El presidente de la Asociación de la Prensa de Sevilla, Rafael Rodríguez Guerrero, defiende la “vocación, pasión y honestidad” del periodismo frente a la amenaza de la inteligencia artificial
La sede de la Universidad Pablo de Olavide en Carmona ha acogido la celebración del Taller ‘Más allá de la desinformación: el impacto de la inteligencia artificial en el periodismo’, dirigido por Rafael Rodríguez Guerrero, presidente de la Asociación de la Prensa de Sevilla, dentro del marco de la 23 edición de los cursos de verano. Con motivo de su participación, Rodríguez Guerrero ha abordado los desafíos y oportunidades que la inteligencia artificial (IA) presenta para el futuro de la profesión periodística, mostrando una visión crítica y a la vez esperanzadora.
En sus declaraciones, Rafael Rodríguez Guerrero ha señalado que, si bien la IA tiene el potencial de ser un complemento “ideal y positivo” para el trabajo del periodista, especialmente en la disponibilidad inmediata de datos e informes y en la automatización de tareas repetitivas, “los beneficios están por ver”. Ha expresado su preocupación de que, en la práctica, la tecnología se esté priorizando sobre el pensamiento humano profesional, además del uso “perverso” de la IA sobre la honestidad y la veracidad.
“Con la IA, hay grupos de comunicación que buscan una mayor rentabilidad económica, aumentando la producción de noticias y eliminando puestos de trabajo, y, en especial, una ilimitada difusión de contenidos de idearios ideológicos, basados en la desinformación, las mentiras, los bulos y los odios”, ha afirmado Rodríguez Guerrero. Para el presidente de la Asociación de la Prensa de Sevilla, la IA, que debería ser una aliada de la información veraz, “se está convirtiendo en un arma de desinformación masiva, que pretende dominar, manipular y acabar con el periodismo, erosionar la democracia y engañar y controlar nuestras vidas”.
Sobre la automatización de tareas repetitivas, como la elaboración de carteleras de ocio, programaciones de televisión o transcripciones de entrevistas, el director del curso ha indicado que, aunque sería un uso “perfecto e ideal” para liberar a los periodistas y que se centren en trabajos de mayor valor añadido, como la investigación o el análisis crítico, no conoce «un solo medio en el que esto ya se aplique y en el que se haya derivado a los periodistas que hacían estas tareas a buscar informaciones de mayor relevancia profesional”. En su opinión, la automatización se está empleando para “eliminar puestos de trabajo, no para enriquecer y dar valor periodístico a los periodistas que las realizaban”.
La pérdida de puestos de trabajo es una “preocupación real”, según Rafael Rodríguez. “La IA eliminará en esta profesión muchos puestos de trabajo. Cuanto más IA menos periodistas”, ha sentenciado, a la vez que ha instado a luchar por la situación contraria: «Cuanto más IA, más periodistas como garantes de una indispensable información veraz».
Los desafíos éticos planteados por la IA son, para el director del curso, “todos”. Ha subrayado que la IA, “mal usada, no conoce la ética”, y que el algoritmo editor genera una “desinformación infinita” con conciencia del impacto brutal en la sociedad. Ha lamentado la dificultad para discernir entre verdad y mentira, incluso para los propios periodistas, en un tiempo de “absoluto dominio del poder digital”. En este contexto, ha enfatizado la necesidad de cuestionar qué está hecho con inteligencia natural y qué con inteligencia artificial, poniendo como ejemplo la cobertura de conflictos bélicos o escándalos de corrupción. “La inteligencia artificial puede ser muy perversa, pero la inteligencia humana puede serlo aún más”, puntualiza.
Ante este panorama, el presidente de la Asociación de la Prensa de Sevilla ha destacado la importancia de una formación y conocimiento permanente de la IA para los periodistas. En este sentido, ha señalado que algunos medios están creando su propia IA para “detectar, verificar y combatir la desinformación generada con IA”, un campo formativo que considera “urgente” incorporar en todas las facultades de Periodismo o Comunicación.
Mantener la calidad y verificación periodística en un escenario donde parte del contenido es generado o asistido por máquinas es otro de los grandes retos. Rafael Rodríguez Guerrero ha apelado a la honestidad y veracidad del periodista como baluartes frente a la indiferencia y el “pasotismo” de una parte de la sociedad. Por ello, ha remarcado la urgencia de formar a la ciudadanía en alfabetización mediática para que desarrolle un pensamiento crítico propio.
Aunque ha reconocido que la IA podría y debería contribuir a una mayor diversidad de voces y a la cobertura de temas desatendidos por falta de recursos, ha advertido que “los intereses políticos y económicos, y no los profesionales, suelen marcar la pauta”.
Para finalizar, el presidente de los periodistas sevillanos ha abogado por una regulación urgente de la IA, a pesar de su complejidad, para salvaguardar los derechos humanos, la no desigualdad y la no discriminación. Pese a las dificultades, se ha mostrado esperanzado en el futuro del periodismo: «Cuanta más desinformación exista más información precisará la sociedad, información hecha por periodistas. El periodismo es vocación, pasión, emoción, enamoramiento, honestidad y veracidad. Estos sentimientos y valores humanos no los tiene la IA. La máquina puede crear, imitar, reproducir y difundir, pero no tiene la capacidad de sentir. El periodista y el periodismo nunca morirán”, ha concluido.