Las especialistas en pedagogía Waldorf Isabel María Acosta Pérez y Stephanie Packer han reivindicado el uso de esta pedagogía en las escuelas ya que «respeta mucho los tiempos de los niños», fomenta su «motivación interior» y ayuda a prevenir posibles problemas de conducta porque «los niños aprenden a un ritmo más calmado» y se le da «la misma importancia» a todas las materias. Aprenden lo mismo que en cualquier escuela convencional pero de una manera «más lúdica», han apuntado.
Así lo han manifestado con motivo de su participación en el curso de verano ‘Una mirada educativa desde la pedagogía Waldorf del niño de cero a seis y de seis a doce años’, que se desarrolla bajo la dirección de Isabel María, y que ha comenzado este miércoles en la sede de la Universidad Pablo de Olavide en Carmona.
Han definido la pedagogía Waldorf como una pedagogía «holística» que trata de educar «toda las partes del ser humano», tanto su voluntad como sus pensamientos y sentimientos. Estas áreas se estimulan mucho a través de las artes, sobre todo trabajando con las manos, pero sin dejar de lado los contenidos académicos, y centrándose también en el ámbito social del niño. Han afirmado que es un método que «mira al alumno de forma individual y respeta los tiempos del desarrollo de cada uno».
Han explicado que este método nació hace 101 años en el norte de Europa, y que es «lo más parecido» a la educación pública que existe en los países del norte de este continente. Han añadido que, actualmente, este tipo de pedagogía «se está abriendo camino» en la educación en España y que en Mairena del Aljarafe (Sevilla) existe una escuela basada concretamente en esta clase de enseñanza, la escuela Waldorf Girasol.
La metodología varía según el ciclo vital de los niños. Han detallado que, hasta los tres años, los niños no necesitan ir a la escuela, sino otro tipo de cuidados, como los maternales. Por eso, se crea la figura de «madre de día Waldorf», que aplica esta pedagogía y atiende a un máximo de cinco niños desde su casa. Cuando el niño está preparado –porque han matizado que hay veces que algunos no lo están y no pasan a la siguiente etapa– entra en el ciclo de infantil, donde «desarrollan más la psicomotricidad». Para pasar de una etapa a otra, «el profesor o el médico escolar hace una valoración para determinar si el desarrollo del niño es apto para poder entrar al siguiente ciclo», han aclarado.
En su experiencia, los niños de las escuelas Waldorf aprenden con mucha más «diversión, alegría y ganas» y no se dan tanta cuenta de que están trabajando ya que es una forma «muy lúdica» de aprender. También han comentado que «no existen exámenes» porque priorizan el desarrollo del niño, pero que los alumnos de estas escuelas que salen del ciclo de primaria y entran en cualquier instituto público «están preparados y entran con muy buenas notas».
Han señalado que este método de enseñanza no es exclusivo de determinadas escuelas, sino que en los colegios al uso, algunos profesores lo utilizan como un «recurso» para elaborar otro tipo de clases y atención al alumnado, aunque han reconocido que de esta forma, «no puede aplicarse al nivel que se puede llegar en una escuela Waldorf», pero intentan emplearla «en la medida que pueden».
Actualmente, para poder abrir este tipo de colegios en España, existen dos vías. Por un lado, el centro tiene que ser una escuela española y tiene que cumplir con los mismos requisitos que se les pide a los demás colegios. Por el otro lado, se puede ser una escuela internacional «que esté acreditada por una organización de fuera» y las condiciones están más sujetas a los países de estas organizaciones. «Somos libres de educar con la pedagogía que creamos mejor mientras los responsables vean que los niños aprenden y se forman de manera adecuada», han expuesto.
Ambas han coincidido en que uno de los factores más importantes para los profesores Waldorf es «su propio trabajo de autoconocimiento» en cuanto a su crecimiento personal y su parte creativa para poder aplicar todo lo que conlleva esta pedagogía, además de formarse en esta materia por medio de cursos donde enseñan «las dinámicas y herramientas que se pueden emplear».
Para terminar, han asegurado que es una metodología muy centrada también en los adultos y que es «fundamental» dar ejemplo desde casa. En los colegios el profesor no solo trabaja con los niños, sino también con los padres por medio de «tutorías muy personalizadas». «La pedagogía Waldorf es un trabajo de todos y también abarca a la familia», han concluido.