Sofía Montero Corrales¿Qué relación pueden tener una drag queen y un pintor de la Andalucía de la Transición?
Todos sabemos que el papel de un artista como una drag es transformar su apariencia para sorprender a su público de las maneras más artísticas y sorprendentes posibles, incluso reivindicando la imagen y la transmisión de otros artistas. Aunque en España no siempre han sido bien recibidos este tipo de artistas, en los últimos años la escena drag española se ha enriquecido y ganado más fama gracias al programa Drag Race España, copia del programa estadounidense con el mismo nombre.
De ahí sacamos a nuestro primer protagonista, Francisco José Venegas Morales, mejor conocido como Pakita, uno de los trece concursantes en la última temporada, con un drag caracterizado por ser reivindicativo y sugerente. En una de las pruebas llamada Spain is different (España es diferente), que se basó en un desfile en el que ganaba el atuendo que mejor representara ese lado “variopinto” de España, Pakita nos deleitó con uno de los mejores looks del programa (a mi parecer):
Es todo un homenaje a la carrera y al fin de uno de los artistas más alocados y simbólicos del panorama LGBT+ de la Transición española.
Andalucía siempre ha sido conocida por ser una tierra de artistas, desde Lorca a Picasso, pasando por Machado o Camarón. Sin embargo, por razones que se escapan al transcurso de la historia, algunos son más conocidos y otros han sido relegados a la sombra del olvido: uno de los mejores ejemplos es José Pérez Ocaña, más conocido simplemente como Ocaña.
Ocaña fue un pintor, activista y performer español, nacido en Cantillana en 1947 y fallecido en 1983. Tuvo que huir de su pueblo sevillano a Cataluña por no ser aceptado a causa de su sexualidad, donde comenzó su carrera como pintor en la década de los setenta, destacándose por su estilo surrealista y vibrante con figuras grotescas, por el uso de colores brillantes y a menudo referencias a la cultura popular y tradicional española (en su obra tiene un papel destacado la iconografía religiosa andaluza, como las vírgenes y los angelotes).
Aparte de su obra pictórica, se convirtió en una figura prominente en la escena artística y bohemia de Barcelona. Participó en diversas performances y happenings, combinando la pintura con la música y la danza, conocidas por ser disruptivas y escandalosas para la Transición española, por ejemplo, una performance junto una Marilyn Monroe de madera en la Puerta de Brandenburgo o la obra con la que participó en las jornadas libertarias en el parque Güell, censurada por la misma organización que lo invitó, la CNT.
Sus paseos por las Ramblas vestido de mujer, su participación en la película Ocaña, retrato intermitente del realizador Ventura Pons, y su presencia en la edición de 1978 del Festival de Cannes vestido con mantón y peineta, son otros de los ejemplos por los que hoy en día se sigue recordando a Ocaña.
Además de su papel artístico, también es reconocido por su activismo social y político, particularmente en defensa de los derechos de la comunidad LGBT. Fue una figura clave en la lucha contra la discriminación y la persecución de la comunidad queer en la España de la época, tras romper muchos esquemas y autocalificarse de «libertataria» y de «la Pasionaria de los maricones».
A pesar de su corta vida, su legado continúa siendo reconocido y celebrado en la historia del arte español contemporáneo. Ya hemos visto que hasta en el panorama drag español sigue vigente su arte y su lucha por los derechos LGTB, pues ambos buscan la expresión de uno mismo a través de la ropa, el maquillaje y la reivindicación social: son necesarios más Ocañas y más Pakitas en un mundo en el que aunque hay cierto bienestar, todavía se discrimina a las personas por quién aman o por cómo desean vestirse.
Fuentes: https://www.revistavanityfair.es/articulos/ocana-artista-lgtb-transicion
https://www.diariosur.es/six/quien-era-ocana-20230907232309-nt.html
https://rupaulsdragrace.fandom.com/es/wiki/Pakita
