TORRIJAS DE SEMANA SANTA

Se trata de una receta típica en toda o casi toda España en época de cuaresma o Semana Santa. Os hago esta receta porque yo soy partidario de la opinión de que, si algo está bueno, ¿porqué no disfrutarlo el resto del año también? Además, se trata de una receta relativamente fácil la cual podemos hacer para pasar una tarde más que agradable con compañía de amigos y/o familia.

INGREDIENTES

  • Una barra de pan del día anterior o pan para torrija
  •  1,5L Leche entera
  • 300 gr Azúcar
  • 1 palo de Canela
  • Canela molida
  • Aceite para freír
  • Piel de un limón
  • Piel de una naranja
  • 3 huevos medianos

PROCESO

  • Vamos a comenzar infusionando la leche con los aromáticos, echamos la leche en un cazo a fuego medio y cuando esté a punto de ebullición retiramos y echamos la piel de limón, naranja y el palo de canela. Apartamos y dejamos reposar tapado entre 5-10 minutos.

¡¡TIP!! Aquí podemos añadir también una vaina de vainilla o una cucharada de postre de esencia de vainilla para darle un toque más especial a nuestras torrijas.

  • Mientras que la leche se infusiona procedemos a cortar el pan en rodajas de entre 2-3 cm, algo así como uno o dos dedos de ancho (depende de tu mano, queremos rodajas no hacernos un bocadillo). En un plato a parte cascamos los huevos y los batimos.
  • Procedemos a coger el pan y ponerlo en una bandeja donde los sumergiremos en la leche infusionada durante otros 5 minutos hasta que se absorba la mayor cantidad de leche posible. Procedemos a preparar la estación de freír.
  • Por último, vamos rebozando en huevo cada rebanada de pan y echándola a freír, iremos sacándolas cuando adquieran un color dorado en el exterior.
  • Por último, rebozamos las torrijas en azúcar con canela en polvo y dejamos reposar. ¡¡¡Se pueden comer tanto templadas como frías, depende de tu gusto!!!

OPINIÓN Y VALORACIÓN:

Se trata de una receta que en lo personal me encanta, es uno de mis postres favoritos de siempre. Cuando realicé la receta hubieron un par de fallos, entre ellos, no dejar el suficiente tiempo el pan sumergido en la leche y que el pan no estaba lo suficientemente “seco” o “duro” por lo que no absorbió la suficiente leche.

La valoración general de la receta fue positiva obviando los defectos que ya he comentado.



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