Anhídrido carbónico
Reacción en rocas carbonatadas
El anhídrido carbónico, en presencia de agua, genera la descomposición de las rocas carbonatadas.
La reacción sigue las siguientes etapas:
H2O + CO2 ↔ H2CO3
H2CO3 + CaCO3 ↔ Ca(HCO3)2
El bicarbonato cálcico que se forma es una sal muy soluble en agua, por lo que puede ser lavada con facilidad por el agua de lluvia.
Si la reacción se revierte, precipita calcita, pero de consistencia y porosidad diferente a la de las rocas de origen, generando costras blancas que se denominan calcín o incrustaciones. Este proceso se conoce como carbonatación.
En este proceso, los materiales pétreos pierden resistencia en superficie y se generan degradaciones diferenciales.
Estas reacciones son reversibles y aunque pueda parecernos poco probable, debemos pensar que en la naturaleza se dan con frecuencia, ya que son la causa de la formación de las estalactitas y estalagmitas en cuevas calcáreas.
Un proceso similar sucede con el agua de percolación que atraviesa juntas de cal, dando lugar en el interior del edificio a pequeñas estalactitas incipientes, si bien es más común la precipitación sobre las paredes a modo de incrustación.
Reacción con rocas silicatadas
En los granitos, la meteorización generada por estos ácidos, se manifiesta como caolinización de feldespatos y cloritización de elementos micáceos, cuyo grado de alteración puede ser más o menos incipiente.
La reacción de caolinización de feldespatos sigue las siguientes etapas:
2[K(AlSi3O8)] (ortosa) + 2 H2O +CO2 ↔
Al2O3.2SiO2.2H2O (caolín) + 4SiO2 (sílice) +CO3K2
El carbonato potásico es muy soluble en agua, generando degradación por eflorescencias que veremos en las sales solubles.
La cloritización consiste en la transformación de la mica biotita, liberando iones ferrosos que producen óxidos de hierro hidratados.
Estos procesos se ven acelerados en las zonas urbanas, donde la contaminación aumenta el contenido de CO2 en la atmósfera.
Las reacciones anteriormente descritas se producen en cualquier disolución ácida y por tanto también se generan con la contaminación atmosférica de las lluvias ácidas.