La soprano profesional y profesora técnico vocal Juana Castillo Ruz ha declarado que España es un país que vive del turismo, el patrimonio y la cultura, y no «puede obviar» a los profesionales de esta última, ámbito que, ha aclarado, pertenecen los cantantes. Ha pedido darles «visibilidad, posibilidad de incursión en el mercado, sostenibilidad y ofertas para distintos clientes».
Así lo ha manifestado en una entrevista concedida a Europa Press con motivo de su participación y dirección del curso de verano ‘Coaching vocal de alto rendimiento: preparación técnico-vocal de audiciones, concursos y giras’ que ha comenzado este lunes en la sede de la Universidad Pablo de Olavide en Carmona.
Ha explicado la diferencia que existe entre los conceptos de ‘canto’ y ‘técnica vocal’, ya que «algunas veces se confunden». Por un lado, la técnica vocal es «el mecanismo que construye de forma eficaz nuestro instrumento musical biológico, que funciona a través del movimiento muscular interno y externo y que aprende a utilizar el músico a lo largo de los años». Por el otro lado, el canto es ‘la emisión biológica y vibratoria que se genera a raíz de esa técnica’.
Ha señalado que la respiración es un «elemento fundamental» para emplear la voz, comparándola con «la gasolina para el coche». «La cuerda vibra gracias al aire, si no hay aire pasando por las cuerdas vocales, la cuerda no vibra, y si no vibra, no se emite ningún sonido», ha detallado. Además, ha añadido que se necesitan las dos zonas de salida de sonido –la nariz y la boca– para que en el exterior se pueda oir, porque «si tapamos la nariz y la boca e intentamos que las cuerda vibren, no vamos a poder emitir ningún sonido».
Para cuidar este aparato musical, ha recomendado que, lo primero que hay que hacer, es «mantenerse sano» en todos los niveles, tanto física como psico-emocionalmente, y que el papel del «coach vocal» es mantener al artista en un «equilibrio perfecto» para que pueda llevar a cabo todos los conciertos que tenga programados en el año –que pueden ser más de 100 conciertos anuales–. Ha aconsejado «no beber alcohol, no cansarse demasiado el día antes de actuar o intentar evitar las discusiones o broncas ya que generan mucha tensión y adrenalina». «Cada persona tiene que buscar su punto de equilibrio», ha afirmado.
En cuanto a la dicción a la hora de cantar, la soprano ha detallado que depende de la mandíbula inferior y la lengua, y que para mejorarla, «hay que entrenar mucho la mandíbula», como en el canto lírico, en el que hace falta una apertura muy grande. Ha apuntado también que la interpretación, a alto nivel, tiene que ser «impecable», independientemente del estilo que se cante, lo que significa que la interpretación del artista tiene que ser «comparable a un disco, sin ningún defecto típico que se puede escuchar en conciertos».
También ha distinguido la preparación de un cantante según la circunstancia en la que se encuentre. Por ejemplo, en una audición, se trabaja el sonido «desde la respiración apoyo y con una respiración inicial de sonido mezzoforte», para intentar atajar muscularmente los nervios, y trabajar la «seguridad personal», mientras que en un concurso, donde hay muchos participantes, «cualquier cosa que diga un compañero puede condicionarte», por lo que se debe tratar de «centrar el discurso musical», ensayando y alejándote hasta que sea nuestro turno, ya que la «tranquilidad del músico» es lo más importante.
Para terminar, la profesora técnico vocal ha insistido en que el cantante «tiene que saber autogestionar su carrera, mostrar solvencia y dar un buen resultado en las audiciones» para entrar a formar parte del mercado, al que ha calificado como «duro», pero a la vez se ha mostrado positiva con respecto a este. «Los cantantes somos artistas, pero también tenemos que ser profesionales. Es lo primero que tenemos que aprender antes de subirnos en el escenario», ha concluido.