Lápida inscripción - Puerta de Jerez
Fuente: viajerocurioso.blogspot.com.es

«HERCVLES ME EDIFFICO/ JVILIO CESAR ME CERCO/ DE MVROS Y TORES ALTAS/ EL REY SANCTO ME GANO/ CON GARCI PEREZ Ð VARGAS»

«Hércules me edificó/ Julio César me cercó/ de muros y torres altas,/ y el rey santo me ganó/ con Garcías Pérez de Vargas.»

Estos versos que encontramos en lápida de la muralla de la Puerta de Jerez resumen la historia de Sevilla en tan sólo unas pocas palabras que hacen alusión a los orígenes y formación de la ciudad gracias al gran héroe mitológico Hércules.

El descendiente de Juan de Mena y Pedro de Mena, el gran escritor José María de Mena Calvo, excelentísimo catedrático subdirector del Conservatorio Superior de Música y Arte Dramático de Sevilla, es también reconocido por haber sido el redactor jefe  de la emisora de Radio Sevilla durante veinte años y habitual colaborador de los principales periódicos de Andalucía, entre otros reconocimientos. Este señalado autor es famoso por su obra Tradiciones y Leyendas Sevillanas de la que me serviré para acercaros al mito de la fundación de la maravillosa ciudad de Sevilla.

Los historiadores coinciden en que la fundación de esta ciudad es obra del héroe mitológico Hércules, pero como bien sabemos, este se trata de un héroe de la mitología clásica, por lo tanto ¿Cómo podemos creer en esto? Hace 3000 años, hacia el año 1000 a.C., los primeros fenicios llegaron a la costa española a través del Mar Mediterráneo costeando el norte de África –donde aprendieron la religión egipcia y fundaron la colonia de «Kar-Tago», que recoge el significado de «Ciudad Nueva»– cerca de la actual Túnez. Esto supuso el principio de un enorme progreso y desarrollo que desembocó en navegaciones que acercaron a los fenicios cada vez más al temido y desconocido Océano Atlántico, donde se encontraba el impenetrable Estrecho de Gibraltar. Melkart, el navegante más valiente entre los fenicios, fue el único que se atrevió a cruzar dicho estrecho con su barco por entre los dos promontorios del Peñón de Gibraltar y el Peñón de Calpe. A partir de entonces, Melkart siguió navegando hacia el Norte hasta toparse con la desembocadura de Río Guadalquivir, remontándolo hasta llegar al lugar que ocupa hoy Sevilla entre los dos brazos del río. En dicho luchar, el intrépido navegante fundó una factoría comercial a la que le dio el nombre fenicio de «Hispalis» que viene a significar «llanura junto a un río» tal y como aclara José María de Mena en su libro. Dicha factoría se ubicaba aproximadamente por la zona de la actual Plaza del Salvador, la Plaza de la Pescadería y la Cuesta del Rosario, donde hoy por hoy podemos ver los vestigios de la primera fundación fenicia. Pero este no fue el único logro de Melkart, pues también consiguió apoderarse del monopolio de las pieles y cueros de Andalucía a través de tratados, incursiones y el sometimiento del rey turdetano Gerión, a quien impuso –tanto a él como a su pueblo indígena– la servidumbre comercial y el cambio de religión de la turdetana primitiva a la egipcia.

Sobre estos datos históricos versa la historia de la leyenda que se creó en base a la fundación de la ciudad de Sevilla. Melkart fue declarado héroe, dios y santo  póstumo tanto por los fenicios como por los egipcios cambiándose así su nombre por el de Herakles o Hércules, tal y como lo conocían los latinos. Estos hechos fueron apropiados por los autores y poetas grecorromanos que crearon a partir de los sucesos reales de su vida las Leyendas o mitos de Los doce trabajos de Hércules. De hecho, señala José María de Mena en su libro que «el haber roto las montañas que unían África y España» significa simbólicamente el haber forzado el paso del Estrecho, derribando los mitos y temores, y convirtiendo en “Plus Ultra” lo que hasta entonces había sido «Non plus Ultra»; y «haberse apoderado del mercado de cueros y pieles de toros, que enriqueció el comercio fenicio, se convierte en la leyenda de que «limpió los establos del rey Gerión, y doméstico a los toros feroces»».

En conclusión, todos los expertos reconocen al héroe mitológico Hércules como fundador de la capital de la región andaluza, y es por ello que encontramos su figura e historia en lugares públicos de Sevilla como la rematada estatua de Hércules en una de las columnas del paseo de la Alameda sevillana que lleva su nombre (la Alameda de Hércules), la estatua en el arquillo del Ayuntamiento, o los versos latinos que encontramos en la puerta de la muralla derribada en el siglo XIX, la puerta de Jerez.

BIBLIOGRAFÍA:

Mena, J. M. D. (2018). Tradiciones y leyendas sevillanas. PLAZA & JANES.

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