Universidad Pablo de Olavide, Sevilla.
Calidad
La mejora de la calidad del servicio que presta la universidad a la sociedad es, con toda probabilidad, el reto más importante que esta institución debe afrontar a las puertas del nuevo milenio.
A nivel estatal el Consejo de Universidades del Estado impulsó en 1995 el "Plan Nacional de Evaluación de la Calidad de las Universidades", en el que se establecía que la puesta en práctica de políticas de calidad constituía una irrenunciable vocación académica y científica.
Aunque la calidad no ha alcanzado una conceptualización unánime, ni se ha llegado a un consenso mayoritario que la caracterice, en nuestro país, comienzan a instalarse nuevos modelos de gestión y de evaluación orientados a la mejora de la calidad. Desde la evaluación se profundiza en la responsabilidad democrática de los órganos de gestión institucional con vistas al establecimiento de un consenso que fomente el debate público de los objetivos y logros de las universidades.
La evaluación de las instituciones universitarias tradicionalmente se ha limitado a las personas: conocer el grado de satisfacción del alumnado como personas usuarias a través de encuestas sobre el profesorado y sus materias, o evaluar la actividad investigadora del profesorado a partir de la producción científica. Sin embargo, cada vez con más insistencia, se demanda una evaluación de los procesos que permita determinar de qué forma la institución se aproxima a las metas preestablecidas y cómo se procede en el complejo desarrollo de la producción y distribución del conocimiento, lo que justifica evaluar la docencia, la investigación y la gestión.