Palacio de Trier

El Aula Palatina o Basílica de Constantino fue construida en el año 310 d.C. Se encuentra en la ciudad de Tréveris (Trier en Alemán), situada al suroeste de Alemania en la región vinícola de Mosel, cerca de la frontera con Luxemburgo.

Fue fundada como Augusta Treverorum, hacia el año 16 a.C., aunque existe una leyenda fundacional que la sitúa unos 1.300 años antes. También se han hallado evidencias humanas y restos cerámicos que se remontan al neolítico temprano. También hay constancia de asentamientos de la tribu celta de los tréveros, que fueron subyugados por los romanos bajo Julio César sobre el año 58 a.C.

Tras la reorganización de las provincias romanas en Germania, Augusto decidió que la ciudad debía convertirse en la capital de la provincia de la Galia Belga. Fue conocida como “la segunda Roma” y es que, la que mayor cantidad de construcciones de la Antigua Roma que acumula el el país, como la Porta Nigra, las ruinas de los baños romanos, el anfiteatro ubicado cerca del centro de la ciudad y el puente de piedra que cruza el río Mosela se encuentran en la ciudad de Tréveris.

Constantino fue proclamado emperador en el 306 durante la Segunda Tetrarquía tras la muerte de su padre, Constancio Cloro. Tuvo que librar conflictos de poder durante la Tercera Tetrarquía y posteriormente una diarquía con Licinio en Oriente, hasta que finalmente obtuvo el gobierno individual en el 326. Le tocó gobernar un imperio romano que estaba en crecimiento. Fue el primer emperador que dio libertad de culto al cristianismo (Edicto de Milán, 313) y detuvo las persecuciones a los cristianos. De hecho, en la Iglesia católica bizantina griega es conocido como San Constantino.

La Basílica de Constantino o Aula Palatina tuvo la función de salón del trono del emperador o sala de audiencias en tiempos de Constantino. Esta es la parte central del palacio y la única que se conserva. Así, debido a la funcionalidad, el edificio cuenta con una sala absidal sin pasillos laterales que permitía realzar la figura del emperador. Es un edificio de planta rectangular construida en ladrillos, pero que en su época estaban cubiertos de enlucidos.

Tiene unas dimensiones de 67 metros de largo, 27,5 metros de ancho y una altura de unos 30 metros. Cuenta con dos franjas de ventanales que van disminuyendo de tamaño creando un efecto óptico que produce profundidad. Tiene un gran ábside semicircular orientado al norte donde estaba situado el trono del emperador Constantino, que permitía reflejar la grandilocuencia de su figura.

Originalmente estaba decorado con mosaicos dorados y estatuas, pero la visita merece la pena para ver una muestra de la grandeza de la época en la que fue construido. Después sufrió los saqueos de los pueblos germánicos y durante la Edad Media sirvió de residencia de los obispos de Treveris, incluso su ábside fue transformado en torre. También se transformó su muro este y mantuvo este aspecto hasta el siglo XVII. Otro de sus usos fue el de alojamiento para el ejército napoleónico y prusiano. Guillermo IV de Prusia ordenó su reconstrucción original y posteriormente en 1856, fue consagrada al culto protestante.

El interior que nos encontramos a día de hoy en la Basílica no es el original, ya que fue totalmente destruido durante un ataque aéreo en la Segunda Guerra Mundial, el 14 de agosto de 1944. Después se llevó a cabo una austera reconstrucción tras el suceso que vió la luz el 9 de diciembre de 1954. Dada esta reconstrucción hoy podemos observar en el muro este, cerca de la puerta de la sacristía, un Cristo y esculturas de los evangelistas colocados sobre una estructura de piedras calizas de las que solo se conservan las cabezas, un baptisterio decorado con un mosaico de pizarra y vidrio dorado y un cuenco bautismal de bronce que se levanta sobre un capitel romano y donde también se encuentra un candelabro de pascua en bronce.

La sala contaba con un hipocausto: un sistema de calefacción que hacía circular bajo el suelo y por las paredes el aire caliente que procedía de un horno situado bajo el piso. Estaba dividido en tres salas subterráneas llenas de pequeñas columnas de 1,3m. hechas de ladrillo. Contaba con cinco estufas (praefurnium) que distribuían el calor a través de canales de calefacción cubiertos de piedra pómez en el suelo e incluyendo tubuli colocadas detrás del mármol que revestía las paredes. Este sistema de calefacción dejó de usarse a partir del siglo XIX cuando la iglesia protestante tomó el uso del emplazamiento. En la actualidad es posible visitar los restos arqueológicos de estas instalaciones.

