«Me inspira la sencillez de la obra y lo desgarradores que pueden ser algunos romances. Romances que te hacen reflexionar sobre lo que acabas de leer».
Estas eran algunas de las palabras de Antonio Castro Malia, un joven tarifeño de 19 años, durante la presentación de su libro «Dónde retumba el agua» en la Casa de la Cultura de Tarifa el pasado mes de abril.
A este estudiante del Curso Superior de Fotografía Profesional en la escuela de arte de Granada se le encargó como parte de sus estudios iniciar un proyecto libre y él vio la oportunidad perfecta para unificar algunas de sus pasiones: la fotografía, la literatura, la moda y el arte.
Aficionado a las cámaras desde que tiene uso de razón y dedicándose a ello desde 2017, Antonio confesó que gracias a un profesor en el instituto descubrió el Romancero Gitano y, con él, todo un mundo maravilloso de simbología lorquiana que le acompaña hasta el día de hoy. Su ambición y creatividad han sido las responsables de que, más allá de un simple proyecto de fotografía, haya creado un libro formado por 18 fotografías, cada una inspirada en un romance y combinando elementos de su infancia, como son el mar y la playa de Tarifa, sin olvidar la esencia granadina de Lorca, tierra que ahora le acoge también a él.
El tarifeño juega con lo innovador y la tradición, es por eso que, para la edición del libro, apuesta por un formato compuesto por dípticos envueltos en un sobre rojo, color de la pasión, simulando las cartas que se enviaban en la época. Su nueva versión del Romancero, que respeta el tamaño de la primera edición de 1928, nos habla esta vez de manera visual sobre amor, raíces, tradición y padecimiento, pero también de brisa marinera, libertad y de personas. Personas que según nos cuenta han sido cruciales para llevar adelante este proyecto: María y Adri dando vida y luz a sus imágenes como modelos; Mario y Elena, que convirtieron una idea en una realidad con sus diseños; e Isabella, combinando con sus estilismos la contemporaneidad con la obra a la que se hace referencia.
No hay duda de que, crear, contar y reivindicar, los tres objetivos cruciales de Antonio con este proyecto, es más que peso suficiente para que su capacidad artística llegue lejos. Podríamos estar hablando de un futuro referente de un nuevo género literario acorde con esta era digital y acelerada. Que sea capaz de hacernos parar por un segundo, para mirar, observar y reflexionar captando todos y cada uno de nuestros sentidos.