Sinópsis: Una aproximación a la tradición constructiva de vivienda más antigua de Mesoamérica necesita apoyarse en evidencia que vaya más allá de lo que los propios inmuebles que sobreviven hasta nuestros días puedan revelar. Se trata de la evidencia genética, lingüística y arqueológica de los linajes poblaciones que se han adaptado a territorios geográficos específicos. Esto es, la arquitectura vernácula mesoamericana es un gran ejemplo de los modos de adaptabilidad que distintas poblaciones han hecho a ecosistemas muy variados. Para acercarnos al estudio de los patrones tipológicos o del uso de materiales vegetales regionales, es necesario un modelo de análisis geográfico que incluya indicadores de biodiversidad, productividad, áreas de ocupación y densidad poblacional. Para ello emplearemos el modelo desarrollado por Lewis Binford en su opus magna, «Frames of Reference…», al que añadimos los datos de las familias lingüísticas y los linajes genéticos que habitan los diversos rincones de Mesoamérica. En este sentido, el libro usa la tipología de arquitectura vernácula como una manifestación de la riqueza cultural con la que los pueblos originarios de México se han adaptado a un territorio sumamente complejo y diverso.