La Basílica de Constantino se construyó con piedras de otros edificios más antiguos formando parte de un recinto del palacio imperial. Los restos de algunos edificios adyacentes salieron a la luz en los años ochenta y hoy son visibles.

Visita al yacimiento

Para todos aquellos que quieran profundizar un poco más en el conocimiento de cómo podía ser el funcionamiento del edificio en época romana, se organiza una visita guiada por el subsuelo de la basílica. El punto de encuentro para el inicio de la misma se encuentra en la puerta principal de la propia basílica.

Localización

La Basílica de Constantino se encuentra ubicada en Konstantinplatz (la plaza de Constantino) 10. 54290 Trier (Alemania).

Visita, horario, condiciones

1. La visita a la Basílica es de acceso libre, sin reserva.

2. La visita guiada por las excavaciones bajo la Basílica es con reserva previa y tiene una duración de 60 minutos.

3. El aforo máximo es de 25 personas, no comenzando una visita hasta que no haya finalizado el grupo anterior.

4. Acceso minusválidos. El acceso a la Basílica se realiza a través de un portal principal sin barreras, con acceso para sillas de ruedas. También, existen plazas en el parking reservadas para minusválidos. También existen algunos inconvenientes, como que dentro del recinto no hay baños y el acceso a las excavaciones no les está permitido por la escasa iluminación.

La Basílica posee su propio parking, el Parking Basilika, a unos 5 minutos andando del recinto.

Medidas Covid

1. Las visitas solo son posibles fuera de los oficios religiosos.

2. Deben observarse las medidas de higiene y protección (control de distancia, uso de protección bucal y nasal, desinfección de manos).

3. Hay que tener en cuenta que las iglesias pueden tener horarios restringidos motivados por la COVID-19. Es preferible contactar directamente con la comunidad de la Iglesia Evangélica en Trier.

Horario

Noviembre y de enero a marzo:

• De martes a sábados: 10.00-12:00, 14:00-16:00
• Domingos y festivos: 13:00-15:00
• Cerrado los lunes

• La entrada a la Basílica es gratuita, salvo para asistir a los conciertos.
• Visita a las excavaciones bajo la Basílica: 60,00€ / 55,00€ (solo para alemanes)

Dónde dormir

Cerca del edificio hay dos apartamentos turísticos: el Ferienwohnung Domblick y el Ferienwohnungen Baro.

Hoteles. Esta selección se ha realizado a partir de los establecimientos mejor valorados por los usuarios de internet.

• Park Plaza Trier. 128€
• Ante Porta-Das Stadthotel. 88€
• Blesius Garten. 107€

Información sobre la ciudad

La ciudad de Trier o Tréveris (como se la conoce en España) se trata de la ciudad más antigua de Alemania, fue construida en el año 16 a.C, por el emperador Augusto y no debemos olvidar que, hasta el siglo V, fue la capital del Imperio Romano de Occidente. De ahí la monumentalidad de sus construcciones algunas de las cuales se han conservado hasta nuestros días. Por ejemplo, en Trier podemos admirar el Anfiteatro, con aforo para 30.000 espectadores, las Termas Imperiales que llegaron a ser, por su tamaño, las terceras más grandes de todo el mundo romano (las mayores no situadas en la ciudad de Roma), la Porta Nigra que era la puerta norte de la ciudad en época romana y, por supuesto, la Basílica de Constantino o Aula Palatina que albergaba el trono del emperador.

Por otro lado, también son visitas obligadas la catedral de San Pedro, que incorpora restos de la iglesia del siglo IV y es considerada la iglesia más antigua de Alemania, así como la Iglesia de Nuestra Señora, una de las primeras muestras del gótico alemán.

Marco jurídico. Figura de protección

En 1986 la UNESCO incluyó en su lista de lugares Patrimonio de la Humanidad varios de los monumentos históricos de la ciudad de Trier, bajo la Referencia 367: «Tréveris - Monumentos romanos, catedral de San Pedro e iglesia de Nuestra Señora», entre ellos se encuentra la Basílica de Constantino o Aula Palatina. A este hecho ha contribuido, según la UNESCO reconoce en su página web, el esfuerzo realizado por las autoridades alemanas para la preservación y conservación del patrimonio, resaltando que, en concreto, la Basílica es un monumento incomparable dadas sus dimensiones, pues cuenta con «el interior más grande conocido de la época clásica».

