El poblado de Los Cabezudos

Tradicionalmente esta zona de cabezudos estaba despoblada hasta que 1927 de empieza a experimentar como grandes plantaciones mediante las actividades coloniales que durante la dictadura de Primo de Rivera tuvieron lugar. Este territorio se plantea explotar de forma forestal es por eso que se busca cuál seria el elemento más óptimo para ese territorio llegando a la conclusión de las plantaciones forestales de pino y eucalipto blanco autóctonos de Australia.

Entre el 1936 y 1945 Gaspar de la Lama intenta comprar este territorio a los holandeses, quienes dirigían estas plantaciones y, ante el rechazo de estos, deciden comprar los territorios de los alrededores que se encontraban desde la costa a ese punto y copian sus sistemas de trabajo así como los resultados de sus experimentos forestales, teniendo como resultado que se empiecen a plantar eucaliptos desde la costa hasta la zona de Cabezudos a la misma vez que se creaban los poblados. Una vez que consigue comprar el poblado de Cabezudos se diferencian 3 etapas en las que consistieron: 

1. Las poblaciones recién llegadas terminada la guerra Civil y en las cuales nunca se preguntó la procedencia de los habitantes sino que se limitaba a las manos de obra. 

2. El asentamiento de los poblados y los trabajadores con sus familias, es decir, a partir de ese momento de lleva un censo.

3. Los hijos de estas familias terminan abandonando el poblado para mudarse a la ciudad.

Este asentamiento se consideró como un auténtico éxito ya que se realizó un colonialismo interior en el que se eliminó cualquier tipo de costumbre aparentemente pagana y se sustituyó por por las costumbres religiosas cristianas. Se levanta una iglesia en honor a la inmaculada y en el portal se encuentra un relieve de un ángel vengador como señal de victoria ante las ideas anteriores. Se caracteriza por 3 naves en las que en una de ellas tiene acceso directo para los ingenieros forestales. A partir de los años 70 se viene abajo el negocio del eucalipto y Doñana se declara patrimonio, a partir de ese momento queda bajo el Instituto Nacional de conservación de la naturaleza.