¡Hola colorás y coloraos! ¿Se pueden establecer paralelismos entre dos mundos tan distintos como la Antigua Grecia y la Andalucía contemporánea? ¿Es posible adaptar esos textos trágicos de grandes autores clásicos como Eurípides o Sofocles a un lenguaje y elementos andaluces? Marta Cuevas Caballero es doctora de la Universidad Pablo de Olavide tras defender el pasado 13 de septiembre de 2024 su tesis Las representaciones de tragedias griegas en Andalucía: Un estudio de recepción escénica a través de ocho espectáculos contemporáneos (1987-2018), con la que obtuvo la máxima calificación, sobresaliente cum laude. En ella, estudia y analiza cómo fueron adaptadas ocho tragedias clásicas en Andalucía durante los 31 años mencionados. Compañera y amiga mía del grupo de teatro Furor Bacchicus, he tenido la suerte de entrevistarla para que me explicase más sobre esta cuestión.

Antes de empezar a desengranar la cuestión que nos atañe, la representación de las tragedias griegas en el contexto andaluz, me gustaría preguntarte un poco sobre ti, Marta: ¿De dónde te viene esta pasión por el teatro clásico y, en particular, por las tragedias griegas?

Desde que soy pequeña he tenido acceso a libros, a novelas, a teatro de todo tipo porque mis padres me han dado esa facilidad y me lo han inculcado desde siempre. Además, desde niña he asistido al Festival Internacional de Teatro Clásico que se da en Mérida, en los meses de julio y agosto. Tengo recuerdo, así como programas de mano guardados, de ir desde que tenía diez o nueve años con mis padres a ver tragedias representadas en ese teatro romano precioso. Desde ahí, empezó a fascinarme la mitología griega y la tragedia en sí. Con la formación humanística del Bachillerato, de estudiar el doble grado de Humanidades y Traducción e Interpretación y de unirme al grupo de teatro universitario Furor Bacchicus, esto no hizo más que consolidarse.

¿En qué momento decidiste que era este el tema del que querías hacer tu tesis?

La tesis salió principalmente de dos lugares: uno es Furor Bacchicus Teatro, empezamos en 2012 y yo estuve desde el principio, continuando en la actualidad como ayudante de dirección o para lo que pueda hacer falta. La otra columna de la que surgió la tesis fue mi TFG de Humanidades, centrado en el estudio de las tragedias griegas, que realicé con Rosario Moreno Soldevila, quien posteriormente sería mi directora de tesis. Rosa era también mi directora del grupo de teatro, con quien hice Las troyanas de Eurípides en 2014, la cual fue una experiencia muy guay para mí, y la primera vez que yo me subía al escenario para hacer una tragedia griega; todo lo que habíamos hecho hasta entonces era comedia. A partir de ahí, decidí que quería hacer el TFG sobre la tragedia griega.

Rosa me sugirió el tema de estudiar la recepción, es decir, con este término llamamos al modo en que una obra literaria (no tiene por qué ser grecolatina) se transmite a través de las épocas. Puede ser recepción de la tragedia griega, por ejemplo, un cuadro que plasme un pasaje de una tragedia, un videojuego, una canción, etc. Me propuso entonces Rosa hacer un análisis del espectáculo de la tragedia griega para mi TFG, y recuerdo que por Whatsapp me dijo: “esto te da para hacer un TFG, un TFM, escribir artículos o para hacer una tesis si tú te lo propones”. Desde 2017, momento en que me dijo estas palabras, estas se quedaron en mi cabeza, y me gustó tanto investigar para mi trabajo de fin de grado que me di cuenta que quería hacer el doctorado e investigar más a fondo la recepción de las tragedias griegas.

Sabemos que llevar a cabo un trabajo de investigación de la magnitud de una tesis no es para nada tarea fácil, ¿cómo han sido para ti estos años? ¿Cuáles son los retos principales a los que te has enfrentado? ¿Tienes algún arrepentimiento? ¿Y, cuáles son las cosas que te hacen sentir más orgullosa?

En cuanto a retos principales, resulta difícil decir porque hay muchos, pues como mencionas hacer un trabajo de investigación a la altura de una tesis es un trabajo titánico. Para empezar, aterrizar el tema costó, puesto que cuando haces una tesis tienes que concretar mucho el tema porque si lo haces demasiado general, la investigación se desboca. Tienes que concretar mucho en lo geográfico, que en mi caso era Andalucía, lo tenía claro, en lo metodológico, qué es lo que quieres investigar y de qué modo quieres llegar a esas conclusiones, y en lo cronológico, mi primera tragedia era del año 1987, y la más reciente al final ha sido del 2018. Como yo tenía un contrato predoctoral, con el que normalmente tienes que impartir docencia, el dar clase para mi fue un reto, puesto que había muchas cosas que eran nuevas para mí: de evaluación, de cómo ser justa con el alumnado…

En cuanto a logros alcanzados, conseguir la FPU (Formación de Profesorado Universitario), es decir, este contrato que mencionaba anteriormente, será algo que siempre me hará sentir orgullosa, puesto que es bastante complicado el obtenerla. Para ello, tuve muchísimo apoyo de Rosa, que me guió durante todo el proceso como la magnífica directora de tesis que ha sido para mí, y me ayudó a tener la candidatura fuerte.

