Pechuga de pollo al horno

Esta forma de hacer la pechuga al horno es una buena opción si quieres probar una manera diferente de comer pollo más allá del típico filete a la plancha. Es una receta ideal para una cena o para acompañar de otros platos.
– Nivel de dificultad: fácil-media.
– Tiempo de preparación: 30 minutos aproximadamente.
– Ingredientes para 2 personas:
- 2 pechugas de pollo sin piel
- 1 tomate mediano.
- 1 bola de mozzarella o mozzarella rallada.
- 2 cucharadas de aceite de oliva.
- Sal y pimienta al gusto.
- Orégano
- Albahaca
- Ajo en polvo.
– Preparación:
- Precalentar el horno A 200°C mientras preparamos las pechugas.
- Sellar las pechugas, este paso es clave ya que si no marcamos corremos el riesgo de que las pechugas queden muy secas.
- En una bandeja o fuente de horno, colocamos un chorrito de aceite de oliva y ponemos las pechugas.
- Mezclamos el orégano, el ajo en polvo, la albahaca y el aceite y untamos las pechugas.
- Hacemos cortes profundos en las pechugas. Cortamos los tomates en rodajas finas y los ponemos entre corte y corte (como en la imagen)s. Luego hacemos lo mismo con la mozzarella (opcional poner encima mozzarella rallada).
- Llevar al horno durante 15-20 minutos, o hasta que el pollo esté bien cocido y el queso doradito. Por último servir.
– Consejos y conclusiones:
- Importante marcar las pechugas o por ejemplo bridarlas para que la pechuga quede jugosa y no se seque durante el horneado.
- Sazonar bien con la mezcla. Las hierbas le dan un aroma y un sabor mucho más potente.
- Poner las pechugas en la bandeja lo más estable posible, sino durante el cocinado los ingredientes pueden caerse hacia los lados.
- Hacer los cortes y colocar los ingredientes puede necesitar algo de maña, aun así el resto de pasos no tienen mucha complicación.
La primera vez que hice esta receta las pechugas quedaron bastante secas y tuve que rehacerla varias veces para encontrar ese punto jugoso del pollo. La última vez que la hice quedó ideal, a mi familia le gusto bastante, el pollo quedó tierno y la combinación del tomate con el queso horneado y el orégano les recordó un poco al sabor de una pizza margarita. También les animó el hecho de que fuera una receta rápida y relativamente sencilla. Estoy segura de que volveremos a hacerla otro día y a vosotros os animo a que probéis a hacerla en casa.