Palacio de Milán
Reconstrucción del palacio, junto al circo (Colombo, 2018)
El yacimiento ante el que nos encontramos forma parte de la antigua ciudad de Mediolanum (la actual Milán), elegida por el emperador Maximiano como la capital de la parte occidental del Imperio en el siglo III por su posición privilegiada en el centro de las rutas que comunicaban Roma y el Mar Mediterráneo con los Alpes, de ahí que también se le conozca con el nombre de Palazzo Imperiale de Maximiano.
El origen de la ciudad se remite a la fundación por parte de las tribus celtas que poblaban el norte de Italia y que le daban el nombre de Medhelan. Esta se mantendría bajo su dominio hasta la conquista romana de la misma hacia el año 222 a.C., cuando recibirá el nombre de Mediolanum, traducción literal del nombre celta que significa «tierra del medio». Siglos más tarde, tras los saqueos de Roma, la ciudad del Tíber deja de considerarse segura, por lo que se traslada la capital de la parte occidental del Imperio a Mediolanum en el año 286, además de ser considerado este lugar como un punto estratégico fundamental para la defensa del emperador y para las comunicaciones con el resto del Imperio por su localización. Fue en este momento cuando se construyó el palacio imperial y otros edificios en la zona que ocupa, el distrito oeste, que se convirtió en la zona residencial de la corte del emperador. Esta parte de la ciudad estaba delimitada por lo que hoy son el Corso Magenta, la Via Santa Maria alla Porta (antiguo decumanus maximus), la Via Torino (antiguo cardo maximus) y el circo.
La consolidación de la ciudad como capital del Imperio de forma definitiva se consagrará definitivamente seis años después de la elección de la misma por parte del emperador Maximiano, es decir, en el año 292, momento a partir del cual la ciudad pasará a alternar diversos periodos de opulencia y crisis, marcados especialmente por las disputas externas. Estos hechos se reflejan en diversas incursiones de distintos pueblos como los hérulos o los hunos hacia el siglo V, que marcaron el fin del esplendor de la ciudad, dando lugar a que la capitalidad del Imperio se trasladara a Rávena.
La trascendencia de la misma ciudad para la historia romana radica en el hecho de que pasa a convertirse en el principal centro de la toma de las decisiones más importantes que afectaron al imperio en la época, como la promulgación del Edicto de Milán en el año 313, por parte de los emperadores Constantino I el Grande y Licinio, que establecen la libertad de religión en el Imperio y supone, por tanto, el fin de las persecuciones hacia los cristianos, de las cuales el imperio había sido impulsor durante siglos.
En cuanto al palacio, su estructura era policéntrica y tenía funciones tanto residenciales como oficiales, pues era la sede administrativa y al mismo tiempo la residencia del emperador, de su familia y parece ser que también de la guardia imperial, por lo que las habitaciones se organizaron en grupos alrededor de patios porticados que servían de unión. Igualmente importante era su conexión directa con el circo, que constituía un elemento esencial en las ciudades romanas y que permitía el entretenimiento del emperador sin salir del recinto del propio palacio en general. Otro de los aspectos fundamentales a la hora de realizar una revisión y reestructuración de las funciones del complejo reside en su importancia y papel central en el gobierno de la ciudad, no solo a nivel político (personificado en la figura del gobernante o imperator), sino también a nivel administrativo y urbanístico, pues constituía el principal edificio representativo, que ocupaba un espacio central, en torno al cual se disponían una serie de edificios, como el circo (en su parte occidental) y las murallas.
De ese modo, la concepción de este palatium como un conjunto de edificios y no como un edificio aislado conlleva inevitablemente a interpretar que el hecho de la progresiva construcción de los mismos, es decir, su construcción no se limita a un año preciso, sino a un periodo determinado. En concreto, a raíz de las escasas fuentes conocidas al respecto, se atribuye la concepción del mismo a finales del siglo III, pero su construcción se extendería incluso hasta inicios del siglo IV. De ese modo, su realización cobraría un gran sentido, pues iría en consonancia con el estatus de la ciudad, coincidiendo con la época en la que se consagró como capital. Otras fuentes incluso se atreven a precisar una fecha más exacta, indicando el año 299 como punto de partida, a raíz del hallazgo de los restos de una moneda que muestra la efigie del emperador Maximiano, algo que ha sido tanto aceptado como puesto en tela de juicio, en base a las distintas interpretaciones de los diferentes expertos de la materia en cuestión.
