LA RESTAURACIÓN

DE LA TORRE DE LA PARROQUIA DE SAN BARTOLOMÉ  (SEVILLA)

La torre de la iglesia parroquial de San Bartolomé ha sido objeto de restauración en los últimos años. Es solo la primera fase de la restauración integral de todas las fachadas de San Bartolomé. Los problemas de la Torre de San Bartolomé tienen su origen en su misma construcción que quedó incompleta por razones que se especulan y desconocen a la vez.

El diseño original de la Torre de San Bartolomé estaba pensado de un modo similar a la Iglesia parroquial de San Ildefonso en la misma ciudad de Sevilla y también en la parroquia del pueblo de Peñaflor de la provincia y archidiócesis de Sevilla. En el proyecto original después del cuerpo principal de la torre y el cuerpo de campanas, aparecería otro cuerpo más pequeño y más estrecho y sobre este un tercer cuerpo mucho más estrecho rematado por una pequeña cúpula que le daría una imagen de limpieza y majestuosidad. Pero en la torre de San Bartolomé estos dos cuerpos intermedios quedaron inconclusos y se optó por hacer directamente el remate de la torre con una cúpula más grande y de mucho más peso de lo que podían soportar los muros de la Torre, fue una aberración arquitectónica. Como consecuencia, está pequeña cúpula se derrumbó en un terremoto que sufrió Sevilla dejando la parte superior de la torre sin cubierta y permitiendo que el agua entrará en el interior de los muros. Los muros llenos de agua provocaron que el revestimiento o enfoscado fueran cayéndose. También sufrieron las columnas del cuerpo de campanas y aunque estaban hechas de ladrillo tenían un hierro interior que con la humedad se caían y estaba provocando que los ladrillos se rompieran. La intervención que se hizo tenías tus tres objetivos dar a la parte superior una cubierta para que no siguiera entrando el agua, sustituir hierro interior de las columnas de ladrillo, también llamado alma, por otro material inoxidable resistente al agua y que no dilata. Por último, habría que consolidar las paredes y cubrirlas con un nuevo revestimiento.

Aquí entra en juego la arquitecta de la Torre ,María Dolores Robador, catedrática especialista en materiales, una experta que ha desarrollado una tarea espectacular.
Con el deseo de devolver al edificio  su belleza original, María Dolores Robador elabora un proyecto que usa los colores propios del neoclásico y el mortero de cal que era el utilizado en aquella época.
Además, utilizando sus mismas palabras » hay que pintar el edificio cómo lo pinta el tiempo». Es decir, el edificio tiene que ser restaurado ahora pero no tiene que parecer totalmente nuevo, hay que buscar ese equilibrio. Para ello  hizo multitudes de pruebas de color y estudio cuidadosamente la incidencia de la luz del sol desde las primeras horas de la mañana hasta las últimas horas del Crepúsculo  (incluida la iluminación artificial de las farolas y los focos que alumbran la torre).

Todo se quedó con un equipo multidisciplinar incluía arquitectos historiadores especialistas en materiales y especialistas en luz… El coste aproximado de la restauración fue de 322.000 euros. La Torre de San Bartolomé ahora resalta sobre sus fachadas, absolutamente destruidas que precisan ser restauradas con urgencia, pero las cuentas de la parroquia no permiten llevar a cabo tan costosa acción a pesar de que se han pedido subsidios a la Junta de Andalucía y a la Archidiócesis de Sevilla.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Información básica sobre protección de datos Ver más

  • Responsable Universidad Pablo de Olavide.
  • Finalidad  Moderar los comentarios. Responder las consultas.
  • Legitimación Su consentimiento.
  • Destinatarios  Universidad Pablo de Olavide.
  • Derechos Acceder, rectificar y suprimir los datos.
  • Información Adicional Puede consultar la información detallada en la Política de Privacidad.