Poke Crunch
Cuando el verano asoma y el calor aprieta, lo que más apetece son platos fresquitos, sabrosos y ligeros. Por eso, este Poke Crunch es la receta perfecta para disfrutar de una comida nutritiva sin renunciar al sabor. Inspirado en la frescura del poke hawaiano, este bowl combina dados de salmón tierno, maíz dulce, cremoso aguacate, arroz suave y una irresistible capa crujiente de cebolla caramelizada. Cada bocado es una explosión de texturas y contrastes, ideal para una comida rápida, saludable y refrescante, ¡prepárate para enamorarte de este bowl que sabe a verano!
Ingredientes (para 2 personas):
- 200g de arroz blanco o integral (ideal arroz para sushi)
- 200g de salmón fresco (puede ser crudo o marinado)
- 1 lata pequeña de maíz dulce
- 1 aguacate maduro
- Cebolla caramelizada crujiente al gusto (puedes usar la de supermercado o hacerla casera)
- Aliño de soja y miel (opcional)
Procedimiento:
- Cocinar el arroz:
- Pon el arroz con agua en una olla. Lleva a ebullición, luego baja el fuego y cocina tapado a fuego lento unos 15 minutos.
- Retira del fuego y deja reposar 10 minutos. Si lo deseas, mezcla con el vinagre de arroz para darle un toque más auténtico.
- Preparar el salmón:
- Cortar el salmón en cubos medianos.
- Si lo deseas puedes sellar en sartén o marinar con salsa de soja, aceite de sésamo y jugo de limón.
- Preparar toppings:
- Cortar el aguacate en finas láminas.
- Escurre el maíz si es enlatado.
- Prepara la cebolla caramelizada crujiente (si no es comprada), friendo cubitos de cebolla a fuego lento con azúcar y un toque de sal hasta que estén doradas y crujientes.
- Montar el bowl:
- En un bowl grande coloca una base de arroz.
- Acomoda por secciones el salmón, el aguacate, el maíz y la cebolla crujiente.
- Agrega al gusto una salsa o aliño de tu preferencia.
Probé este Poke Bowl y fue un acierto total. La combinación del salmón con el aguacate cremoso y el toque dulce del maíz crea un equilibrio de sabores espectacular. Pero lo que realmente lo eleva es la cebolla caramelizada crujiente: ese contraste entre lo dulce, lo crujiente y lo salado es adictivo. Es ligero, saciarte y muy fácil de preparar.