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Sales Solubles

El efecto de las sales solubles en las obras de arte es uno de los más frecuentes y extendidos, independientemente de la naturaleza de estas.

Los efectos destructivos de la acción de las sales solubles dependen de:

      • La naturaleza de la sal.
      • Las condiciones de humedad y temperatura (microclima de la zona), ya que estos determinan el número de ciclos.
      • El sistema poroso de la roca, el tamaño de sus poros y conductos.

El grupo de las sales solubles que podemos encontrar en las obras de arte es muy numeroso, contando con:

      • Cloruros.
      • Carbonatos.
      • Sulfatos.
      • Fosfatos.
      • Oxalatos.

El origen de estas sales es muy diverso:

      • Descomposición de los materiales que forman parte de la obra.
      • Productos secundarios de tratamientos y limpieza.
      • Aguas del subsuelo ricas en sales.
      • Aguas de mar.
      • Aerosoles salinos.
      • Aguas de amasado.

Independientemente del origen y de la naturaleza de la sal, el problema radica en la precipitación de estas sales en superficie formando eflorescencias o en el interior de la roca formando subeflorescencias y criptoeflorescencias.

Eflorescencia

Cristal de Halita (NaCl) fotografiado por SEM en una roca de Cádiz.

A pesar de lo resistente que nos pueda parecer una roca, depósitos salinos como el cloruro sódico (halita o sal común), pueden generar fisuras, fracturas y fragmentos.

Observa la siguiente imagen en la que puedes ver un escalón de un edificio roto y levantado, lo que ves de color blanco en el interior son sales, en concreto de sulfato sódico (Thenardita y Mirabilita).

Escalón de la antigua Cripta de Manuel de Falla en la Catedral de Cádiz.

El efecto de las sales se ve incrementado por los cambios de temperatura y humedad que generan:

  • Ciclos de cristalización y disolución.
  • Ciclos de hidratación y secado.