Las columnas de Hércules

Cuando andamos por el casco antiguo de Sevilla y por cualquier razón pasamos por la calle Mármoles, nos sorprenderá encontrarnos tres monumentales columnas que nacen desde el subsuelo de la ciudad, pero, ¿qué son realmente?

Se tratan ni más ni menos que los vestigios de un templo romano de lo que fue la Colonia Iulia Romula, fechado entre los siglos I y II d.C. Este templo estaría inicialmente ubicado en la zona de Itálica pero algunos años después fueron trasladadas a su actual ubicación y pasarían a formar parte de un monumental pórtico que daba acceso a un complejo que estaría dedicado al Liber Pater. Estas columnas de granito egipcio miden casi 9 metros y están situadas a 4 metros bajo el nivel del suelo de Sevilla. Pasaron siglos enterrados en el subsuelo de la ciudad y en el siglo XVI el Conde de Barajas ordenó trasladar dos de las columnas a la que hoy en día es la Alameda de Hércules. Allí, las columnas fueron restauradas, y se les añadió un nuevo capitel, estando rematadas por las esculturas de Hércules y Julio César. El traslado fue realmente complejo y se llevó a cabo con una serie de carros que diseñó Bartolomé Morel y lograron salvar las calles estrechas y la gran distancia del traslado.

La tercera columna fue trasladada en el siglo XIV por orden de Pedro I de Castilla, que quiso que decorase su residencia en el Real Alcázar de Sevilla. El traslado se inició, pero hubo un incidente y la columna cayó a la altura de la actual calle Mateos Gago, rompiéndose y quedando inútil.

En el año 2021, las columnas fueron restauradas debido al pésimo estado de conservación en el que se encontraban, con una inversión de 90.000 euros. Desde entonces, lucen con gran esplendor para sorprender a locales y turistas en la calle Mármoles.

*Imágenes de elaboración propia*

BIBLIOGRAFÍA: