Palacio de Constantinopla

Identificación 

Este lugar fue un conjunto palatino que sirvió de residencia a los emperadores bizantinos alrededor de unos 800 años. Debido a los numerosos emperadores que se adentraron en el palacio imperial, se le conoce con el nombre de “una ciudad dentro de Constantinopla” debido a su grandeza y a todos los edificios que nos encontraremos en él. Actualmente, el conjunto palatino se encuentra en muy malas condiciones debido a las reformas, las guerras y el paso del tiempo, aunque esto no hizo que dejara de ser importante para los arqueólogos e historiadores, así como para las personas interesadas en visitar el yacimiento. Los restos arqueológicos se pueden encontrar en su mayoría en el “Museo del Mosaico del Gran Palacio” ubicado en la misma ciudad, Estambul.

 

Localización

El Palacio Sagrado de Constantinopla o también conocido como el Palacio Imperial está situado en la antigua ciudad de Constantinopla, la actual Estambul, en Turquía. El Gran Palacio se encontraba entre el Hipódromo y la catedral de Santa Sofía.

 

Página web oficial 

Es importante saber que actualmente el conjunto palatino no tiene página web oficial, pero gran parte de la información de interés para especialistas, turistas o estudiantes, se puede encontrar en sitios web como Istambul Great Palace Mosaics Museum o algunas páginas de turismo como Civitatis en las que se nos ofrece un breve resumen de cómo era el conjunto palatino, una gran explicación de los mosaicos que se encontraron en él y como se conservan, además de una larga lista de actividades que se pueden realizar por la ciudad visitando los enclaves de interés.


Yacimiento e información sobre la ciudad

Esta ciudad fue mandada construir por el rey Bizas hacia el año 667 a.C., sobre la antigua colonia griega de Bizancio. Hacia el 330 d.C., el rey Constantino el Grande - que cambia el nombre de la ciudad a Constantinopolis- convierte la ciudad en la nueva capital del Imperio Romano. Se convierte en la capital debido a que posee una posición estratégica, ya que se encuentra entre el Cuerno de Oro y el mar de Mármara.

Constantinopla fue una ciudad que se construyó a una gran velocidad, sus murallas se terminaron en el 328 d.C. y el 11 de mayo del 330 d.C. se inaugura la ciudad con unos ritos que duraron alrededor de cuarenta días. En este momento la ciudad contaba con unos 30000 habitantes y siglos después alcanza el millón, por lo que se convierte en uno de los lugares más poblados del mundo. 

La ciudad fue construida a semejanza de Roma, contaba con catorce regiones y siete colinas, capitolio, foro, senado, suelo itálico y tenía siete colinas, aunque no todo era a parecido a Roma, ya que la ciudad fue gobernada por un procónsul, los senadores tenían otro papel diferente y no existían las oficinas administrativas. Con el paso del tiempo y el transcurrir de los distintos emperadores, la ciudad fue adquiriendo un gran embellecimiento. La ciudad de Constantinopla se embelleció gracias a obras pertenecientes a otros lugares como Alejandría, Éfeso, y mayoritariamente de Roma y Atenas, obras que fueron saqueadas y colocadas en la nueva capital. Se trasladaron mosaicos, esculturas, columnas, obeliscos y multitud de elementos decorativos y arquitectónicos.

Edificios de vital importancia para la ciudad fueron construidos cerca de este enclave, como el hipódromo, en época de Septimio Severo, que podía albergar más de 50000 personas. Actualmente en el hipódromo sólo se conservan los dos obeliscos de Teodosio I, que se erigen en el centro de la plaza Sultán Ahmed. Otras de las construcciones más destacadas de la ciudad fueron la iglesia de Santa Irene, la Biblioteca Imperial de Constantinopla y una de las universidades más importantes, la Universidad de Constantinopla.

Una vez fallece Constantino y posteriormente, su sucesor Teodosio, la capital del imperio romano se debilita causando la división del imperio en dos, así la ciudad empieza a ser la capital del Imperio romano de Oriente.

El primer emperador de Oriente será Arcadio que continúa con el desarrollo de la ciudad. El siguiente emperador será Teodosio II, con el cual se terminaron las murallas de Constantinopla y el último, Justiniano, quien mandó a construir la catedral de Santa Sofía.

 

Visita al Palacio 

El primer edificio que formó parte de este gran conjunto palatino fue mandado a construir por Constantino, en el espacio en el que actualmente se encuentra la mezquita del sultán Ahmed. Este palacio ocupa la parte entre el Hipódromo y el mar, entre Santa Sofía y el Sefed En, lo que corresponde a una longitud de 400.000 metros cuadrados. Esta zona consta de patios, algún pequeño palacio como el de Halka, Sigma, capillas, jardines de gran importancia, talleres, salas reales y finalmente el propio palacio del emperador.

El resto de la información que nos consta del palacio nos llega a través de los escritos de Constantino VII relatando las zonas más importantes del Palacio. Gracias a estos relatos podemos saber que cuando el emperador Justiniano gobernaba, creó su residencia en la zona del recinto más cercana al mar, con una gran balconada que tenía vistas al gran mar de Mármara.

El punto de acceso del palacio era la Puerta Chalke, se accedía desde la Mese, que era la avenida principal de Constantinopla. Esta puerta con el tiempo fue reconstruida por Justiniano y se caracterizó por tener una decoración interior repleta de mosaicos que representaban las campañas de Belisario. Una vez que se atravesaba este pórtico, se accedía a un patio repleto de pabellones, salas de recepción, capillas, salas de audiencia y el Consistorio, donde se guardaba la cruz de Constantino y otras reliquias.

Junto al Agustaion, el Zeuxippo o los talleres de seda, muy importantes en el Palacio, este edificio también acogió las termas del palacio. Se encontraban cerca del Chrysotriclinio de Justino II, capilla de Justino. Toda esta zona fue decorada por Tiberio. Al lado se creó en tiempos de Teófilo el Pentapyrgion o la sala que custodia la corona.

Constantino VII, en su libro, añade que el Palacio también tenía un vestíbulo llamado Tripeton y un Oratorio de San Teodoro. Añade que fue él quien remodeló y restauró la sala de banquetes, conocida como la sala Diecinueve Lechos, que era alargada, terminada en un ábside y flanqueada por cada lateral con nueve nichos abovedados. Esta estancia se comunicaba con la sala de Constantino mediante un patio.

El Palacio de la Magnaura formaba un salón independiente y estaba separado de la mayor parte del conjunto por una vía que discurría hasta el mar y comunicaba con Santa Sofía. El Palacio de Triconchos, de Teófilo, tenía dos pisos, cuyo ábside principal descansaba sobre cuatro columnas y su fachada se abría a una triple arcada. Cerca se encuentra una fuente llamada la Fuente Mística del Triconchos, junto a ella se colocaron dos leones de bronce con la boca abierta, esto daba un gran placer visual.

Existía una nave central, que según Constantino VII tenía dieciséis columnas situadas en una hilera de teselas verdes decoradas con forma de viña y con figuras de varios animales.

El dormitorio oficial se revestía de mosaico con dibujos florales y con una zona dedicada a los retratos de la familia real, todo realizado con mosaicos.

Por último, la iglesia Nea, de Basilio, que se encontraba junto a los campos de polo con cuadras y almacenes. Todos estos pabellones tenían diferentes estilos de decoración y función y se caracterizaban por no tener grandes dimensiones.

 

Planimetrías y reconstrucción de una visita al palacio