El magistrado y portavoz de Juezas y Jueces para la Democracia, Joaquim Bosch, ha advertido del riesgo que «corre la salud democrática» en España si no se abordan reformas profundas en el sistema judicial. Así, el portavoz ha participado en los Cursos de Verano de la Universidad Pablo de Olavide en Carmona, concretamente en el curso ‘La crisis democrática y el auge de las extremas derechas: alternativas desde el sindicalismo’, seguido por Europa Press.
De este modo, ha realizado una conferencia titulada ‘La justicia en crisis’, ofreciendo un análisis sobre la politización de la justicia, la pérdida de credibilidad institucional y las amenazas que enfrenta el Estado de derecho ante el avance de discursos autoritarios. Bosch ha alertado sobre «fuertes injerencias partidistas» en la cúpula judicial española, especialmente en órganos como el Tribunal Supremo y el Consejo General del Poder Judicial, una situación que, según ha recordado, «ya ha sido denunciada por organismos del Consejo de Europa».
Ha asegurado que «cualquier institución que pierda credibilidad lleva a perjuicios para la salud democrática», remarcando que es «imprescindible» dotar al Poder Judicial de «la máxima garantía de imparcialidad para que la sociedad no tenga dudas sobre su actuación». El magistrado ha denunciado la «creciente» instrumentalización partidista de la justicia, donde los partidos políticos, en lugar de utilizar el debate parlamentario, recurren al poder judicial como «estrategia de confrontación».
«Hoy en España se hace cada vez más política en los tribunales y menos en los parlamentos», ha armado. A su juicio, este fenómeno se ve «agravado» por una «escenificación mediática» que privilegia el escándalo y el conflicto, «desvirtuando» la función del poder judicial como «garante de legalidad y no como arma arrojadiza». Bosch también ha vinculado la crisis de la justicia con el auge de las desigualdades económicas, ya que «a veces los intereses de los partidos pueden coincidir con los de los poderes económicos», ha advertido, citando resoluciones judiciales en favor de entidades bancarias que posteriormente han sido corregidas por la justicia europea.
Ha asegurado que «cualquier institución que pierda credibilidad lleva a perjuicios para la salud democrática», remarcando que es «imprescindible» dotar al Poder Judicial de «la máxima garantía de imparcialidad para que la sociedad no tenga dudas sobre su actuación». El magistrado ha denunciado la «creciente» instrumentalización partidista de la justicia, donde los partidos políticos, en lugar de utilizar el debate parlamentario, recurren al poder judicial como «estrategia de confrontación».
«Hoy en España se hace cada vez más política en los tribunales y menos en los parlamentos», ha armado. A su juicio, este fenómeno se ve «agravado» por una «escenificación mediática» que privilegia el escándalo y el conflicto, «desvirtuando» la función del poder judicial como «garante de legalidad y no como arma arrojadiza». Bosch también ha vinculado la crisis de la justicia con el auge de las desigualdades económicas, ya que «a veces los intereses de los partidos pueden coincidir con los de los poderes económicos», ha advertido, citando resoluciones judiciales en favor de entidades bancarias que posteriormente han sido corregidas por la justicia europea. De igual forma, ha armado que esta situación «refuerza la necesidad de garantizar una cúpula judicial blindada frente a posibles injerencias partidistas o de cualquier otro poder económico o social».
EL FENÓMENO DE LA «OLA DE PERFIL AUTORITARIO»
Respecto al avance de la extrema derecha, Bosch ha contextualizado el fenómeno dentro de una «ola de perl autoritario» global que intenta colonizar las instituciones democráticas y debilitar los contrapesos del poder. «En España estamos en este tipo de debate y hacen falta reformas democráticas para que el Poder Judicial pueda servir de trinchera contra los recortes de derechos y libertades», ha señalado. El magistrado ha apuntado ejemplos internacionales donde, según ha dicho, se está produciendo una captura institucional del sistema judicial, como en Hungría, Estados Unidos o Italia. En todos estos casos, ha advertido que «los regímenes autoritarios han controlado el Poder Judicial para evitar los mecanismos de vigilancia del poder y debilitar la democracia».
Bosch ha concluido su discurso alertando sobre el papel de las redes sociales en la deslegitimación de la justicia. Asegura que «el patrón de consumo informativo ha cambiado radicalmente, favoreciendo la viralización de contenidos emocionales por encima del análisis riguroso». «En las redes hay falsedades que son vistas y creídas por millones de personas todos los días», ha armado. Frente a esto, ha propuesto establecer controles sobre la identidad de los usuarios y la creación de un «procedimiento judicial sencillo» -siempre bajo control judicial, nunca gubernamental – para sancionar a quienes publiquen de forma reiterada contenidos falsos con «temerario desprecio hacia la verdad».
Para Bosch, el reto no es menor, porque «se trata de proteger el derecho constitucional de recibir información veraz, ya que es uno de los pilares de una democracia robusta y plural».
Fuente: Europa Press