El traslado de la capitalidad a Rávena en el 402 por orden del emperador Honorio supuso un duro golpe a distintos niveles para la ciudad, de forma que las diferentes instalaciones, en especial algunas como el conjunto palaciego, fueron cayendo progresivamente en el olvido y en el abandono, de forma que, aunque el uso de este lugar se postergó durante cierto tiempo, este tornó a su fin en cuestión de varios siglos. De hecho, las distintas fuentes coetáneas establecen la inexistencia de datos sobre este complejo hacia el siglo X, cuando prácticamente desaparece cualquier vestigio o rastro del mismo y se le pierde la pista. Esta pérdida de importancia a nivel político y estratégico no sería replanteada y retomada de nuevo por los distintos expertos hasta el siglo XIX, cuando se hallan los restos del palatium durante unas obras.
En definitiva, habría que esperar hasta la década de los años 30 del siglo XX, cuando Alberto De Capitani D’Arzago realizó las primeras excavaciones sobre el mismo, siendo pionero de excavaciones posteriores que se iniciarán en la década de los años 50.
Página web oficial
Toda la información relacionada con el yacimiento puede encontrarse en http://milanoarcheologia.beniculturali.it/, página oficial de la ciudad de Milán con respecto a los restos arqueológicos encontrados en esta.
Localización
El yacimiento en el que se encontraba el palatium se encuentra hoy en día entre dos localizaciones. A la primera se accede a través de Via Brisa 15, mientras que la segunda se encuentra al otro lado de la manzana, en Via Gorani 4.
El yacimiento es uno de los pocos vestigios del periodo en el que Mediolanum fue capital del Imperio Romano de Occidente y residencia imperial (entre el 286 y el 403 d.C). Hoy en día, la iglesia de San Giorgio al Palazzo mantiene vestigios de esta época, así como los restos encontrados en Piazza Mentana, Via Santa Maria Valle, pero son los restos encontrados en Via Brisa y Via Gorani los que guardan un mayor valor arqueológico.
Cómo llegar
Al ser un yacimiento insertado en la ciudad, se puede llegar a pie o en bicicleta, habiendo para la segunda opción un servicio de uso compartido de bicicletas en la ciudad. Además, se encuentra a diez minutos de la estación de tren Milano Cadorna, y a cuatro de la estación de metro Cairoli. Asimismo, a través de la calle Corso Magenta, muy cerca del yacimiento arqueológico, pasan tanto líneas de autobús como de tranvía, por lo que es accesible desde prácticamente cualquier punto de la ciudad.
Qué visitar
Si nos informamos y analizamos las imágenes con detenimiento, podremos contemplar la escasa representatividad de los restos arqueológicos hallados en base al hecho de que no se han conservado una gran cantidad de restos con respecto de este yacimiento, quedando solamente la cimentación, ciertas secciones elevadas en Via Brisa y partes de habitaciones que conservan mosaicos en Via Gorani. Es necesario mencionar, sin embargo, que los restos de Via Gorani, que se encuentran dentro de un edificio, actualmente no están accesibles al público, por lo que, por ahora, solo se pueden visitar los que se encuentran en Via Brisa.
A este respecto, una de las razones centrales que pueden haber influido en la escasa conservación del yacimiento pueden deberse a algunas causas como la posición que ocupa el conjunto en el centro de la actual Milán. Por ello, es posible que queden aún más restos por hallar, pero la situación del yacimiento imposibilita la adecuada gestión y la recuperación de los restos, más aun teniendo en cuenta el contexto pandémico actual.
Horario
Debido a que no es posible acceder a los restos de Via Gorani, nos centraremos únicamente en Via Brisa. En lo que respecta al horario, no existe un cuadro establecido al respecto, puesto que nos hallamos ante un yacimiento al aire libre, por lo que su visita puede realizarse durante las 24 horas del día. Un asunto bien distinto es aquel que respecta a las visitas guiadas, de carácter remunerado, que suelen consistir en tours privados y cuyo horario puede variar.
Tarifas
Como ya se ha mencionado, se trata de un yacimiento abierto que se encuentra entre edificios modernos y forma parte de la morfología de la ciudad actual. Debido a esta razón, se puede acceder a él las veinticuatro horas del día de forma gratuita.
Reservas y visitas guiadas
Por otro lado, el yacimiento no cuenta con visitas guiadas organizadas por la ciudad, sino que si se desea realizar algún tour, se debe reservar por separado con alguna empresa privada. Para más información, consulte páginas de viajes, como la expuesta a continuación: https://www.tripadvisor.com/AttractionProductReview-g187849-d12650735-Withlocals_Highlights_Hidden_Gems_Best_of_Milan_Private_Tour-Milan_Lombardy.html
Medidas Covid
Por las razones expresadas anteriormente, las medidas COVID que se le aplican al yacimiento son las mismas que aplica el gobierno de Milán y el de Italia respecto a los espacios al aire libre.
