El vicesecretario de Cultura y portavoz del PP, Borja Sémper, ha armado durante la mesa redonda ‘Desafíos del Congreso y el Senado: Enfrentando la crispación política’, celebrada en los cursos de verano de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) en Carmona (Sevilla), que «la contaminación ha llegado a tal punto que los dos grandes partidos, PSOE y PP, se ven arrastrados por una dinámica que nos lleva a intentar responder a un incendio con gasolina»; asegurando que ante ello, el PP ha sabido estar en un «plano» distinto al del PSOE.
A continuación, Sémper ha explicado que «los procesos de deterioro que afectan a las sociedades no se desencadenan por un solo acontecimiento. Lo que ocurre actualmente en la política española, y particularmente en el Congreso de los Diputados, es fruto de un proceso prolongado en el tiempo, que va evidenciando fallos y provocando un creciente distanciamiento entre representantes y representados». Este proceso, ha advertido, deriva en «el empobrecimiento de la conversación pública, que es consecuencia directa de la degradación del debate político, y que corre el grave riesgo de extenderse también a la conversación entre los propios diputados».
En este sentido, Sémper ha subrayado que «cuando la sociedad se divide a través de sus políticos y de las conversaciones que estos mantienen en el Congreso o en el Senado, la situación es grave. Pero lo es aún más cuando esa división y esa incapacidad de interlocución terminan contaminando la política hasta convertirla en un problema para la ciudadanía». Según ha explicado, «la gente deja de hablar de política en los grupos de WhatsApp o en la televisión porque percibe que la política divide y enfrenta».
El popular ha advertido, además, de que «vivimos en un mundo cada vez más polarizado, marcado por la inseguridad y la incertidumbre, lo que genera miedo en la ciudadanía». A su juicio, desde la crisis de 2008 «la gente dejó de pensar que podía terminar sus estudios, acceder a un empleo, conseguir una vivienda y formar una familia». Ese modelo, ha añadido, «se fue deshilachando», y a partir de ahí «emergieron la angustia, el miedo y el enfado, sentimientos que han sido recogidos por movimientos populistas en todo el mundo». En este sentido, ha señalado que, en un primer momento, «llegó el movimiento populista de extrema izquierda, que cuestiona el orden liberal y la democracia parlamentaria. Paradójicamente, ese cuestionamiento nos ha permitido llegar al punto en el que estamos actualmente, para bien y para mal».
«Después de ese primer movimiento surgió el otro extremo, que pone en duda los valores políticos europeos y algunos logros institucionales», ha subrayado. «Todo ello ha ido contaminando progresivamente la democracia y la percepción que el público tiene de ella», ha señalado, al tiempo que ha armado que «la contaminación ha alcanzado tal nivel que los dos grandes partidos, PSOE y PP, se ven arrastrados por una dinámica política que pretende apagar un incendio con gasolina».
«LA SESIÓN DE CONTROL, UNA HERRAMIENTA CLAVE EN EL SISTEMA DEMOCRÁTICO»
Asimismo, ha advertido de que «la situación actual tiene su origen en decisiones políticas tomadas al inicio de esta legislatura, aunque se trata de un proceso que viene de más atrás. Lo más preocupante se refleja en la sesión de control, una herramienta clave del sistema democrático». En este sentido, ha defendido que «un Gobierno necesita un país, pero también una oposición», y ha criticado que «se han creado mecanismos supuestamente destinados a controlar al poder, mientras que la sesión de control, que debería estar en manos de órganos independientes, ha sido colonizada por el propio poder político».
Por ello, ha subrayado que «necesitamos jueces y magistrados que ejerzan su labor con independencia, que controlen la acción del Gobierno y apliquen la ley con firmeza». Con respecto a la presunta trama de corrupción que salpica al PSOE en el denominado ‘caso Ábalos’, Sémper ha armado que «los ciudadanos no podemos permitir que la política sea desprestigiada por personas que no deberían formar parte de ella. Por eso, este también es un momento para reivindicar la honestidad como un valor esencial, porque la democracia no puede existir sin la política».
En este contexto, ha asegurado que «todos sabemos que este Gobierno del PSOE ya se ha acabado, porque no hay legislatura posible y es literalmente imposible que del actual Congreso de los Diputados surja algo constructivo». Además, ha subrayado que «los presupuestos que siguen vigentes fueron aprobados por un Congreso que ya no existe y presentados por un Gobierno que tampoco existe».
Fuente: Europa Press





