga con la ciudad. Su formalización apela al eclecticismo historicista, con referencias italianizantes apreciables en el almohadillado renacentista y en el carácter manierista de sus columnas apareadas, a lo que se suma la impronta afrancesada de las mansardas que coronan el acceso y las esquinas. El cuerpo de mampostería oficia de cobertura de una estructura de tipo industrial, para dignificar al edificio en su imagen urbana y elevarlo a símbolo del país exportador.