Formación Permanente

UNIVERSIDAD PABLO DE OLAVIDE

Investigadora reivindica en la UPO inversión y visibilidad: «La ciencia básica salva vidas, aunque no se perciba»

La investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y codirectora del Curso de Verano ‘Modelos genéticos en investigación, de la bacteria al ratón (I)’ de la Universidad Pablo de Olavide en Carmona, Ana Fernández ha subrayado la importancia de la ciencia básica para «el progreso de la medicina y la salud pública».

El curso ofrece una formación que combina teoría y talleres prácticos con diversos organismos modelo, y reúne a estudiantes y jóvenes investigadores para conocer de primera mano las técnicas que se emplean en los laboratorios más punteros del mundo.

La investigadora ha armado en una entrevista concedida a Europa Press que «la ciencia básica salva vidas, aunque la sociedad no siempre lo perciba. Sin invertir en ella, no llegamos a los avances que luego marcan la diferencia en hospitales y tratamientos».

La idea de organizar este curso surgió, según Fernández, por la peculiaridad del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo (CABD), «único en España» que trabaja con una variedad tan amplia de organismos modelo. «Tenemos bacterias, levaduras, moscas, ratones o peces, y eso nos coloca en una posición privilegiada para enseñar a los alumnos las ventajas, limitaciones y aplicaciones de cada sistema», ha explicado. La formación se ha dividido en dos módulos por cuestiones organizativas, aunque la intención de las responsables es «consolidarla en futuras ediciones como un curso completo de dos semanas». A lo largo de las prácticas, los participantes trabajan con levaduras, Drosophila melanogaster (mosca de la fruta), pez cebra y gusanos, entre otros, realizando técnicas como inmunohistoquímica, microinyección embrionaria, producción de proteínas recombinantes, mutagénesis y microscopía confocal.

El enfoque del curso, según la investigadora, no se limita a conocer los organismos, sino también a experimentar con diferentes técnicas utilizadas en biomedicina. «La idea es que no sólo aprendan sobre modelos, sino que manejen procedimientos reales y vean qué se puede hacer en investigación hoy en día», ha detallado Fernández. Como cuenta la investigadora, esta experiencia es «especialmente valiosa» porque «ofrece una visión completa» a estudiantes de biotecnología, bioquímica, biología y medicina, que en su formación habitual apenas acceden a este tipo de prácticas.

«DE LA CIENCIA BÁSICA AL TRATAMIENTO DE ENFERMEDADES HUMANAS»

Uno de los mensajes que más ha querido destacar Fernández es el valor de la investigación básica como pilar de los avances médicos, ya que «no se puede investigar directamente con humanos. Por eso trabajamos con modelos. Un modelo es como una mentira que te ayuda a encontrar la verdad. No son humanos, pero actúan como avatares de enfermedades humanas», ha sostenido.
La investigadora ha recordado que muchas terapias y descubrimientos actuales proceden de décadas de ciencia básica en organismos como gusanos, moscas o bacterias. En ejemplo, ha citado estudios recientes realizados en el CABD donde, a partir de experimentos en gusanos, se ha comprobado la ecacia de ciertos fármacos oncológicos para tratar enfermedades neurodegenerativas como Parkinson o Alzheimer. «Algo que comenzó como investigación básica está ya cerca de entrar en ensayos clínicos con humanos», ha subrayado. En este sentido, Fernández ha reivindicado mayor inversión y visibilidad para este tipo de trabajo, «aún poco reconocido socialmente».También ha destacado la importancia de incluir contenidos actualizados como la edición genética con Crispr, que, según ha explicado, ha revolucionado la biología en los últimos años y comienza a aplicarse ya en terapias humanas.

Para la investigadora, la formación práctica que ofrece este curso permite «abrir horizontes a los estudiantes y ayudarles a decidir su futuro profesional en investigación». Ha concluido comentando que «muchas veces, durante la carrera, uno no sabe todo lo que se hace en los laboratorios. Este tipo de cursos da esa visión amplia, enseña todas las posibilidades que existen y ayuda a saber hacia dónde quieres orientar tu carrera cientíca». La organización confía en consolidar esta primera edición y aspira a convertirla en una referencia nacional en los próximos años. De momento, «la acogida por parte del alumnado y la comunidad investigadora ha sido muy positiva».

Fuente: Europa Press