Recorrido de la visita

Como ya hemos mencionado anteriormente, la ciudad de Trier se caracteriza por su monumentalidad y majestuosidad. Por lo tanto, a la hora de realizar una visita podemos plantear la creación de un recorrido temático lineal que recorra los grandes espacios arqueológicos albergados en un espacio bastante reducido y con el sello de garantía de la UNESCO. El desarrollo temático del recorrido interpretaría la llegada a la ciudad de Augusta Treverorum a través del propio Puente Romano, para cumplir el objetivo de visitar el recinto palatino de Constantino y las instalaciones consagradas a este, al igual que otros monumentos arqueológicos o instalaciones de real relevancia en la ciudad.

El punto de partida de esta visita daría comienzos en El río Mosela, sobre el que los romanos construyeron un primer puente de madera en 16-17 a.C, relacionándose con el periodo fundacional de la ciudad, aparte de consagrarse como el puente más antiguo en Alemania. En el año 144 d.C, será cuando los propios romanos modifiquen su estructura, ampliando y sustituyendo sus pilares por basalto, de los cuales se conserva actualmente cinco de los siete originales.

El siguiente tramo de la visita estará dedicado a visitar las termas romanas más próximas al palatino. Tan solo a unos escasos 500 metros del puente, se encuentran Las Barbarathermen, el siguiente punto del recorrido, datado en la segunda mitad del siglo II d.C. Estas instalaciones de piedra cobijaban una superficie de alrededor de unos 42.000 metros cuadrados, convirtiéndolos en los baños termales más grandes del Imperio Romano, fuera de Roma. No obstante, en la actualidad solo se ha excavado un tercio del yacimiento y no se mantiene en buenas condiciones debido al expolio que sufrió durante la Edad Media como cantera y a la transgresión de las guerras. Aunque existen varios restos de las columnas de mármol y de varias esculturas recogidos en el Rheinisches landesmuseum Trier. Es gracias a ello, que hoy en día existe la posibilidad de imaginarse la gran altura y rica decoración que albergaba esta terma.

A otros escasos 700 metros, se encuentra el siguiente destino, Las Termas del Mercado de Ganado de Tréveris, datadas en la segunda mitad del siglo I d. C, siendo las más antiguas en la ciudad. Su emplazamiento es de suma relevancia al situarse justo en el Foro Romano, lo cual hacía de estas instalaciones todo un símbolo de privilegio y de interacción social, aunque estas no constan del título de “Patrimonio de la Humanidad” al ser descubiertas un año después (1987) de la entrega del galardón en 1986. De hecho, estas instalaciones fueron descubiertas cuando se estuvieron realizando una fosa para un parking subterráneo, fue el arquitecto alemán, Oswald Mathias Ungers, el encargado de modelar toda la vidriera exterior para salvaguardar el yacimiento, al igual que de mantener el pavimento original del yacimiento, buscando mostrar las diferentes escalas y realidades que existen en esta ciudad romana.

Por último, a otros 700 metros se encuentran Los Kaiserthermen, mandadas a construir por Constantino a inicios del siglo IV d.C, aunque al poco tiempo fueron reformadas y nunca llegó a conseguir la monumentalidad deseada. Aún así, el espacio original de este complejo logró consagrarse como una de las tres termas más grandes fuera de la metrópolis del Imperio Romano, compitiendo frente a las de Caracalla y las de Diocleciano. Actualmente, se conserva de manera original el muro del caldarium y se puede visitar todavía el hypocaustum.

Por otro lado, si se quiere conocer plenamente la historia de la ciudad de Trier en menos de 500 metros, la Basílica, construida sobre unas ruinas palaciales anteriores, es un claro ejemplo del desarrollo de la ciudad y, al conservarse de forma casi idéntica al edificio original, no tenemos que hacer gran trabajo imaginativo sobre cómo se alzaría las paredes alrededor del trono imperial. Presentamos un plano arqueológico donde se observan las estructuras que precedieron a la construcción constantina. Siempre ha sido un espacio cerrado con un vestíbulo al sur y un patio servicial a los lados este y oeste, donde se encontraban los hornos que calentaban el suelo de hipocausto y las cavidades, rodeadas por una pared recubierta. Por otra parte, las galerías a dos niveles permitían el paso de la guardia pretoriana. Esta es una construcción de ladrillos, pero que en su época estaban cubiertos de enlucidos. De todas maneras, como hemos mencionado anteriormente, la actual composición de la Basílica es una reconstrucción realizada en 1954.

De igual manera, a otros escasos 500 metros y compartiendo lugar dentro del Palacio Electoral, la visita al Rheinisches Landesmuseum Trier, se convierte en un objetivo obligatorio si se quiere conocer la historia de esta ciudad. Este consta de un espacio de exposición superior de 3.000 metros cuadrados y es una de los museos arqueológicos referentes en Alemania. Su exposición permanente de 200.000 años de historia traslada a los visitantes a conocer toda la evolución historiográfica de la ciudad, aunque la mayor parte está dedicada a la época romana. En ella existen desde herramientas y utensilios hasta el mayor tesoro romano conservado y la mayor colección de mosaicos al norte de los Alpes.

