SALUDO DEL RECTOR

Cumplimos 25 años de esfuerzo, de trabajo, de sueños y de ilusión. 25 años que nos han permitido posicionarnos como una universidad pública pionera, singular y cercana, una institución de referencia que ha sabido estar a la altura del proyecto diferenciador y comprometido que un día imaginó su fundadora Rosario Valpuesta.

Son muchos los recuerdos e imágenes de estas primeras décadas de nuestra Universidad. Paisajes, proyectos y personas que nos han transformado, que han cambiado nuestra manera de entender el mundo y que nos han ido calando poco a poco, en silencio.

Echando la vista atrás, solo puedo decir que siento orgullo y agradecimiento. Orgullo porque en menos de tres décadas nos hemos convertido en ejemplo de institución vanguardista, inclusiva, integradora y constructora de una sociedad menos inerme. A pesar de nuestra juventud podemos decir que ya estamos marcando el paso, siempre unívoco y seguro. Y esto ha sido gracias al esfuerzo de muchas personas que han entregado a este proyecto una gran parte de su vida.

Por ello, no podemos estar sino profundamente agradecidos, por contar con personas que han dado lo mejor de sí mismas para levantar esta Universidad. Profesorado, estudiantado, personal de administración y servicios, que cada día, con su dedicación, con su ejemplo, con su buen hacer y, sobre todo, con su compromiso, la han ayudado a crecer.

Y como dice nuestro lema, ‘Olavide, por 25 MÁS’. Seguiremos trabajando por más docencia, más investigación, más igualdad, más transferencia, más cultura social, más innovación, más diversidad, y mucho más compromiso con nuestra sociedad. Sabemos que nuestra Universidad tiene mucho que aportar y que decir. No hemos hecho más que empezar.