La región de Lombardía es una de las más castigadas por la pandemia a nivel italiano, por lo que las medidas son estrictas en el momento. La hostelería está cerrada prácticamente en su totalidad, a excepción de servicios de comida para llevar.
Sin embargo, el yacimiento principal del Palazzo Imperiale está al aire libre, por lo que sigue abierto hoy, si bien el acceso y el aforo pueden estar controlados. Evidentemente, aunque el yacimiento esté en el exterior, el uso de mascarillas y otras medidas sanitarias como el distanciamiento son obligatorias en toda la región.
Accesibilidad
Al yacimiento en sí no se puede acceder directamente, sino que se pueden contemplar los restos desde un corredor que permite ver la sección de la excavación de Via Brisa a nivel del suelo, de forma completamente accesible para discapacitados. Por otro lado, el acceso desde Via Gorani cuenta con una rampa para los mismos, aunque, al no estar todavía abiertos al público, no se conocen datos sobre la accesibilidad en el interior del edificio.
Información de interés
- Establecimientos asociados
Muy cerca del yacimiento encontramos el Museo Arqueológico de Milán (Civico Museo Archeologico). El precio de entrada es muy asequible o incluso gratuito en días puntuales del mes, por lo que su visita es obligada para completar el recorrido. No obstante, por la situación de pandemia, actualmente se encuentra cerrado hasta nuevo aviso.
En el último cuarto del siglo III, junto al palatium se erigió el circo, ya que, como era tradición, se concebían como un proyecto unitario. Se trataba de un edificio para espectáculos de 470 metros de largo por 85 de ancho, uno de los más grandes del momento. Ocupaba los actuales Corso Magenta, Luini, Capuccio, Brisa, Morigi, Circo, del Torchio y Medici.
Se conserva muy poco de la estructura original, pero por la cimentación observamos que esta consistía en opus caementicium (hormigón romano) sobre pilotes de madera, mientras que el alzado parece que estaba realizado en opus latericium (mampostería de ladrillo). Lo que mejor se conserva en la actualidad es una de las torres de las carceres, las puertas de salida para la carrera, debido a que fue reutilizada como campanario de la iglesia del monasterio de San Mauricio. Su base es de forma rectangular, su área de 8,20 m por 8,60 m , de norte a sur y de este a oeste, y su altura de 14 m. Los lados este y oeste estaban formados por arcos de medio punto y el grosor de los muros disminuye a medida que asciende (1,30 m en la zona de la base hasta 0,7 m en la parte superior).
Los restos del circo se descubrieron en los años 30 con las excavaciones de Alberto De Capitani d’Arzago, que facilitaron investigaciones posteriores que se realizaron a partir de los años 50. Una particularidad de esta obra es que no contaba con una puerta triunfal, posiblemente por motivos defensivos, ya que la puerta podía ser usada por algún enemigo para ocupar el circo y fortificarse allí.
Otro de los restos relacionados con el palatium es la Muralla Maximiana. Esta se denomina así porque se atribuye su construcción al propio emperador Maximiano, al igual que el palacio y el circo. Su construcción, a finales del siglo III, supuso la expansión de la ciudad a lo ancho.
Su cimentación se basa en el empleo de opus caementicium y está conformada por guijarros unidos por mortero resistente de color blanco y en algunos casos de color rosáceo. El alzado utiliza la misma técnica, pero el mortero es de color gris y los ladrillos son más rojizos. La muralla contaba con varias torres poligonales de 24 lados, de las que solo se conserva una, en el Civico Museo Archeologico. Dicha torre debía tener una altura de unos 18 m aproximadamente, pero solo se conservan unos 16 m.
- Dónde comer
- Dónde dormir
Respecto al alojamiento, de nuevo, depende de lo que se esté buscando. A cuatro minutos a pie del yacimiento se encuentra el hotel Genius y a diez minutos, el Apart Hotel Lupetta 5. Ambos son hoteles de tres estrellas en los que pasar la noche cuesta aproximadamente sesenta euros. Por su parte, a unos cinco minutos a pie, está el hotel de cuatro estrellas Camperio House, de mejor calidad, pero al doble de precio, costando unos ciento veinte euros la noche.
- Información sobre la ciudad
- Marco jurídico / Figura de protección y de gestión
El yacimiento se encuentra bajo la jurisdicción de la Soprintendenza archeologia, belle arti e paesaggio per la città metropolitana di Milano, cuyo cargo principal lo ostenta actualmente Antonella Ranaldi desde 2016
La visita al yacimiento: planimetrías y fotografías
En cuanto a los restos de Via Gorani, antes de la construcción del palacio existieron dos domus, de entre los siglos I y III, que fueron derribadas para su construcción. Aquí se encontró un conjunto de estancias con calefacción y pavimentación con mosaicos, además del impluvium. Para su datación ayudó, como se mencionó anteriormente, el hecho de que se encontró una moneda con la efigie de Maximiano del 299 d.C.
Parte del palacio excavado en Via Gorani 4 (Milano Archeologia, 2021)
En función de los restos existentes, se puede intuir la estructura original. En el Decumanus Maximus parece que existió un acceso monumental con un gran vestíbulo (A) que conducía a una sala absidal (B). La sala B, junto con las salas C y U, constituían los sectores de representación de esta parte del palacio, que se caracterizaban por ser habitaciones de gran tamaño. Un largo y estrecho pasillo (D) conectaba las salas absidales B y C con la zona privada, cinco salas más pequeñas (G, H, L, M), probablemente reservadas para la familia imperial, a las que también se accedía a través del pórtico rectangular con columnas F. Simétrica a la sala C, encontramos la sala N, salvo que esta no cuenta con ábside. Al oeste se encontraba la habitación Q, con un mosaico geométrico compuesto por hexágonos de lados cóncavos. Mientras tanto, en la zona norte, había una sala trilobulada (U), un triclinium con un vestíbulo de entrada al oeste, que conecta con el edificio de Via Brisa.
En la segunda mitad del siglo IV d.C. se produjo una reestructuración del complejo: las habitaciones privadas G-M fueron equipadas con un sistema de calefacción hipocausto y se levantó el suelo para añadir nuevas decoraciones en opus sectile o utilizando azulejos en blanco y negro (como en las habitaciones C y Q). Asimismo, se construyó una nueva sala rectangular (T), probablemente utilizada como triclinium de verano y decorada con un mosaico figurado.
Por otro lado, las estructuras sacadas a la luz entre 1951 y 1962 en Via Brisa pertenecían al principal sector de representación del conjunto palacial, donde el emperador recibía a las visitas más importantes. Los restos son claramente visibles desde la zona superior del museo arqueológico. Además de los cimientos, también se conservan algunas secciones del alzado, de hasta 1,40 metros de altura. En la sala central (10), de forma circular, con un diámetro de 20,70 metros y rodeada de columnas (es decir, un peristilo) convergían el resto de salas. La más imponente consistía en una gran sala de recepción absidal (1) que a ambos lados tenía dos salas simétricas (2-3), con ábsides laterales. En el lado occidental del peristilo había un segundo núcleo con una sala absidal en el centro (5). pero de menor tamaño que la gran sala situada en la parte norte, flanqueada por dos salas geminadas (4 y 6), con ábside lateral que debían tener una función de triclinium o dormitorio.
Parece ser que todas las salas contaban con calefacción de tipo hypocaustum, a excepción del peristilo circular (10). Sin embargo, solo la sala absidal occidental conserva los restos del sistema de calefacción por hipocausto, con pilares cuadrados de ladrillo que debían soportar el suelo original, probablemente en opus sectile. En los espacios resultantes de las salas principales se crearon otras salas más pequeñas de planta irregulares; por último, se conservan partes del sistema de evacuación de aguas, consistente en canales de sección rectangular.
Recursos
A diferencia de otros yacimientos que cuentan con un mayor interés por la cantidad de restos conservados, el yacimiento en cuestión no presenta una gran variedad de recursos y muchos de ellos se hallan desfasados, tanto en novedades y noticias, como en agenda, lo que hace que resulten un tanto limitados en materia de utilidad para promover la difusión del yacimiento y su interés genérico por parte de la población, local o extranjera.
En lo que respecta a la presencia de documentación audiovisual del complejo, la página web de Milano Archeologia cuenta con una sección audiovisual que permite ver las secciones subterráneas que no están disponibles al acceso del público, así como un breve documental que muestra en detalle las diferentes secciones del yacimiento: http://milanoarcheologia.beniculturali.it/?page_id=4588
Finalmente, en relación con la presencia de material didáctico, encontramos en la página del complejo tanto documentación relativa al conjunto arqueológico de la ciudad como un vídeo concreto relacionado con el propio palacio. En el caso de que se pretenda tener un conocimiento algo más profundo de los distintos hallazgos, la propia página de la institución permite realizar una serie de visitas virtuales que pueden ser de gran ayuda para visitar el complejo de forma gratuita y virtual, y que, en cierto sentido, nos pueden servir de guía para entender, en base a las ruinas obtenidas, lo que pudo haber sido y representado tal complejo en el entorno de la ciudad. Toda esta información, se adhiere, inexorablemente, a la principal institución ligada a este complejo, el Civico Museo Archeologico di Milano.
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Información proporcionada por: Silvia Paredes Jiménez, Javier Bullón Torralba, Francisco Doblado Romero, y Arturo García Jiménez.
