En memoria del profesor Pedro Ribera
Hace unos días falleció nuestro amigo y compañero Pedro Ribera Rodríguez, catedrático de Física de la Tierra en el Departamento de Sistemas Físicos, Químicos y Naturales de la Universidad Pablo de Olavide. Pedro se doctoró en Física en la Universidad Complutense, completó su formación con estancias en las Universidades de Virginia y Columbia y, tras pasar dejando un inolvidable recuerdo por el campus de Ourense de la Universidad de Vigo, se incorporó a la UPO en 2001. Fue por tanto, uno de los pioneros de esta universidad, desde donde desarrolló una intensa actividad docente e investigadora, cuyos frutos se reflejan en los numerosos estudiantes que pasaron por sus clases o hicieron la tesis doctoral con él. Los más de 70 artículos que publicó y su impacto pueden rastrearse en las bases de datos bibliográficas al uso, pero lo que estas no pueden reflejar es su personalidad.
En su carácter prevalecía el humor, su apariencia imperturbable le permitía gestionar un ingenio rápido y brillante que hacía que cualquier persona que se le acercase terminase con una sonrisa a la hora de despedirse y la sensación de haberse encontrado con una persona noble e inteligente. Pedro se caracterizaba por su bonhomía y generosidad. Siempre dispuesto a ayudar, jamás tuvo un mal gesto ni una palabra ofensiva para nadie, incluso cuando tuvo que vivir las sátiras a las malas rachas del Atleti, del que, como la mayoría de su familia era hincha. Con todo ello, lograba crear siempre un ambiente amable y alegre a su alrededor. Estas cualidades afloraron todavía más durante su larga y dura enfermedad, que afrontó con el mismo valor, talante y serenidad que le caracterizaron.
Compartimos con Pedro clases, congresos, trabajos de investigación y también inolvidables viajes y ratos de ocio. El hueco que nos deja a quienes le conocimos de cerca nos será muy difícil de llenar, pero nunca tanto como a Elena, Manuela, Carlos y Julia y el resto de su familia, en quienes deja una huella perenne.