La apuesta de la Universidad Pablo de Olavide por la buena gestión en eficiencia energética es un hecho. Y es que la UPO ha realizado desde sus inicios una importante apuesta para conseguir satisfacer las necesidades de la comunidad universitaria en materia de energía, cuidando expresamente el control de consumos con el objetivo de optimizar lo máximo posible los recursos naturales y manteniendo el máximo respeto al medio ambiente. José María Seco Martínez, director general de Infraestructuras y Espacios de la Universidad Pablo de Olavide, nos explica en esta entrevista cómo lleva a cabo nuestra universidad esta importante tarea que ha sido premiada por varias instituciones.
La UPO ha sido galardonada con el accésit del Premio a las Buenas Prácticas de Gestión Interna, otorgado por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas ¿Qué se ha premiado exactamente?
Se trata de un Premio a la Calidad e Innovación en la Gestión Pública que concede la Agencia Estatal de Evaluación de las Políticas Públicas. Está destinado a reconocer a aquellas organizaciones públicas que se distingan por la excelencia e innovación de sus procesos internos de gestión frente a los modelos de gestión convencionales. La UPO ha sido distinguida con uno de los tres accésit de este Premio a las Buenas Prácticas de Gestión Interna. Y lo ha sido por la gestión energética eficiente e inteligente de buena parte de nuestras instalaciones, fruto de la acción coordinada del Centro de Informática y Comunicaciones y del Servicio de Infraestructuras.
Entonces, ¿cómo se lleva a cabo la eficiencia energética en la UPO?
Pues, con mucha imaginación. Las dificultades presupuestarias y la necesidad de que la Universidad se ajuste a un nuevo escenario económico con menores recursos para la prestación de los servicios que le son propios nos empuja a buscar formas novedosas de mejorar la eficiencia de los edificios. Téngase en cuenta que el coste energético representa aproximadamente el 40 por ciento de los costes operativos totales de un edificio de la UPO. Por eso, necesitamos explorar nuevas soluciones de gestión integrada del uso de la energía y de las instalaciones que nos permitan optimizar el rendimiento de los edificios y, por ende, reducir los costes operativos de los mismos. Debemos ser más eficientes, pero no solo para reducir costes, sino también para cumplir con los objetivos de sostenibilidad corporativa que nos conciernen como institución pública.
¿Podría indicarnos algún resultado concreto?
El resultado más visible es el ahorro del coste energético del Campus. Se ha llegado a reducir el consumo ordinario de agua y energía en un 40 por ciento, si los comparamos con los promedios habituales de consumo de otros organismos con prácticas de gestión energética más convencionales. Esto ha sido posible merced a la monitorización de muchas instalaciones del Campus, lo que nos permite la gestión en línea de los distintos consumos (climatización, iluminación, agua, etc), pudiendo ajustarlos a la demanda realmente existente y minimizando así la pérdida de energía. Lamentablemente, queda todavía mucho por hacer. El consumo medio anual de energía de la UPO sigue siendo muy alto. En este momento ronda los 2 millones de euros. De ahí que debamos seguir avanzando en el desarrollo de este tipo de subsistemas de gestión inteligente y sostenible de todos los edificios del Campus.
¿Qué puede hacer la Comunidad Universitaria para contribuir a esta tarea?
Pues muchas cosas y, lo que es mejor, con muy poco esfuerzo. Si los que formamos parte de la Comunidad Universitaria no asumimos la necesidad de ahorrar energía, por mucho que avancemos en este tipo de subsistemas inteligentes de gestión energética, nunca será suficiente. Basta con tomar conciencia de la misma y adquirir hábitos muy sencillos, como apagar la luz o la climatización cuando no la necesitamos. Por ejemplo, el hecho de regular 1 grado el termostato del aire acondicionado o de la calefacción nos puede permitir ahorrar entre todos más 17.150 euros al año por cada grado que lo hagamos. Es más, si apago la climatización cuando no la necesito, podemos ahorrar entre todos 24.500 euros por cada hora que lo hagamos. O, simplemente, si apagamos la luz cuando no la necesitamos, podemos ahorrar, si lo hacemos todos cuatro horas al día, más de 52.300 euros al año. En fin, no se trata solo de contención del gasto, sino de compromiso corporativo y responsabilidad.
La UPO también ha resultado finalista de los enerTIC Awards por su proyecto «Sistema de Gestión de Eficiencia Energética y Edificios Inteligentes, ¿En qué consiste este proyecto?
Básicamente en lo mismo. Este premio tiene por objeto identificar las mejores iniciativas nacionales, públicas o privadas, de gestión inteligente (Tics) del uso de la energía. La candidatura más votada recibirá una dotación económica equivalente al 7% de la facturación total obtenida en concepto de inscripciones en los eventos de EnerTIC durante los años 2012 y 2013. Y lo que es más importante, se divulgará en medios de comunicación, en las redes sociales y en los foros nacionales más destacados del sector de TICs. De momento, nuestra candidatura va en primer lugar.
