La socióloga y politóloga especializada en movimientos sociales y emergencia climática Cristina Monge ha afirmado que «Putin le ha dado directamente» a la OTAN la «razón de ser» y el «sentido en el mundo» que tanto buscaba tras iniciar la invasión de Ucrania el pasado 24 de febrero, algo que ha considerado que «ha obligado a rehacer todas las discusiones que estamos conociendo ahora mismo», al mismo tiempo que una «mayor presencia de Estados Unidos en Europa».
En declaraciones a Europa Press, en el marco de los cursos de verano de la Universidad Pablo de Olavide en Carmona (Sevilla), Cristina Monge, invitada al curso ‘Democracia 2.0. Políticas frente a la desigualdad. Un nuevo contrato social para el siglo XXI’, ha destacado que «es muy curioso observar los documentos con los que trabajaba la OTAN para esta cumbre antes del 24 de febrero».
Asimismo, ha detallado que «esos documentos hablaban, como ejes fundamentales para tratar en la cumbre, de cuestiones que se resumían en el concepto de seguridad humana; tenían que ver con el cambio climático, con las migraciones, con los derechos de las mujeres y con derechos sociales y civiles».
«De eso se iba a hablar en esta cumbre hasta que Putin invadió Ucrania», ha asegurado Monge, que ha proseguido diciendo que «en esta cumbre la OTAN necesitaba recuperar su sentido en el mundo, su rol en el mundo, pero de repente se lo dio Putin».
«Se reencontró con esa razón de ser de forma inesperada, lo cual ha obligado a rehacer todos los documentos y discusiones que conocíamos», ha apuntado, tras añadir que «se plantea un rearme y una mayor presencia de Estados Unidos en Europa, tal y como ha anunciado Biden».
«Este paradigma de guerra nos va a acarrear múltiples consecuencias en lo económico como la inflación en lo económico, en lo político veremos muchas tensiones en Europa, y en lo social vamos a sufrir todas esas consecuencias», ha aseverado.
De otra parte, Cristina Monge, tras enlazar la situación de la OTAN con la falta de confianza de la sociedad hacia las instituciones gobernantes, ha añadido que «estamos en un momento en el que están moviéndose muchas de las placas tectónicas del sistema actual».
Con la pandemia ya vimos cómo los actores del contrato social, lo público y lo privado, han repensado y reconfigurado buena parte de sus roles. Ahora la guerra nos obliga a darle una vuelta de tuerca a todo esto», ha manifestado.
«Tenemos que tener en cuenta que en Europa hacía décadas que no teníamos que debatir estas cuestiones, que no teníamos que valorar lo que supone una guerra. Sin embargo, ahora es imprescindible y urgente», ha afirmado la invitada al curso de la UPO.
Monge ha recalcado que el contrato social necesita «rehacerse desde una visión global» para poder «abordar los retos del futuro». Esta situación obliga, tal y como ha remarcado, a «incorporar todo» lo relativo a la guerra.
Durante la ponencia, la politóloga también ha hecho referencia a que la sociedad siempre mira a «la política y a lo público» en momentos de crisis, como ha sido el caso de la Covid-19: «La pandemia ha acelerado tendencias que ya estaban previamente, pero los problemas de falta de confianza de la ciudadanía a la política no son nuevos».
«Aquí en España surgió el 15-M, que su grito de guerra fundamental es el ‘No nos representan’, fíjate si hacía tiempo’, ha indicado la socióloga, que acto seguido ha hecho referencia a «las cuestiones que tienen que ver con la revolución digital, con la brecha digital» para expresar que la falta de confianza de la población no es «un fenómeno nuevo».
Asimismo, ha apuntado que «la pandemia es un momento de estrés muy importante y esos problemas que existían previamente saltan, saltan las costuras del sistema».
En lo que respecta al papel de la sociedad, la experta ha concluido que «tenemos que entender la situación», pues en Europa «llevábamos décadas sin tener que bregar con estos temas y debates porque afortunadamente no hacía falta». Además, ha matizado que «las guerras que se producían en el mundo, que las había, estaban lejos de nuestro territorio por tanto lo veíamos como algo ajeno».
«Tendremos que asumir cuestiones clave como la energía, que la pagaremos mucho más cara, o ser mucho más eficientes y ahorrar. Lo que antes podía ser un tema de responsabilidad social y cívica, en estos momentos empieza a ser un imperativo ciudadano ante una situación en la que vamos a pasar momentos muy complicados», ha finalizado.