El presentador de radio José Guerrero Roldán, más conocido como ‘El Yuyu’, ha afirmado hoy que hacer reír a la gente es la tarea más complicada que existe. Así lo ha manifestado con motivo de la celebración del seminario ‘Habla…bla…blabla. Aprende a hablar mejor: Convence y persuade’, que se está celebrando en el marco de los cursos de verano de la Universidad Pablo de Olavide en Carmona. En dicho curso ha impartido la conferencia ‘Ser serios no quiere decir ser aburridos. Humor’.

Con respecto a la forma de conseguir arrancar una sonrisa a los demás, el comunicador no tiene secretos: trabajo, trabajo y trabajo, aunque admite que muchas veces ni se lo plantea, porque es parte de su labor cotidiana, a la que está acostumbrado. Pero es algo necesario, sobre todo ahora “que todo el mundo está muy mal y amargado, por lo que necesita de buenos ratos”.

Aunque con humor se digiere todo un poquito mejor, que en muchas ocasiones contribuye a quitarle hierro a las adversidades de la vida: “El humor lo que hace es quitarle trascendencia a muchas cosas que nos parecen barbaridades. Por ejemplo, que un equipo baje a segunda división no es ninguna tragedia, puesto que hay cosas muchos peores y, sin embargo, a la gente le puede afectar mucho, como que suba la gasolina, que le bajen 100 euros del sueldo… Hombre, nos puede disgustar más o menos, pero no se trata de convertirlo en un drama. El humor sirve para desdramatizar, de tal manera que, cuando llegues a una situación realmente mala, sepas valorar lo que realmente tienes y relativizar las cosas”, afirma ‘El Yuyu’.

En relación a las habilidades que debería tener un buen comunicador, José Guerrero cree que lo primero que hay que intentar es que la gente se quede con el mensaje que estamos lanzando, porque muchas veces “hasta los anuncios de televisión están rodeados de tecnicismos y lo que quieres vender se queda diluido. Pasa muchas veces con el tema del humor, porque hay anuncios en los que te ríes mucho, pero después no te acuerdas de lo que has anunciado. Eso es fundamental, porque si estás comunicando algo, lo primero que quieres es que el mensaje llegue claro. Y para ello hay que hablarle a la gente en un término que ellos controlen”, sostiene.

Sobre el miedo que las personas experimentamos a veces a hablar en público, el humorista cree que obedece a una sensación de hacer el ridículo: “Por mi experiencia, llevo muchos años dedicados al mundo de la radio y la televisión, y es verdad que en un principio todo el mundo tiene miedo a hablar en público porque parece que cuando te equivocas vas a meter la pata, que es lo que tememos todos, y se va a enterar todo el mundo”. Pero asegura que hay que relativizar todo esto y perder el miedo a equivocarse, que los demás no van a fijarse tanto en el fallo que piensas que has tenido, que no es para tanto.

“Soy mecánico de automoción, administrativo, relaciones públicas, maestro de música y, la rareza de todo, es que por último acabé metido en todo esto. Estudié muchas cosas y, al final, he acabado en algo que no tenía absolutamente nada que ver, pero son los misterios de la vida”, concluye el humorista.