Como todos sabemos, la ciudad de Sevilla alberga las historias de numerosos santos y patrones, pero hoy nos centraremos en dos santas particularmente conocidas. Y es que las santas Justa y Rufina tuvieron una historia particularmente difícil. Cuenta la tradición que estas dos hermanas nacieron en Sevilla en los años 268 y 270 ocupando el oficio de alfareras, y que durante una de las fiestas paganas de las Adonías, la procesión de la diosa pasó por delante de su mercado requiriendo vasijas como ofrenda. Las hermanas se negaron y se produjo una revuelta que destruyó el ídolo de la diosa. El gobernador Diogeniano las acusó de sacrílegas y las encarceló, sometiéndolas a torturas que acabaron con su vida. Justa murió en la cárcel por hambre y Rufina murió degollada y fue quemada.

Con el tiempo el culto se fue acrecentando y construyeron altares y templo en su honor tales como el templo mozárabe de Santa Justa en Toledo. En el 287 el obispo reunió los restos y enterró a las dos hermanas en lo que hoy se conoce como la calle Campo de los Mártires. Es por ello que las santas son especialmente veneradas en Sevilla y se las considera patronas de los alfareros y de Sevilla, Huete y Orihuela entre otros. Su festividad se celebra el 17 de julio.

La ciudad de Sevilla está llena de alusiones a las hermanas. Ejemplo de ello es la capilla dedicada a las santas que hay en la Catedral y que contiene sus esculturas procedentes de la Iglesia del Salvador. En el Colegio Salesiano de la Santísima Trinidad se encuentra una antigua galería subterránea donde estuvieron presas las dos hermanas antes de morir.

Sótanos donde habrían estado las celdas de reclusión de las Santas Justa y Rufina

La tradición las describe como las protectoras de la Catedral y Giralda y responsables de que resistieran al terremoto de 1504, razón por la cual en muchas de las obras aparecen representadas junto con la Giralda y cacharros de barro. Este es el caso de uno de los lienzos en los que Murillo representó a las santas patronas de Sevilla y que posteriormente sirvió de inspiración para que Goya pintara un cuadro de temática similar para la Catedral. En 1665, Murillo elabora un ciclo de pinturas para decorar la iglesia del Convento de los Capuchinos en Sevilla, y coloca el cuadro de las santas en el primer cuerpo del retablo mayor. Las hermanas aparecen representadas en tonos rojos, verdes y ocres, con un rostro juvenil y bello enfrentando al espectador. Entre ellas, la Giralda, y a sus pies un conjunto de vasijas detalladas que contrastan con la vaporosidad y abocetamiento del resto del conjunto pictórico. El cuadro se ubica actualmente en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, y la zona de la ciudad que actualmente sitúa los sucesos de la época son los acueductos de Luis Montoto.

 

Fuentes:

Santas Justa y Rufina. (2017). Arte e Historia. Recuperado de https://www.artehistoria.com/es/obra/santas-justa-y-rufina-0?msclkid=642d507dcf9e11ec99bedf3b85b81519

Santas Justa y Rufina: dos hermanas de leyenda. SevillaMía Tours. Recuperado de http://sevillamiatours.com/santa-justa-rufina-leyenda/?msclkid=fc0535adcf9111ec8f7568ad471a774c

Santas Justa y Rufina. Real Academia de la Historia. Recuperado de https://dbe.rah.es/biografias/11444/santas-justa-y-rufina?msclkid=fc06aa45cf9111ecb8e0cae17f18a2ee

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Información básica sobre protección de datos Ver más

  • Responsable Universidad Pablo de Olavide.
  • Finalidad  Moderar los comentarios. Responder las consultas.
  • Legitimación Su consentimiento.
  • Destinatarios  Universidad Pablo de Olavide.
  • Derechos Acceder, rectificar y suprimir los datos.
  • Información Adicional Puede consultar la información detallada en la Política de Privacidad.