Con respecto a los arrepentimientos, yo siempre advierto a cualquier persona que quiera meterse a doctorar que tiene que cuidar mucho su salud mental y aprender a priorizarse cuando se necesita, porque si no la tesis te desborda completamente. Ha habido también estos años un poco de síndrome de la impostora por mi parte, el cual, por suerte, se te quita un poco al ver el resultado, ver que has llegado y comprender que esta era tu manera de llegar.

Tu tesis Las representaciones de tragedias griegas en Andalucía: Un estudio de recepción escénica a través de ocho espectáculos contemporáneos (1987-2018) realiza un estudio de la recepción de ocho tragedias griegas representadas en este periodo de tiempo en el contexto andaluz. De entre las obras analizadas, tres de ellas (Las bacantes de La Cuadra de Sevilla, Hipólito de Teatro de la Soleá y Medea de Induo Teatro) son de ambientación flamenca y, por lo que cuentas, hacen referencia a la identidad andaluza. ¿De qué manera, en líneas generales, se expresa y se reivindica esta identidad?

Una de estas tres tragedias que mencionas, Las bacantes, es la tragedia que, dentro de que yo no soy una apasionada del flamenco, sin duda más he disfrutado de trabajar. De las tres tragedias de tipo flamenco, categoría de análisis que establecí una vez había visto todas las tragedias que analicé, Las bacantes es la tragedia que más claramente reivindica la identidad andaluza. Salvador Távora, director de la obra, siempre se caracterizó por hacer un teatro muy de izquierdas, muy social, a favor del campesinado y clase trabajadora andaluza. Para ello, utilizaba cosas muy andaluzas. En Las bacantes podemos decir que se trae la Antigua Grecia a Andalucía a través de la Semana Santa, el Rocío y del uso del flamenco y del acento andaluz en escena. Tenemos, por ejemplo, a un ciego Tiresias que va vestido de nazareno, el coro de bacantes es un coro de romeras que entran bailando sevillanas, Dioniso (llamado aquí Dionisio) sale vestido como cantaor de tablao, etc.

Se toma aquí esta parte más paganizada de la Semana Santa, más relacionada con la devoción popular, y se hace un paralelismo entre ese paganismo con el de las bacantes en la Antigua Grecia. En el caso de Hipólito de Teatro de la Soleá, la obra es dirigida por la hija de Salvador, Concha Távora, a la cual tuve el placer de entrevistar. Concha usa muchos elementos del lenguaje de su padre, aunque de una manera un poco más de libre interpretación, en el que lo andaluz está más diluido, pero también pretende esta reivindicación del teatro de las raíces, del teatro de la tierra, del teatro hecho aquí. Utiliza el flamenco, el cante, el teatro-danza…

Y en cuanto a Medea de Induo Teatro, es un traslado de una tragedia a la realidad de la España de los 40, de la posguerra. Es otra tragedia de Eurípides, en esta adaptación también se usa el flamenco: el coro lo canta, algunas escenas se sustituyen por canto flamenco, etc. Es más accesorio, para transmitir el ambiente en que la obra está localizada. El escenario en la obra es una especie de taberna, con unos tablaos en el centro. Medea es quizás, de las tres, la que menos reivindica lo andaluz.

Parte de tu tesis analiza la diferencia entre cómo se representaron estas tragedias en Andalucía, comparándolas con otras obras escenificadas en distintos puntos de España. Así, a grandes rasgos, ¿cuáles son las principales diferencias que encontraste?

A grandes rasgos, llegué a la conclusión de que no había un patrón por el que se pueda decir que las tragedias griegas adaptadas en Andalucía estén caracterizadas por x cosas. No hay una uniformidad, las ocho tragedias son muy distintas entre sí, y, quitando estas tragedias flamencas que te menciono, las de ambientación arcaizante, intemporal y contemporánea podrían haber sido interpretadas en cualquier otro punto de España. Lo que sí resulta interesante analizar es cómo determinados lenguajes escénicos se utilizan para hablar de diferentes cosas. Távora utiliza el flamenco para hablar de Andalucía, mientras que Induo Teatro utiliza el flamenco como cosa más accesoria para referirse a ese pasado dictatorial y a esa opresión a la que se ve sometía Medea cuando llega a una tierra extranjera.

Siguiendo con el tema del flamenco, he analizado otra tragedia hecha por personas no andaluzas. Su director es Miguel Narros, madrileño, quien mezcla Fedra de Séneca e Hipólito de Eurípides. Es un ballet-flamenco, no tiene texto y se usa la música flamenca como prácticamente único lenguaje para narrar la historia. Se nos informa en el programa de mano que la familia protagonista es una familia gitana, pero tú eso no lo tienes por qué saber. Aquí, al contrario que en Las bacantes de Távora, no hay reivindicación de lo andaluz, claro, porque los autores no son andaluces y se ve bien claro como el mismo lenguaje puede ser empleado para finalidades muy distintas.

