Elena Borrego Lorenzo¡Hola, coloraos y colorás! En la última entrada hablábamos de espacios y de los contrastes que percibí en la construcción de los espacios urbanos cuando visité Madrid hace unos meses. Hoy retomamos el tema con un elemento urbanístico clave como son los bancos. Elemento urbanístico que brillaba por su ausencia en las principales calles de la capital.
Reflexionaba sobre esto y más, sentada en el único banco que encontré en Gran Vía mientras sentía varias miradas de desconcierto. ¿Me estaban mirando a mí? ¿Tan raro era que me sentara a leer en un banco? Después, hablando con una amiga mía madrileña pude confirmar que así era y es que según ella nadie salvo los sintecho usaba los bancos fuera de los parques en Madrid porque las calles eran mero lugar de tránsito ya que la mayoría de los madrileños pasan más tiempo en el metro que andando de calle en calle. Para ellos las calles no son nunca la meta sino el camino a esta.
Pero ¿es la planificación urbanística madrileña la única que actualmente no toma en cuenta las necesidades de las personas que viven en ellas? Evidentemente no. Por mucho que sea un ejemplo del fenómeno que en sociología se conoce como “destrucción del tercer espacio”, Madrid no es la única ciudad que poco a poco está volviéndose inhabitable, que poco a poco está convirtiéndose en un núcleo de productividad donde los oasis de descanso son cada vez más escasos.
Pero no todo son noticias malas ni soy yo la primera persona en percatarse de esto, y es que existen numerosas iniciativas para construir ciudades más habitables, sostenibles y cercanas a su ciudadanía. Iniciativas como el modelo de ciudad de 15 minutos de Carlos Moreno, arquitecto, profesor de la Sorbona y asesor de Anne Hidalgo, alcaldesa de París. Este modelo de ciudad plantea la posibilidad de que en apenas un trayecto de cuarto de hora podamos llegar a nuestro trabajo, disfrutar de espacios de ocio y zonas verdes, hacer las compras necesarias y tener al alcance todos los servicios básicos.
Aunque visto por muchos políticos como una utopía, este modelo pretende no solo reducir los traslados y por tanto la huella de carbono sino también reducir los tiempos de desplazamiento y aumentar los niveles de felicidad de la población.
Esta vuelta a la proximidad en las ciudades también ha llegado a Sevilla tras años de exigencia de más terceros espacios (primer espacio sería la casa y el segundo la oficina), de ocio que no incluya gastar dinero necesariamente y de bancos que favorezcan la interacción social y el diálogo (crear un modelo de sentarse “al fresco” en las zonas urbanas) pero esto lo veremos en la segunda parte de la entrada. ¡Hasta pronto!
Bibliografía
Cano, J. A. (20/12/2021). ¿Por qué no quieren que te sientes? Ethic. https://ethic.es/2021/12/a-donde-fueron-los-bancos-para-sentarse-en-las-ciudades/
Fanjul, S. C. (24/09/2022). “Mi abuela no puede bajar a pasear si no hay bancos”: por qué es vital que los ciudadanos puedan sentarse en espacios públicos. Elpais. https://elpais.com/icon-design/2022-09-24/mi-abuela-no-puede-bajar-a-pasear-si-no-hay-bancos-por-que-es-vital-que-los-ciudadanos-puedan-sentarse-en-espacios-publicos.html
Navarro García, M. (26/02/2023). Bancos, plazas y vándalos. AraInfo. https://arainfo.org/bancos-plazas-vandalos/
(S.A.). (27/02/2019). Tercer espacio: un nuevo ámbito para la identidad urbana. Theconversation. https://theconversation.com/tercer-espacio-un-nuevo-ambito-para-la-identidad-urbana-112449
Somavilla, A. (07/10/2024). Pagar para sentarse: así son las ciudades europeas sin bancos. Elconfidencial. https://www.elconfidencial.com/mundo/2024-10-07/imposible-sentarse-en-el-centro-sin-pagar-el-diseno-de-los-bancos-en-las-capitales-de-europa_3975697/