Formación Permanente

UNIVERSIDAD PABLO DE OLAVIDE

“La inteligencia artificial exige una transición justa en el empleo con más formación y una reducción de la jornada laboral”

El secretario general de UGT Andalucía, Oskar Martín Silvoso, asegura que la creación de empleo de calidad en Andalucía enfrenta desafíos estructurales que se arrastran desde hace décadas. «Aunque hemos visto una reducción del paro en el último mes de mayo, Andalucía sigue siendo una de las regiones con mayor desempleo del país», afirma. Destaca la preocupación por el paro de larga duración y el desempleo juvenil, directamente ligados a la temporalidad y precariedad. Para UGT Andalucía, “esto exige una reforma profunda de las políticas activas de empleo y un fortalecimiento del Servicio Andaluz de Empleo con orientación personalizada”.

El secretario general ha hecho estas declaraciones con motivo de su participación en el curso «Introducción a la inteligencia artificial y su impacto en el empleo», que acoge la sede Olavide en Carmona – Rectora Rosario Valpuesta y que se enmarca en la celebración de la 23ª edición de sus cursos de verano.

Otro punto crítico que señala es la excesiva dependencia del modelo productivo andaluz del sector servicios y actividades estacionales. «Necesitamos un cambio de rumbo, con más industria, más innovación y más presencia de sectores emergentes y tecnológicos que generen empleo de calidad», enfatiza el secretario general. La fragmentación del tejido empresarial, con predominio de microempresas, también limita la capacidad de generación de empleo, en su opinión.

Los bajos salarios son otra lacra estructural, con Andalucía entre las comunidades con los sueldos más bajos del país y una «brecha salarial de género inaceptable». Por ello, UGT Andalucía reclama la extensión de cláusulas de garantía salarial y políticas activas para combatir esta brecha.

Asimismo, la siniestralidad laboral es una preocupación acuciante, “con 48 fallecimientos en lo que va de año en Andalucía”. Martín Silvoso vincula estas cifras directamente a la precariedad y la falta de prevención, abogando por el refuerzo de la Inspección de Trabajo y la mejora de la normativa de prevención de riesgos.

En otra línea, menciona el desajuste entre la formación actual y las necesidades del mercado laboral, así como la escasez de empleo público en la Junta de Andalucía. Para UGT, el empleo de calidad en Andalucía solo será posible con un cambio profundo: políticas activas reforzadas, un modelo productivo diversificado, industrial y sostenible, salarios dignos, combatir la precariedad, reducción de desigualdades de género, refuerzo del empleo público y una fuerte apuesta por la prevención y la formación.

Aunque valora las políticas activas de empleo de la Junta de Andalucía como «necesarias», Martín Silvoso considera que no están siendo «lo suficientemente efectivas para abordar el desempleo estructural». A pesar de la financiación, “Andalucía recibe menos recursos por desempleado que otras comunidades, y un 35% de las personas en paro no recibe ninguna prestación”.

Para UGT Andalucía, es crucial una orientación laboral más personalizada, con itinerarios individualizados y seguimiento real, especialmente para colectivos vulnerables. También se hace hincapié en mejorar la intermediación laboral del SAE y alinear mejor la formación con las necesidades del mercado. «Se necesita una mayor coordinación entre el sistema educativo, la formación profesional para el empleo y las empresas», señala. Además, se busca impulsar un empleo de mayor calidad, con apoyo a la innovación, la I+D+i y la reducción de la jornada laboral, siempre en el marco del diálogo social.

Impacto de la inteligencia artificial

En relación a la temática del curso, Martín Silvoso reconoce la dificultad de prever el impacto exacto de la IA en los próximos 5 a 10 años debido a la velocidad sin precedentes de los avances. No obstante, advierte que esta transformación no solo afectará a los empleos repetitivos o manuales, sino también a los de “cuello blanco”, como profesionales técnicos, administrativos, financieros o de comunicación, que podrían verse desplazados si no se adaptan.

Sin embargo, también ve oportunidades: “Aquellos perfiles que integren pensamiento crítico, empatía, creatividad o capacidad de adaptación van a ser más difíciles de sustituir”. Destaca profesiones vinculadas a los cuidados, la educación, la cultura, la innovación y la gestión del talento humano. Para ello, es fundamental una formación profesional que prepare a los trabajadores no solo en lo técnico, sino también en lo humano.

Por otro lado, el secretario general de UGT Andalucía señala que las administraciones deben legislar y vigilar con “cuidado extremo” la Protección de Datos en el ámbito tecnológico. Desde los sindicatos, la labor es clara: “Debemos vigilar con especial celo desde las empresas y los convenios colectivos el cumplimiento de las leyes sobre Protección de Datos y debemos promover la formación de competencias digitales”.

UGT considera que los sindicatos tienen un papel “fundamental” en la regulación del uso de la IA en el ámbito laboral. En este sentido, el secretario general cree que una de sus funciones es estar atentos para mitigar la “deshumanización del entorno laboral” y estar presentes en los organismos dedicados al desarrollo y gestión de la IA. Así, UGT-A aboga por una “transición digital justa”, sin dejar a nadie atrás.

Con respecto a la necesidad de invertir en formación y la recualificación profesional en Andalucía, Martín Silvoso es contundente: “Es imprescindible si queremos preparar a la clase trabajadora para los desafíos de la era digital”. La prioridad es la formación en competencias digitales básicas, que sirva como base para aprendizajes más específicos. Esta formación debe ser accesible, continua y dirigida tanto a desempleados como a ocupados, ya que la recualificación es una necesidad constante.

Por último, ante un escenario de creciente automatización, UGT Andalucía defiende firmemente la necesidad de replantear el modelo de organización del trabajo. Si la productividad aumenta gracias a la automatización, pero el empleo no crece al mismo ritmo, la respuesta “más lógica y justa es avanzar hacia una reducción de la jornada laboral sin pérdida de salario”. Para UGT, esta medida no es solo una herramienta de justicia social, sino también una vía para mejorar la calidad de vida, favorecer la conciliación y generar nuevas oportunidades de empleo. “La tecnología debe estar al servicio de las personas, no sustituirlas ni dejarlas al margen”, concluye Martín Silvoso.