En 2024, España sigue impulsando las energías renovables insostenibles basadas en la especulación y en el desarrollo masivo de instalaciones a gran escala realizadas con mínimas garantías ambientales, sin el consenso social necesario y buscando el máximo desarrollo en el mínimo tiempo. El nuevo Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) marca objetivos que incurren nuevamente en los mismos errores, en un contexto de disminución de la demanda energética.