La Feria de Abril se junta con la de San Miguel: orígenes e historia

Debido a la pandemia del COVID-19, el mundo parece que se paraliza en estos días. Se acercan las fiestas de primavera y Sevilla ha resultado muy afectada, llegando a suspender las procesiones de Semana Santa y aplazando la Feria de Abril a finales de septiembre.

De esto último, de la Feria, es de lo que proponemos hablar hoy. Lo que muchos sevillanos desconocen es que a finales de septiembre ya hay otra feria en Sevilla, la de San Miguel. Pero, queridos lectores, no os preocupéis si no conocéis mucho de esta festividad, es normal: a partir de 1936 dejó de celebrarse como actividad lúdica y la feria comercial en sí finalizó en 1970. Lo único que perdura hoy en día como vestigio de la festividad anterior son las corridas de toros. Debemos destacar, sin embargo, que el ayuntamiento de Sevilla lleva desde 2017 promoviendo de nuevo esta fiesta, montando varias casetas en el muelle de la Sal, al lado del río, con una amplia oferta gastronómica y de ocio. ¡Esperemos que esta festividad continúe muchos años más!

Por ello, esta puede ser una buena oportunidad para conocer un poco más acerca de esta “otra” feria de Sevilla. Sus orígenes se remontan al año 1875, cuando nace para suplir la pérdida del carácter ganadero de la Feria de Abril. Ambas ferias, la de Abril fundada en 1846 y la de San Miguel unos 30 años después, pueden considerarse herederas de los mercados agropecuarios que fueron concedidos a Sevilla por el rey Alfonso X el Sabio en el siglo XIII. El propio Alfonso X, en la carta de concesión del 18 de marzo de 1254, afirma: “Otorgo para siempre que se hagan en Sevilla dos ferias: la primera que sea por cincuesma, quince días antes o quince días después; y la segunda feria que sea por San Miguel, quince días antes o quince después”

Ambas ferias nacieron con el mismo fin mercantil, es decir, con la promoción de la compra y venta de los productos ganaderos y agrícolas propios de la zona y mejora de la economía de la época como principales objetivos. Fue José María Ibarra quien promovió, nada más tomar posesión en la alcaldía de Sevilla en 1875, la creación de la Feria de San Miguel como una segunda feria de ganado para Sevilla. El nacimiento de esta feria vino a darse por la pérdida de las raíces agropecuarias de la Feria de Abril, como se ha mencionado anteriormente, ya que esta fue cambiando hacia un carácter cada vez más festero.

La Feria de San Miguel nació con un calendario de tres jornadas, los días 28, 29 y 30 de septiembre, y su programación de corridas de toros fueron muy populares, ya que asistían a ellas novilleros famosos. Los escenarios de esta feria fueron el Prado de San Sebastián (desde su fundación hasta finales de 1939), luego terrenos cerca de Heliópolis y, finalmente, Los Remedios. Poco a poco esta feria fue perdiendo fuerza y los ganaderos importantes y habituales trasladaron sus reses a la Feria de Zafra. Se celebró por última vez como tal en el año 1970.

A pesar de su no muy larga historia (aunque parece que la vamos retomando), la Feria de San Miguel es otra de las festividades que han marcado y siguen marcando la historia y vida de la ciudad de Sevilla. En días de cuarentena, ¡nunca está de más saber otra cosita más!

Para terminar, dejo por aquí dos fotos. La primera de ellas está sacada de la Fototeca Municipal y muestra el ambiente de la Feria de San Miguel en comparación con la segunda foto, más actual, tomada durante la celebración de esta fiesta en las ediciones de estos últimos dos años: