Formación Permanente

El periodismo, interna y externamente, está inmerso, desde hace años, en un cúmulo de crisis que lo mantienen en una situación de extrema precariedad y debilidad. Estos males se han agravado con la pandemia provocada por el Covid 19. El camino presente y futuro de los periodistas y de la profesión es hoy en día una gran incertidumbre. El periodismo siempre existirá, porque la información, la veraz, es imprescindible en toda sociedad democrática, pero todo son dudas sobre cuáles y cómo serán sus medios, soportes, formatos e instrumentos.

La situación económica y laboral de este oficio es crítica. Antes y durante la pandemia, todos los grupos editoriales en España han aplicado ERE y ERTE. Tras estas medidas laborales las prejubilaciones pactadas y los autónomos se han disparado y las redacciones se han vaciado de periodistas veteranos, con un deterioro de la calidad del periodismo.

El sector ha aumentado su condición de ser el que, porcentualmente, tiene más parados, más falsos autónomos y más personas trabajando gratis. Además, el teletrabajo se ha asentado, destruyendo un valor esencial del buen periodismo como es el de ir, ver, oír, pensar y contar hechos e historias. Esta debilidad y precariedad del periodismo le sitúa en manos del poder político y económico, ante los cuales el poder editorial suele doblegarse como una forma de subsistir. Esto propicia la propaganda y, sobre todo, la mentira que vive una era dorada dentro y fuera de la profesión periodística, con el consiguiente daño para toda la sociedad. Además, las nuevas tecnologías aplicadas a la información han llegado para quedarse. Su evolución es imparable, primando, en muchos casos, la rentabilidad económica y no los valores periodísticos ni el buen periodismo.

En todo el mundo sigue abierto el debate sobre el modelo de negocio que haga viable o rentable una empresa periodística. Todo indica que la prensa en papel desaparecerá a corto plazo y que la información será casi exclusivamente digital. Las suscripciones, y en bastante menor medida la publicidad, aparecen como el sustento económico más fiable. El problema de fondo es que los grupos editoriales continúan considerando que apostar por buenos periodistas y por buen periodismo es un gasto y no una inversión. Para profundizar en el debate y análisis de esta situación, planteamos: ¿Hacia dónde camina el periodismo? El curso, partiendo de dónde y cómo estamos, pretende profundizar en el presente y futuro de la profesión, con especial énfasis en la búsqueda de salidas y soluciones reales.