La Universidad Pablo de Olavide ha rendido homenaje esta mañana al profesor Ramón Ramírez Gotor en un acto emotivo, organizado por la Facultad de Ciencias Sociales y por el Departamento de Sociología de la UPO y que ha congregado a compañeros, alumnos y amigos que han recordado la figura de un profesor de gran “dignidad e integridad”, “un hombre de sólidos pensamientos y fuertes convicciones”.

La decana en funciones de la Facultad de Ciencias Sociales, Rosa María Díaz Jiménez, ha destacado la entrega del profesor al alumnado, subrayando que “fue un profesor de una rebosante humanidad a la vez que magnífico docente”. Rosa Díaz ha señalado que “tenía una auténtica pasión por transmitir su pensamiento crítico, y que lo hacía con rigor científico, a la vez que a todas horas estaba dispuesto a sostener y ayudar a quienes lo necesitaban”.

Ramón Ramírez Gotor fue elegido padrino honorífico de las distintas promociones de la Facultad. “Mantenía una fuerte complicidad con el alumnado. Después de haberse marchado su espíritu permanece en el corazón de todos los que le conocieron”, ha añadido la decana, quien también ha puesto en valor “su rebeldía y su lealtad”.

Asimismo, desde el Departamento de Sociología se ha querido “recordar a un profesor muy querido por sus compañeros y su alumnado”. Antonia María Ruiz Jiménez, directora del Departamento, ha recalcado que “Ramón era humilde, honesto, un trabajador incansable sin el que esta Universidad no sería hoy lo que es”. “Ramón ha estado aquí desde siempre, parece que nació con la UPO”, ha subrayado la directora.

Tras las palabras de compañeros, alumnos y amigos, algunas de las personas más allegadas al profesor han procedido a descubrir una placa conmemorativa en su nombre: “Ni las tormentas, ni las calimas, ni los cantos de sirenas, ni la sin razón de la obcecación interesada os han desviado en vuestro camino a Ítaca. El viajero sabe que es el camino lo más importante, más que el abrigo del puerto seguro”.

A continuación, y como cierre del acto, ha tenido lugar un homenaje artístico, en el que se ha combinado poesía y danza a partir de la ‘Canción del pirata’, de José Espronceda.