CENTRO ANDALUZ DE BIOLOGÍA DEL DESARROLLO - CABD
Con fecha 24 de mayo de 1993, la entonces denominada Secretaría de Estado de Universidades e Investigación del Ministerio de Educación y Ciencia (MEC) y la Consejería de Educación y Ciencia de la Junta de Andalucía (CEC) suscribieron un Convenio para impulsar el desarrollo del llamado Laboratorio Andaluz de Biología (LAB). En cumplimiento de dicho Convenio, la CEC ha construido un edificio de unos 6.000 m2, por un importe de mil millones de pesetas, destinado a sede del LAB, situado en terrenos del Campus de la Universidad Pablo de Olavide (UPO). Por su parte, el MEC a través del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha procedido a su amueblado y equipamiento adicional, por un importe de quinientos millones de pesetas.
El 18 de febrero de 2000, la CEC, el CSIC y la UPO firmaron un Protocolo de Colaboración para la puesta en funcionamiento del LAB, como paso previo a la creación del Centro Mixto “Laboratorio Andaluz de Biología”.
El pasado 6 de mayo de 2003, la consejera de Educación y Ciencia, Cándida Martínez, la rectora de la Universidad Pablo de Olavide, Rosario Valpuesta, y el presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Emilio Lora-Tamayo, firman un convenio que permite la creación del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo, CABD, que tendrá carácter mixto y que se convertirá en el primer centro de investigación en España dedicado exclusivamente a esta rama de la biología.
El CABD se configura como una estructura operativa de servicios especializados para el desarrollo de un proyecto científico competitivo, como centro de investigación avanzada en biología y que redunde en beneficio del desarrollo científico de España, en general, y de Andalucía en particular.
El pasado 4 de abril de 2008 se inauguró la Plataforma de Genómica Funcional del CABD, una instalación de 3.000 peceras en la que se investiga con peces cebra para avanzar en el conocimiento de las bases genéticas de enfermedades hereditarias en humanos. La instalación ha sido financiada por la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta de Andalucía, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, la Universidad Pablo de Olavide, el Ministerio de Educación y Ciencia y la Fundación Conocimiento y Cultura.