La Universidad Pablo de Olavide inaugura mañana martes 7 de febrero la programación de “La UPO de Cine” con la proyección del documental “La Fortenesse”, del realizador Fernand Melgar. La cita es a las 19:30 horas en el espacio sociocultural “El Entramado” (edificio 42). La entrada es libre hasta completar aforo.
La UPO incorpora así el cine a la programación de su agenda cultural con la proyección de este documental de Fernand Melgar, realizador galardonado con el I Premio Rosario Valpuesta, otorgado por la Universidad Pablo de Olavide y el Festival de Cine Europeo de Sevilla, cuya cinematografía destaca por su profundo carácter social.
La sesión será presentada por la profesora de la UPO Beatriz Macías Gómez Estern, que actualmente desarrolla su trabajo de investigación en el marco de la Psicología Cultural, quien dirigirá el debate posterior.
Comprometido con el cine y la realidad y con un fuerte sentimiento de rebeldía contra la desigualdad social, Fernand Melgar contrapone la rigidez del mundo con la sencillez y la humanidad de cada uno de los personajes que retrata en sus películas. Sus trabajos reflejan un profundo respeto por “el otro”. La de Melgar es una mirada diferente sobre una situación social que mantiene sus viejos fantasmas y sigue sumando nuevos. Nacido en el seno de una familia española exiliada en Tánger, Melgar (1961) se crio en Suiza, donde emigraron sus padres en 1963 para trabajar como labradores estacionales. Agitador cultural, crea espacios míticos del underground suizo de los 80 como el Cabaret Orwell (la Meca la contracultura francófona suiza) y el club de rock de Lausana La Dolce Vita donde se ofrecían con frecuencia programas de proyecciones de video-arte. Autodidacta, Melgar da un giro hacia la realización de documentales en 1985 al ingresar en el colectivo de cineastas Climage, dirigiendo más de una docena de títulos considerados hitos de la temática de la inmigración y la identidad.
Sinopsis de “La Forteresse” (2008): Una visita a un centro de recepción de solicitantes de asilo político en Suiza. 200 hombres, mujeres y niños esperan el veredicto de las autoridades del país con la política más restrictiva de Europa al respecto. Las relaciones que se establecen entre los solicitantes y los funcionarios caminan entre la empatía y la desconfianza. Sólo el 1% consigue finalmente el estatuto de refugiado. Para el resto, un permiso provisional de residencia, en el mejor de los casos, o 24 horas para abandonar el país. 60 días -el tiempo en el que debe dirimirse el proceso- entre los muros de la fortaleza.