De las ocho tragedias que has estudiado, ¿cuál has disfrutado más y te ha resultado más interesante de estudiar y analizar? ¿Tienes alguna favorita? 

Mi favorita, como te mencionaba antes, es sin duda Las bacantes del 87 de La Cuadra de Sevilla. A parte de que me resultó fascinante estudiarla, fue muy bonito porque pude ir a la nave de ensayo de La Cuadra, entrevistar a Concha Távora y ver escenografía real que tienen ahí de Las bacantes. Tenía una escenografía impresionante, con una noria en escena, un vestuario muy chulo. Agave, la madre de Penteo, el rey de Tebas, era aquí una bailaora flamenca que, en su estreno, fue Manuela Vargas, una célebre bailaora de Sevilla, de etnia gitana. Luego fue Fernanda Romero, que es la que aparece en la versión que he analizado yo. Bailando expresa ese frenesí báquico.

Me fascinó de esta tragedia como establece todo este paralelismo entre Andalucía y la Antigua Grecia a través de las tradiciones religiosas, utilizando estas referencias a la Semana Santa como algo que vivimos con mucha alegría, con un jolgorio, aunque estemos celebrando la muerte de Jesucristo. Este tema de lo truculento con lo alegre está muy presente en los ritos dionisíacos de Las bacantes, y eso Távora lo explota muy bien. Para mí, la versión es una genialidad.

Si no me equivoco, para tu investigación has visionado estas obras por medio de videograbaciones de los espectáculos. Dichas videograbaciones ¿están al alcance de nuestros lectores, en Internet o en algún otro sitio accesible? 

Sí, yo tenía claro que mi primer filtro para estudiarlas fuera que las tragedias se pudieran ver. Las ocho que seleccioné están disponibles en el CIRAEA, el Centro de Investigación y Recursos de las Artes Escénicas de Andalucía. En su sede de Calle Santa Lucía, de manera gratuita, uno se hace un carnet de acceso. Puedes acceder libremente a su catálogo y visionarlo allí libremente, no se te permite sacarlo, pero puedes verlo sin problema en las propias instalaciones y se te permite tomar tus notas, parar el vídeo, reanudarlo, etc. A parte, algunas de estas tragedias, las he encontrado en un repositorio online llamado La Teatroteca. Solicitas acceso, te dan tu usuario y contraseña, y filtrando en el catálogo puedes ver todo el teatro que quieras. Por último, algunas de estas tragedias (no todas) las he encontrado en Youtube.

¿Y qué fuentes has utilizado para estudiar el impacto posterior a dichas tragedias?

Al principio, quería haber estudiado la recepción por parte del público, pero Rosa, mi directora, me dijo que eso hubiese sido muy difícil, pues tendría que hacer un trabajo de campo de ir a las representaciones de tragedias y hacer una encuesta a los asistentes. Por tanto, lo abordé en recepción en prensa y por parte de la crítica especializada. Miraba sobre todo periódicos y leía en sus hemerotecas sobre lo que se había publicado de las tragedias que iba estudiando. Como dato curioso, de los cientos de recortes de prensa que analicé, alrededor de un 70% eran sobre Las bacantes de Távora, pues fue una obra con mucha proyección. Localicé críticas por parte de especialistas en teatro, entrevistas a directores y a actores, pequeñas noticias o reseñas… De ahí vas sacando, no solo datos sobre la recepción de las obras, sino que también he entendido cosas que igual me habían pasado más desapercibidas. A veces, he sacado también mi interpretación propia, distinta a la de los críticos que he leído, cosa que luego he anotado también en la tesis. 

Ves así la recepción, cómo la interpretas tú, cómo se ha interpretado por parte de otros círculos… Es muy bonito porque me he hecho una biblioteca de recortes de prensa en PDF de cada una de las tragedias que puedo consultar cada vez que quiera.

Y ya a título personal, cuando vas al teatro a ver una tragedia, ¿qué es lo que más te llama la atención, lo que más te hace vibrar, no tanto como Marta investigadora, si no como Marta público?

Mira, yo tengo un blog personal (https://erosyzozobras-yo.blogspot.com), que tengo algo abandonado por cuestión de tiempo, pero en el que quise inaugurar una pequeña sección de reflexión sobre teatro, que encabecé con una introducción en la que hablaba precisamente de esto, de qué es lo que me llama más del teatro. Y creo que es la grandiosidad del texto, cómo suenan esos textos antiguos cuando tienes una adaptación y traducción bonita en boca de un actor o actriz que lo haga bien y que se lo crea, lo bonito y precioso que es. Y si me tengo que ir al teatro de Mérida, que es mi lugar favorito en el mundo, yo diría que el sonido. Cuando estás en un teatro romano y tienes ese sonido grave de música, de un ejército que viene, la cadencia de la voz de los actores y actrices… a mí me sobrecoge muchísimo. Y si nos vamos a un tema menos material, me fascina el tema de cómo la tragedia refleja al ser humano en esas situaciones extremas, lo difícil que es meterse en el papel, pero lo precioso que es cuando sale bien y se hace algo hermoso y artístico de esas circunstancias trágicas.

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