Recetas de alumnos de Nutrción Humana y Dietética de la UPO.
1 de mayo de 2022
Risotto de champiñones
TIEMPO: 1 hora
DIFICULTAD: Media
COSTE: Medio
COMENSALES: 4
INGREDIENTES:
Arroz 300 g
Champiñones 250 g
Ajo (1 diente)
Cebolla 200 g
Aceite de oliva virgen extra (cuatro cucharadas soperas, unos 35 g)
Vino blanco (media taza)
Caldo de verduras (1 litro)
Queso grana padano (100 g)
Sal (al gusto)
ELABORACIÓN:
Cortamos los champiñones en láminas (si no los compramos laminados) y la cebolla y el ajo en brunoise.
Calentamos AOVE en nuestra olla y sofreímos el ajo y cebolla durante unos 10 min a fuego medio.
Añadimos los champiñones hasta dorarlos.
Adicionamos el arroz. Lo mantenemos así 3 minutos hasta que se dore.
Vertemos el vino blanco y lo dejamos reducir.
Empezamos a verter poco a poco el caldo de verduras. El procedimiento consiste en añadir unos 2 cazos de caldo y remover sin parar hasta que reduzca. Continuamos este procedimiento hasta que el arroz tenga la textura que nos gusta.
Probamos la sal cuando terminemos de añadir el caldo. Es el momento de añadir sal si fuera necesario.
Apartamos del fuego y añadimos el queso grana padano, que se debe derretir con el calor residual del arroz, y removemos muy bien.
PUNTOS CRÍTICOS:
El truco para que el arroz salga meloso es nunca echar demasiado caldo y no parar de remover durante toda la elaboración.
Cuidado con la sal ya que tanto el caldo como el queso van a salar al plato. Por ello, es mejor probar al final y solo añadir sal si fuese necesario.
INFORMACIÓN EXTRA:
El costo total es medio debido al elevado precio del queso grana padano, ya que no hay que descuidar la calidad de éste queso porque va a marcar el sabor final. El resto de ingredientes no son caros.
ANÁLISIS DEL RESULTADO:
Es un plato que ha gustado mucho en casa ya que estábamos acostumbrados a los risottos con nata que sirven en muchos bares. Comer un plato de arroz tan meloso y sin la pesadez de la nata ha sido muy grato. Lo vamos a repetir.
Una crítica generalizada que han hecho todos los comensales ha sido que a la cebolla le faltaba un punto de cocción. La solución sería poner el fuego más bajo y darle más minutos de cocción a la cebolla antes de añadir los champiñones.