El último punto de la visita será el Anfiteatro de Tréveris, incrustado en la ladera de Petrisberg con una superficie de 120 x 145 metros, ocupando el décimo lugar entre los anfiteatros romanos aún conservados. Actualmente, este lugar se sigue utilizando para actuaciones y conciertos y tiene un aforo de 20.000 espectadores, por lo que aún mantiene su esencia como lugar de ocio. No obstante, cuenta con un interior subterráneo visitable, en el que se puede conocer tanto los pasillos de los gladiadores como las jaulas de los animales utilizados para el espectáculo. Ha tenido que ser reconstruido debido al expolio que sufrió como cantera en la Edad Media, al igual que varios de los yacimientos anteriormente mencionados.

Para concluir el recorrido, ofrecemos dos variantes a gustos del consumidor. La primera opción, debido a su cercanía, sería acabar en el Mirador de Petrisberg, pudiendo así obtener una clara panorámica de la ciudad y los yacimientos visitados. La otra opción posible sería dar la vuelta y acabar en la Puerta Negra , finalizando el recorrido en la propia salida o entrada norte de la ciudad romana. Este yacimiento es el símbolo más emblemático de la ciudad y está datado del 180 d.C, su colosal magnitud y su característica composición de sillares de arenisca, grapas de hierro moldeados con plomo han otorgado a este yacimiento una peculiar atracción que le ha permitido sobrevivir hasta consagrarse como la puerta romana mejor conservada al norte de los Alpes.

Centro de interpretación. Museo de sitio

Si bien la comunidad de la Iglesia Evangélica que ostenta actualmente la titularidad del Aula Palatina organiza diversas exposiciones temáticas en su interior, el edificio no cuenta con unas instalaciones específicas dedicadas a la actividad museística. No obstante, la ciudad de Trier cuenta con uno de los museos arqueológicos más importantes de Alemania y uno de los más importantes de Europa en referencia al mundo romano, el Rheinisches Landesmuseum Trier, por lo que un paseo por sus salas es algo casi imprescindible si se planea visitar la ciudad.

También puede resultar interesante una visita a la catedral que se encuentra construida sobre los restos del palacio residencial imperial, conservándose en su museo, el Museum am Dom Trier, restos de las pinturas del techo del palacio que fueron encontrados bajo la catedral.

Recursos

-Agenda

Aprovechando la maravillosa acústica de la Basílica, la Comunidad Evangélica organiza diversas actividades musicales. Dadas las condiciones sanitarias actuales algunas de ellas han sido canceladas, no obstante, se ofrece la programación de conciertos que continúan previstos:

Septiembre de 2021

• Sábado 4 a las 21:00 h.: Por la noche en la basílica (en cooperación con el Festival de Música de Mosela).
• Sábado 18 a las 19:00 h.: Final del Concurso de Órganos Hermann Schroeder.

Diciembre de 2021

• Martes 7 a las 19:00 h.: Concierto de Adviento con la Orquesta de Policía Estatal de Renania-Palatinado.

-Documentales/vídeos

Dentro de la importante tarea de gestión, protección y difusión del patrimonio cultural, la Dirección General de Patrimonio Cultural Renania-Palatinado (GDKE – Generaldirektion Kulturelles Erbe), ha elaborado, entre otros, un video ilustrativo sobre la ciudad de Trier (Tréveris) que puede ser visionado a través de la página web de la institución: Generaldirektion Kulturelles Erbe Rheinland-Pfalz, o bien, a través de YouTube: Eine Zeitreise in die antike Kaiserresidenz Trier im-4. Jahrhundert n. Chr. | GDKE RheinlandPfalz - YouTube, en el mismo se presenta una reconstrucción de la Augusta Treverorum romana, pudiéndose observar la majestuosidad de sus edificios y el trazado urbanístico de la ciudad.

-Redes sociales

En Instagram:

• Podemos encontrar el hastag: kaiser konstantin y la cuenta @visit_trier, en los que podemos encontrar imágenes de la Basílica.
• La evangelista que ocupa a día de hoy la basílica posee su propia cuenta de instagram: @evangelisch_trier.

Además, al igual que cuenta en Instagram la iglesia tiene un muro de Facebook con el nombre Evangelische Kirchengemeinde Trier.

Bibliografía

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Información proporcionada por: Paula Alberto Monroy, Alejandro Gallardo Rodríguez, María José Gálvez Carmona, Eva Jiménez Jurado y Paola Molina Almarcha.